La estabilidad de las tasas y el dólar favorece la apuesta por el peso
Las principales variables se mueven en forma positiva, aunque la economía aún deberá rendir algunas pruebas y la incertidumbre política siembra dudas entre los inversores
Los mercados en general siguen en buena sintonía, incluso con el ajuste de la última semana y una nueva suba de la volatilidad. Este stop a la tendencia de enero no sorprende, ya que se había anticipado. Permite convalidar la visión de que se está en una lateralización y no frente a un nuevo rally sostenido.
Parte del sobrecastigo que hubo en la última parte del año se corrigió con el movimiento del primer mes. Hoy se necesita buscar nuevos catalizadores que, por ahora y al menos desde la agenda, no parecen ser muy claros. Algo que por momentos lleva a hacer resurgir (o dar mayor relevancia) a los ruidos y/o incertidumbres que presionaron justamente al mercado hacia abajo a fines de 2018. Léase, entre otros, el riesgo a una mayor desaceleración del crecimiento mundial (enfocado principalmente en las economías más desarrolladas).
Es así que habría que mantener cierta cautela (esto se sabía aun con la recuperación de enero), dentro de un marco de volatilidad promedio, más alta que la de los últimos años. Es una visión, de hecho, que vale tanto para lo externo como para lo local. La Argentina, además de una economía que todavía necesita rendir algunas pruebas (pese a las señales positivas que se observan), tiene por delante un escenario electoral clave. Y hay alta probabilidad de que las dudas sigan hasta noviembre.
La continuidad del actual gobierno parece seguir siendo lo más probable, aunque lejos se está de descartar otros posibles resultados. Las encuestas que se vayan leyendo serán material de análisis para armar los diferentes escenarios proyectados para los activos financieros.
En consecuencia, se insiste en que diversificación y administración activa de las carteras deberán seguir siendo recomendaciones de base. Principalmente por lo propio, pero también por lo externo.
Estrictamente y si se hace foco en lo local, la semana que terminó dejó algunos datos relevantes. En especial, en lo que respecta al seguimiento del programa financiero. Hubo dos colocaciones que dieron buenas señales para seguir despejando incertidumbre, en particular sobre 2020 (las necesidades de ese año estarían cubiertas, salvo escenarios disruptivos).
La tasa de roll over de las Letes en dólares fue una de esas señales. La tasa promedio en el año es del orden del 96% (por arriba del 76% del último semestre de 2018 también del 60% estimado en el programa 2019). Además, fue un buen dato la colocación del Bonar 2020 (bono en pesos indexado por inflación). Ofreció $15.000 millones, que logró colocar en su totalidad convalidando una tasa similar a lo que operaba en el mercado. Colocación que incluso sirvió para cubrir parte del vencimiento del AF19 de la semana.
En cuanto a otros datos, el credit default swap (CDS) a 5 años argentino, como medida de riesgo local, luego de caer puntualmente por debajo de los 600 puntos, volvió sobre este nivel y saltó unos 30/40 puntos en la semana. Vale también como referencia que esa tendencia al alza se reflejó en el mismo indicador de otros países de la región.
Nuevamente se está frente a un escenario esperado de compresión. No obstante, esto no quita que se sigan viendo oportunidades interesantes de la curva de deuda soberana y subsoberana (que otorga un premio sobre la primera). Se debe igualmente ser selectivo, algo a lo que está acostumbrado ya el inversor local.
En lo que respecta a las tasas y al dólar, las señales siguen apuntando hacia el buen camino. Se espera que haya continuidad en la reducción de las tasas (aunque quizás a un ritmo menor al de las últimas semanas), y un tipo de cambio que se mantendrá operando por debajo del piso de no intervención o coincidiendo con este. En consecuencia, se extenderá de corto plazo la estabilidad, como punto a favor de las posiciones en pesos.
Acá se apunta a las Lecap o a fondos comunes de inversión (FCI), para los más conservadores; mientras que también se ve atractivo en títulos ajustados por CER, con tasas por arriba del 7%/8% en términos reales, y bonos provinciales (PBA25 ajustado por Badlar).
Las acciones, por su parte y como se viene destacando en las últimas semanas, se moverán de corto plazo más por flujos que por fundamentals; lo que implica que se estará expuesto a volatilidad asegurada. Hay que manejarse con stop loss (órdenes de corte de pérdidas) para proteger las posiciones tomadas y tomar gradualmente nuevas, pero con selectividad en cuanto a los papeles.
Sobre lo que vendrá esta semana habrá algunos datos y/o temas de cierta sensibilidad para el mercado en lo externo. Mientras que en lo local no hay dudas de que la atención estará sobre una nueva revisión del Fondo Monetario Internacional (FMI), y más puntualmente sobre si ello implica o no algún cambio a futuro sobre el manejo de la política monetaria (por ende, en el movimiento de las tasas y el dólar). En lo macro llegará el dato de inflación (estimándose en niveles similares o por arriba del 2,6% que se había registrado en diciembre).
Datos para tener en cuenta
- El dólar cotizó en la zona del nivel del piso de la banda de no intervención que tendrá este lunes el tipo de cambio. En las últimas 10 ruedas la divisa se movió 1,5% promedio por debajo del piso determinado
- La tasa de renovación de las Letes (Letras del Tesoro) que vencieron la semana pasada (US$1239 millones) se ubicó en 89%. Muy por arriba, igualmente, del 76% promedio de la segunda mitad del año pasado
- Resultan atractivos los títulos ajustados por CER (Coeficiente de Estabilización de Referencia), con tasas por arriba del 7%/8% en términos reales, y bonos provinciales como el PBA25 ajustado por Badlar
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