Duhalde, con un margen estrecho
Delicado: la postura del gobernador bonaerense sobre la reforma laboral transita por un complicado límite entre el PJ y el menemismo.
"Nada que hiera la susceptibilidad del justicialismo, ni tampoco, confrontar con el menemismo, salvo que lo acorralen", decía uno de los operadores políticos del gobernador de la provincia de Buenos Aires. Con ese estrecho margen, Duhalde intenta transitar un sendero en el que casi no queda espacio para un paso en falso.
Duhalde tomó distancia con respecto a la flexibilización al manifestar su desacuerdo con algunos de los aspectos del proyecto del Poder Ejecutivo.
Poco después de esas declaraciones, diputados duhaldistas presentaron su propio proyecto sobre el tema, en el que se plasman los puntos de la diferencia: el desacuerdo con un régimen laboral de 12 horas de trabajo y que los sueldos no sean variables.
Alambrar la provincia
"Vamos a tener que alambrar la provincia", le dijo Duhalde a uno de sus estrechos colaboradores. Políticamente, lo que Duhalde le estaba aconsejando a su propia gente es refugiarse en la provincia para defender, desde allí, los posibles conflictos que se le pueden crear con el ultramenemismo.
Al parecer, Duhalde es partidario de declarar la emergencia ocupacional y llegar a algún tipo de consenso con los otros sectores políticos para hacer una propuesta que no perjudique a quienes están dentro del sistema laboral, generar condiciones de ingreso en el mercado laboral para los jóvenes y darle alguna solución a los subocupados o marginados.
El gesto de Duhalde, más la presentación de un proyecto de legisladores que responden al gobernador, están dando señales de que para el gobernador de Buenos Aires no sólo se trata de conseguir un trámite menos traumático, sino, también, evitar que se le escapen "los propios".
Los límites de Duhalde entre el PJ y el menemismo no son tan amplios como el gobernador quisiera.
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