Economía busca más competencia entre las estaciones de servicio
El Ministerio de Economía busca generar un mercado más competitivo en la venta de combustibles, con nuevos jugadores. Para ello, el secretario de Defensa de la Competencia, Carlos Winograd, ratificó ayer junto al ministro José Luis Machinea que se limitará a cinco años el plazo máximo para renovar los futuros contratos de exclusividad de las estaciones de servicio, y anunció también que se restringirá la cantidad de bocas de expendio propias que puede poseer cada petrolera al 40% del total de su red. Estas recomendaciones de Defensa de la Competencia saldrán por un decreto, que firmará el presidente Fernando de la Rúa en los próximos días.
"Esta medida alentará a las empresas que desean competir en el mercado minorista, a partir de tener una mayor disponibilidad de estaciones de servicio", auguró Winograd, en alusión a la más rápida renovación de contratos entre expendedores y proveedores. El secretario explicó que en los próximos tres años vencerá un cuarto de los convenios de exclusividad.
Tal como había anticipado Machinea en Praga el mes pasado, Defensa de la Competencia recomendó ayer acortar la duración de los acuerdos de abastecimiento a un tope de ocho años para los que se firman por primera vez. Como este límite puede acelerar el proceso de instalación de estaciones propias de los grandes jugadores del mercado local (Repsol YPF, Shell y Esso), Winograd propuso un límite al número de estaciones de servicio integradas verticalmente (es decir, que pertenezcan a productoras y/o refinadoras).
En la actualidad, sin embargo, las tres mayores distribuidoras son propietarias de apenas el 10% de las estaciones de servicio de su bandera, por lo que la norma no cambia la actual situación. "Establecemos las reglas hoy para que sean incorporadas en las estrategias de las empresas", expuso Winograd, que recalcó que la nueva regulación respeta la seguridad jurídica. Los límites a los contratos entre expendedores y petroleras no afectan los actuales.
Defensa de la Competencia también requirió que la nueva legislación incluya la posibilidad de que el dueño de estaciones de servicio compre a precio de mercado todo el equipamiento que recibe en comodato. Además, propuso que se mejore el monitoreo contra la adulteración de los combustibles, con controles en las estaciones mismas -y no en las refinerías-, la imposición de multas y clausuras, y el otorgamiento de certificados de calidad que identifiquen a los expendedores. De este modo, se evitará que algunas estaciones de servicio dejen las marcas para pasarse a la venta de nafta adulterada.
Muchos empresarios de las petroleras calificaron los anuncios como intromisiones en un mercado desregulado y una invitación a desinvertir. Tomás Hess, director de Asuntos Públicos de Esso, opinó que la limitación a la extensión de los contratos reduce "las oportunidades de desarrollo de los pequeños y medianos inversores, que enfrentarán créditos (que suelen otorgar los proveedores a sus clientes) a menores plazos y con tasas más onerosas".
Hess consideró que además disminuye el compromiso del operador con la marca y alienta una baja de los estándares de calidad de las estaciones. Juan Colombetti, presidente de la multinacional Vitol -primera importadora de combustible-, dijo que las medidas traerán más competencia. Pdvsa, Glencore, Coastal y Chevron serían algunas de las petroleras interesadas en venir al país. Manuel García, titular de la Asociación de Estaciones de Servicio Independientes, también las aplaudió, pero advirtió que los precios no bajarán tan rápido.
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