Guillermo Oliveto, especialista en consumo de la consultora W, brindó un análisis acerca de las variables económicas del país y cómo estas afectan los hábitos de consumo de los argentinos.
En primer lugar, destacó que, tras la creciente inflación, el cambio más significativo en el comportamiento de los consumidores es la adopción de una actitud más "ahorrativa" transversalmente hablando. Es decir, más allá de las diferencias de poder adquisitivo de los hogares se observa en general este cambio.
El consultor también manifestó que la alteración más clara en los hábitos de compra se dieron en decisiones importantes: "Hoy la gente sintió el impacto en viajes que está postergando hacer, en compras, en créditos hipotecarios si es que se lo ofrecen, hace cuentas a ver si dan". Además, hizo hincapié en la relación entre el poder adquisitivo y el empleo para hablar del crecimiento de las segundas marcas y los lugares de compra alternativos como las ferias, mercados y mayoristas.
También se refirió a la aparición de una sociedad más cuidadosa a la hora de comprar: "El que vende entendió que del otro lado hay una persona con una calculadora en la mano, que tiene que pagar tarifas que no pagaba que le consumen un 8% del gasto del hogar y que, además, las va a tener que seguir pagando". Todo eso hace que el equilibrio del hogar no sea una ecuación simple de lograr.
Por último, tras brindar un pronóstico acerca del segundo semestre y del próximo año, el especialista en consumo aconsejó prestar atención a tres variables: lo que ocurrirá con el poder adquisitivo de los empleos, lo que sucederá con el empleo formal e informal y, por último, cuánto se frenará o no la obra pública como generadora clave de empleo.