Hacer una mala inversión o sufrir una estafa: cuáles son las diferencias
1 Riesgo/beneficio. "Cuando la limosna es grande, hasta el santo desconfía". La frase representa de manera muy familiar una de las premisas básicas y más esenciales del mundo financiero. Al analizar cualquier inversión es necesario saber que cuanto más rendimiento queramos obtener, mayor será el riesgo a asumir. Por eso, en la evaluación de una inversión se incorporan variables como la tasa libre de riesgo, el riesgo inherente a la operación y la volatilidad del activo en cuestión. Si alguien te asegura retornos altos sin correr riesgos, desconfiá.
2 Mal negocio no es estafa. Si tuviste contacto con el mundo financiero, muy posiblemente te haya tocado perder dinero alguna vez. Y es probable que te vuelva a pasar. Pero hay que distinguir entre mal negocio y estafa. En el primer caso, como inversores podemos distribuir ahorros en distintos proyectos o instrumentos que pensamos que pueden tener valor; por ejemplo, compro acciones de una compañía porque considero que sus proyectos serán muy eficientes y valorados y que se generará un mayor caudal de ventas. O compro un bono de un país porque creo que ese dinero será bien administrado y repagará los intereses que promete. Pero ambas operaciones pueden salir mal si, por ejemplo, el producto que sería un furor finalmente tuvo poca aceptación, o si el país al que le presté malgastó el dinero. Por el contrario, en una estafa no se asumen riesgos (o, por lo menos, no de manera consciente), sino que hay un ilícito diagramado para captar gente ignorante en la materia, poco cauta o ambiciosa. No hay win win, dado que uno está destinado a perder.
3 Ponzi. El esquema Ponzi encuentra su génesis en su autor Carlos Ponzi, un famoso delincuente de origen italiano que ejerció sus prácticas a principios del 1900 en Estados Unidos. El diseño de la estafa parte de una persona (física o jurídica) que ofrece una gran rentabilidad con un supuesto bajo o nulo riesgo. A medida que se convence a una mayor cantidad de inversores, el monto de dinero en manos del estafador aumenta notablemente, lo que le permite pagar los intereses prometidos a los primeros inversores. La rueda sigue funcionando hasta que deja de entrar dinero, y esto puede ser debido a una crisis o a que se acaben los estafados. En ese momento se desmonta el entramado que deja a los estafados sin el ahorro que habían invertido y al estafador, rico (al menos en el corto plazo).
4 Piramidal. Esta estafa tiene un esquema con ciertas similitudes a la anterior, aunque con compromisos asumidos al ingresar. Una persona plantea un sueño u objetivo, para el cual debe conseguir cierta cantidad de dinero. Para ello, debe convencer a un cierto número de personas, según le corresponda por su categoría o nivel, de que aporte una suma y convoque a otros a unirse a la cadena, con la premisa de lograr sueños y de que alguien lo hará por ellos a medida que "el telar" siga avanzando de categoría, con más gente. Las promesas de rendimientos son ilimitadas. La dinámica llega su fin cuando la base de la pirámide alcanza a personas a las que les cuesta conseguir adherentes, y los últimos en llegar son los perdedores.
5 ¡Atención!. A este dato: la Reserva Federal de los EE.UU. anunció que sus tasas de interés se mantendrían en torno a 0% hasta fines de 2022. Esta tasa es la referencia mundial de "libre riesgo" y permite aseverar que todo retorno positivo implicará algún riesgo. Debemos tener certezas respecto de dónde invertimos y saber cuánto estamos dispuestos a perder.
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