Subastas: cómo funcionan y cuál es el aporte de los ganadores del Premio Nobel
1 Nobel. El premio Sveriges Riksbank 2020 en Ciencias Económicas, en memoria de Alfred Nobel, les fue otorgado este año a Paul R. Milgrom y Robert B. Wilson, por introducir mejoras en la teoría de subastas y por sus invenciones de nuevos formatos. De esta manera, los economistas estadounidenses, profesores de la Universidad de Stanford, recibirán de manera conjunta el galardón número 51 de esta famosa y prestigiosa entrega impulsada por el Banco Central del Reino de Suecia.
2 Subastas. El resultado de una subasta (o adquisición) depende de tres factores. En primer lugar están las reglas o el formato de la subasta: si las licitaciones son abiertas o cerradas, cuántas veces pueden los participantes subastar, etcétera. El segundo factor se relaciona con lo subastado, ¿tiene un valor diferente para cada licitador o valoran igual el objeto? Y el tercer factor se refiere a la incertidumbre: ¿qué información sobre el valor del bien tienen los aspirantes a comprarlo? Con la teoría de la subasta es posible explicar cómo estos tres factores gobiernan el comportamiento estratégico de los postulantes y, por tanto, el resultado de la subasta. Para eso, los ganadores del Nobel han hecho que la teoría de las subastas sea más aplicable mediante la creación de formatos personalizados.
3 La maldición del ganador. Con respecto a la valuación, en una subasta hay dos categorías: las comunes y las conocidas como privadas. Las últimas, cuyo único valor es privado, resultan un caso extremo y son las que no cuentan con un valor objetivo para los postores, como la subasta de una cena con un famoso artista. Como lo que se está dispuesto a pagar es algo subjetivo, la propia valoración no se ve afectada por cómo otros postores valoran la cena. Las valuaciones comunes aluden a la porción del valor que es igual a todos los postores potenciales; aquí se corre el riesgo de caer en la Maldición del Ganador. Imaginemos una subasta donde todos son comerciantes de diamantes, y que la disposición a pagar solo depende del valor de reventa de los diamantes cortados que, a su vez, depende de su cantidad y calidad. Diferentes distribuidores tienen distintas opiniones sobre este valor común, dependiendo de su pericia, su experiencia y del tiempo que han tenido para examinar el diamante. Si ganaste la subasta del diamante en bruto, significa que los otros postores lo valoran menos, y es muy posible que pierdas, dado que no podrás revenderlo por encima del precio adquirido.
4 Telecomunicaciones. El gobierno de Estados Unidos debía vender frecuencias de radio a operadores de telecomunicaciones, recursos limitados y de gran valor para los consumidores, las empresas y la sociedad. La primera vez eso se hizo a través de un concurso entre empresas, que incurrieron en enormes gastos de lobby, mientras que la concesión de licencias generó pocos ingresos para el gobierno. Luego se decidió ir a un sistema aleatorio, que tampoco generó ingresos para el gobierno. Finalmente, se optó por las subastas. Y aquí nace una pregunta: ¿cómo se diseña una subasta que logre la asignación eficiente de bandas de frecuencia de radio y, al mismo tiempo, beneficie a los contribuyentes en la mayor medida posible?
5 Simultaneidad. Las subastas simultáneas de rondas múltiples (SMRA, en inglés) son el formato propuesto por los ganadores del Nobel. Se ofrecen todos los objetos (bandas de radiofrecuencia en diferentes áreas geográficas) simultáneamente. Al comenzar con precios bajos y permitir ofertas repetidas, la subasta reduce los problemas causados por la incertidumbre y la maldición del ganador. Cuando la Comisión Federal de Comunicaciones utilizó por primera vez una SMRA en 1994, vendió 10 licencias en 47 rondas de licitación por US$617 millones, bienes que el gobierno estadounidense había asignado antes prácticamente de forma gratuita. La estrategia fue emulada por muchos países.