Efecto GPS tras el dato de empleo en EE.UU.
El sorprendentemente sólido reporte sobre la evolución del empleo en Estados Unidos, que se difundió ayer, dejó a los inversores "recalculando", como un GPS cuando un conductor cambia o equivoca su ruta.
Es que el aumento en 224.000 nóminas registrado en la principal economía mundial en junio (el mayor en 5 meses) contrastó fuerte con las previsiones del mercado (esperaba 160.000 nuevos empleos), tomando en cuenta la desaceleración de los últimos meses, aunque se moderó a la vez la suba en los salarios (fue de 0,2%, a US$27,90 promedio la hora).
La sorpresa fue tal que los inversores comienzan a reevaluar si la Reserva Federal (Fed, por sus siglas en inglés) se decidirá o no a avanzar hacia una política expansiva en su próxima reunión, algo que hasta aquí tenían descontado. La reacción dejó ver que la contundencia del dato sembró dudas: aunque persiste la creencia de que recortará las tasas en 25 puntos, pareció abrirse un compás de espera a juzgar por el sesgo bajista con que cerró la semana de récords del S&P Wall Street.
La cautela luce lógica: la semana que viene cuatro funcionarios de la Fed harán presentaciones públicas y se conocerán la reseña de su última reunión del comité y el dato de inflación. ¿Por qué no desensillar?
"En términos absolutos, las acciones americanas están en niveles máximos tras haber subido más de 20% en la primera mitad del año. Sin embargo, en términos relativos, las valuaciones son justas, pero será muy difícil que el mercado repita la performance de la primera mitad del año, porque creemos que la desaceleración global no está enteramente descontada en las valuaciones de los activos", explicó ayer Consultatio.