Empresarios & Cia. El azúcar le amargó el otoño a Moreno
Ciento cincuenta y ocho contenedores llegarán hoy al puerto de Buenos Aires con 4500 toneladas de azúcar. La operación, infrecuente en un país históricamente superavitario en ese producto, estará a cargo de Ledesma. Tabacal tuvo también que importar.
Varias ovejas se han escapado en los ultimos días del corral de Guillermo Moreno, el secretario que pactó con los azucareros, siempre de palabra, el kilo a 2,70 pesos. La semana pasada, por la escasez, en algunos supermercados de la Capital Federal se obtenía a siete pesos.
A los saltos, el custodio de la inflación se comunicó en la semana con varios representantes de ingenios. Es la ventaja de tener un colaborador como Antonio, el secretario privado al que muchos hombres de negocios llaman "el Petiso". Antonio es el primero en recibir a todo invitado empresarial a la Secretaría de Comercio Interior. Su función es conseguir la implacable herramienta macroeconómica del egresado de la UADE: el celular de cada asistente. Es mi trabajo, por favor , suele disculparse e insistir, siempre amable, ante los menos dóciles. No hay muchos empresarios argentinos capaces de semejante desdén.
El paquete de azúcar desestabilizará seguramente el índice de precios al consumidor (IPC) de mayo. La semana pasada, desde el Centro Azucarero Argentino acusaron a los intermediarios. Dicen que los "cañeros" no son lo mismo que los ingenios: participan en un 40% del sector y están fuera de los acuerdos con Moreno. Lo venden, por lo tanto, bastante más caro a terceros.
Las importaciones vienen de Colombia y Brasil, en algunos casos a través de traders mexicanos. Los ingenios justifican estas compras con varias razones. La primera es que el año pasado llegó a haber 14° C bajo cero en ciertas zonas de Tucumán y eso deterioró la producción. El alza en el consumo nacional sorprendió además a varios productores con contratos de exportación ya firmados. El tercer motivo recuerda a lo que ocurre con la nafta de Pdvsa en la frontera entre Venezuela y Colombia: como los precios argentinos están un 10% por debajo de los de países limítrofes, algún pícaro lleva el azúcar de contrabando a Paraguay. Entre noviembre y abril pasados, dicen los productores, unas 60.000 toneladas, casi la mitad de lo que se consume durante un mes en la Argentina, fueron a parar a la tierra de José Luis Chilavert, Roberto Cabañas y Arnaldo André.
Lo peor que le puede pasar a Guillermo Moreno es volver a fracasar con la inflación. Un rebrote de precios será seguramente, en un contexto de repunte de la economía regional, el punto débil de la estrategia de Néstor Kirchner de aquí a 2012: incentivar el consumo para que la actividad no se enfríe y llegar, así, al mágico 40% con diez puntos de diferencia sobre el segundo en las elecciones presidenciales para no ir al balotagge.
Kirchner tuvo un disgusto hace un mes. Uno de los encuestadores que trabajan para él, de esos que reconocen en voz baja sufrir retos si muestran cifras hostiles al ex presidente, le entregó una mala nueva: su intención de voto no llega al 19%. De todos modos, como aquel Carlos Menem del segundo mandato con la re-reelección, la estrategia es mostrarse con futuro político. En sus charlas con empresarios, el economista Carlos Melconian suele compendiar las caídas legislativas de los últimos presidentes argentinos en una breve recorrida: "Alfonsín se deprimió, Menem bajó la persiana, De la Rúa se fue, Néstor da pelea".
Apuesta en silencio
Algo ha conseguido Kirchner. Operadores de intendentes del conurbano bonaerense admitieron a este diario una incógnita para las elecciones municipales de 2012: para qué candidato nacional empezar a jugar. "Ese arrastre explica más de la mitad de los votos", explicó uno. Si no es Kirchner, la apuesta debe ser secreta.
Y algunos dirigentes de la Unión Industrial Argentina (UIA) siguen sin salir de su asombro tras el éxito que le atribuyen al Consejo Argentino de Productores, creado la semana pasada por Moreno. Aceptaron la Cámara de la Industria Aceitera, la Unión General de Tamberos, la Federación Argentina de la Industria Molinera, la Cámara de Operadores Mayoristas Frutihortícolas y la Asociación Supermercadistas Unidos, entre otros.
"Nadie quiere ser el elegido para los golpes", razonaron en la UIA, en donde más de uno vincula las recientes protestas de trabajadores de Arcor y los pedidos de 50% de alza salarial con la reciente reunión entre la cúpula de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), que integra Luis Pagani, con el presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti.
La presión por borrar una por una a las empresas de la entidad que el Gobierno identifica sólo con Héctor Magnetto continuó la semana pasada. Alguien de una corporación que obedeció el pedido en cuestión de horas dice que no hizo falta que el telefonista oficial levantara la voz. "Hay cosas que no estamos en condiciones de discutir", se resignó.
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