El Banco Central vuelve a perder reservas y corre riesgo una meta clave

El Banco Central (BCRA) se vio forzado hoy a aportar unos US$50 millones de sus exiguas reservas al mercado para poder satisfacer una demanda de divisas autorizada y nuevamente reforzada por la demanda oficial para atender el pago de importaciones de energía.

La venta, tercera en lo que va del mes y que significó algo así como el 20% de los US$256,2 millones operados en la jornada en el segmento de contado, vuelve a mostrar las dificultades que la entidad enfrenta para cumplir la meta de acumulación de reservas propias pactada con el FMI para el trimestre en curso, estipulada en US$6400 millones para fin de junio.

Ocurre que, con el criterio que sigue ese organismo, se encuentra entre US$2300 y US$2400 millones por debajo de ese objetivo, cuando apenas quedan 23 ruedas para llegar a la mitad del año, lo que muestra que debería alzarse con unos US$100 millones promedio por jornada para lograrlo.

En lo que va del mes, el BCRA exhibe un acumulado de compras que ronda los US$870 millones, cifra que si bien se revela como la mayor adquisición desde mayo del año pasado, no solo está 57% por debajo de los US$1984 millones que llevaba recomprados a esta misma altura del mes entonces, sino que deja a la vista que lleva un promedio de compras por rueda de apenas US$51 millones a tres jornadas para el cierre del período.

Ese dato, y el impacto que las importaciones de energía muestran en su capacidad de intervención compradora, es lo que lleva al mercado a imaginar escenarios posibles para cumplir la meta, ya que de ellas dependen los desembolsos que el FMI comprometió para que el país refinancie su deuda con él, todos los cuales incluyen la posibilidad de alguna ampliación del cepo.

“Sigue sin aparecer un volumen suficiente para abastecer importación y acumulación de reservas”, observó en línea con la opinión promedio del mercado el analista Andrés Reschini, de F2 Soluciones Financieras.

Que el BCRA tenga que vender reservas en medio de la temporada alta de divisas del agro es algo que no deja de sorprender y llamar la atención, tomando en cuenta que el país logró reducir notablemente en los últimos meses los costos de importación de gas (que estaban en US$35 y cayeron a US$23 por millón de BTU, aunque siguen muy altos en la comparación interanual), mientras la soja se mantuvo relativamente estable y por encima de los US$600 por tonelada.

Más aún cuando los datos de balanza comercial de abril mostraron que el país cobró 23,2% más por lo vendido, porcentaje 5,3 puntos mayor a lo que le aumentaron en promedio sus importaciones (17,9%).

Todo sucedió en una jornada en la que el ente monetario dejó que el dólar mayorista cierre a $ 119,21/119,41 por unidad para compra y venta, respectivamente, $0,30 arriba del nivel de clausura del martes y $0,93 más caro que el viernes. De esta manera, el peso se encamina a cerrar el mes con una devaluación del orden del 4%, que sería la mayor en 20 meses, pero quedaría nuevamente por debajo del nivel indexatorio que muestra la economía local.