El bolsillo del viajero: los pecados capitales a la hora de planificar las vacaciones
Tipo de cambio en alza, salarios que no ajustan todo lo necesario y un escenario económico de mediano plazo que se ve más inestable, no son datos alentadores para los que piensan en viajar o planificar vacaciones. Sin embargo, como siempre que el bolsillo está en juego, hay algunos trucos que pueden ayudar a optimizar los recursos financieros para llegar a concretar el plan.
Lo primero que destacan los especialistas consultados es que, salvo excepciones, tiempo es igual a dinero. Así, sea que se piensa en cabotaje o en destinos internacionales, tener un plan de acción de antemano es mucho más "rendidor" que no tenerlo. "En cualquier lugar del mundo, para conseguir las mejores tarifas es recomendable comprar con la mayor anticipación posible al viaje o en las fechas puntuales de ofertas como Hot Sale y Cybermonday", arranca Francisco Vigo, CCO de Bibam Group y fundador de Avantrip. Subraya "en la Argentina más aún, porque vivimos un contexto de depreciación del peso constante por lo tanto es más ventajoso aún comprar con anticipación para ahorrar ya que las tarifas en dólares son estables, pero en pesos aumentan con la devaluación".
Julián Gurfinkiel, cofundador de Turismocity, coincide con la recomendación. "Hicimos recientemente un análisis con respecto a la época del año que conviene más comprar y el resultado dio que no hay una semana específica en la que los precios sean más económicos sino que cuanto más anticipada es la compra con respecto a la fecha del viaje, más barato va a ser".
Gurfinkiel pone sobre la mesa otro tema clave: la necesidad de flexibilizarse y estar suscripto a alertas online para obtener mejores precios. "En lo que son pasajes de avión al exterior, la búsqueda desde aeropuertos cercanos, y no tan cercanos, nos puede permitir ahorrar un montón. En momento de alta demanda como vacaciones de invierno el ahorro en vuelos a Estados Unidos o Europa puede llegar a ser de un 50% saliendo desde Asunción, Montevideo o Foz de Iguaçu". En promedio de ahorro, incluyendo el traslado hasta el aeropuerto desde donde se tomará el vuelo, ronda el por ciento.
Si no se puede escapar de las fechas de temporada alta (como vacaciones de invierno o fines de semana largos), vale la pena investigar la diferencia de precio viajando uno o dos días antes o volviendo algún día después. Si la logística familiar lo permite, ahí también hay chances de ahorro.
Otras claves para acceder a más servicios turísticos son las cuotas sin interés, que cada vez son un bien más escaso en la Argentina 2018; la acumulación de millas en los programas de fidelidad de las aerolíneas (que pueden canjearse por pasajes o por otros servicios) y las alianzas entre bancos y líneas aéreas que convierten los consumos mensuales en chances para llegar a pagar al menos una parte de las vacaciones.
"Es sorprendente ver la cantidad de pasajeros que no tienen en cuenta los programas de fidelización de aerolíneas o bancos al momento de viajar. Esto es un error porque hay programas de loyalty bancario que permiten viajar gratis aun con consumos moderados en tarjeta de crédito", recomienda el fundador de Avantrip que opera con QuieroViajes del Banco de Galicia.
Vigo agrega otro tip para orientar al viajero desprevenido: "Aprovechar y comprar cuando las agencias ofrecen cuotas sin interés. En un contexto económico inflacionario, son una buena manera de ahorrar". Las cuotas sin interés ya no brotan en las ofertas de los diarios como antes, pero todavía se encuentran oportunidades de bancos y/u operadores que siempre son por tiempo limitado. No desaprovechar esta opción es vital para el bolsillo.
Otro ítem que suele generar confusión en los usuarios es cuándo conviene usar las millas acumuladas, cuando comprar millas para completar lo que falta para acceder al canje y cuándo comprar el pasaje.
La primera advertencia es que comprar millas en los programas de fidelización de las aerolíneas es caro (muy), y solo válido para cuando hay que completar una pequeña diferencia para llegar al ticket. Incluso, cuando las aerolíneas ofrecen venta de millas con descuento, si uno se toma el trabajo de hacer la cuenta verá que el precio final es superior con millas que en efectivo.
Lo segundo a tener en cuenta es que los pasajes canjeados, no suman nuevas millas, aunque parte de esas millas se hayan pagado en efectivo constante y sonante, y que siempre hay que pagar los impuestos. Hay que evaluar, entonces, si no conviene más pagar el ticket en cuestión y seguir sumando. O usar esas millas para otro servicio relacionado al viaje como alquiler de autos o noches de hotel, que según el tipo de programa, es posible de hacer.
Sí, en cambio, son muy útiles para pasajes de avión que puedan canjearse 100%, y, obviamente, le sacan un peso importante al costo final de las vacaciones. Cuanto más cerca el destino, evidentemente, más fácil alcanzar el objetivo. "Las millas acumuladas resultan muy útiles cuando encontramos vuelos baratos desde San Pablo, Asunción, Montevideo o Foz de Iguaçu para ir hacia un destino más lejano. Canjear para llegar a esas ciudades es conveniente", recomienda el ejecutivo de Turismocity, la plataforma online que permite comparar mediante un motor de búsqueda los precios que ofrecen para un mismo viaje los diferentes operadores y agencias de viajes.
La suba en el precio del dólar, de más de un 25% en lo que va del año, obviamente no es inocua para la ecuación de los viajeros y va a generar un cambio en la demanda. De hecho, explica Gurfinkiel, en el último Hot Sale las búsquedas a destinos nacionales aumentaron un 400% con respecto al del año pasado.
Sin embargo, no todo es lineal y lo importante es estar muy informado, atento a las alertas y a las ofertas que pueden presentar una oportunidad aún con el dólar en escalada.
"Para entender el impacto del movimiento del tipo de cambio en el turismo es muy importante analizar la dinámica entre la devaluación, que encarece los destinos del exterior, dolarizados, la inflación que encarece los destinos locales, y la tasa de interés que impacta sobre la cantidad de cuotas que los bancos ofrecen para turismo", advierte Vigo y asegura que "en este momento conviven las tres variables y esto genera cambios constantes en la demanda".
Por último, decidirse por un paquete turístico ya armado, cerrado, o armar el propio itinerario, tiene resultados diversos, y una vez más el consumidor/viajero debe dedicarle un tiempo a hacer las comparaciones del caso. Algunas veces el paquete es comercializado a un precio promocional por la agencia de viajes que gana en la venta de más ítems agrupados, pero no siempre es así. Bien planificado, se puede lograr un precio menor comprando todo por separado e incluso acceder a servicios de mejor categoría (como hoteles, por ejemplo) que se encuentran con descuentos en alguno de los motores de búsqueda online.