El cambio de gobierno no alteró el mercado
Los mercados financiero, cambiario y bursátil, a cuyo dictamen o humor quedan sometidas casi a diario las medidas de gobierno, recibieron al flamante gobierno nacional con una mezcla de tranquilidad y moderado optimismo, a juzgar por los comportamientos que exhibieron variables tales como el dólar, las acciones y las tasas de interés.
El dólar se operó con un leve repliegue, lo que hizo bajar el tipo vendedor de $ 2,92 del viernes pasado a $ 2,90, valor en el que finalizó ayer, aunque en muchos bancos y casas de cambio se terminó ofreciendo a $ 2,89.
Las acciones líderes que cotizan en la Bolsa porteña promediaron una suba del 1,42 por ciento, pese a un escaso monto de negocios, al término de una rueda que las mostró en suba desde el comienzo de las operaciones.
Los rendimientos que se pagan a los ahorristas por sus depósitos siguieron en baja, en línea con el movimiento que registran desde hace varias semanas.
En rigor, el cuadro que surge de observar ayer el comportamiento de estas tres variables muestra que se mantiene inalterable la tendencia que se había registrado en los mercados en las últimas semanas, una conclusión considerada razonable habida cuenta de que las condiciones objetivas en que se desarrollan los negocios no variaron un ápice, es decir:
- La presión a la baja en el dólar se explica por la oferta excedente de divisas que parece asegurada para los próximos meses, frente a una demanda adormecida. Vale recordar que se estima que las liquidaciones de los exportadores rondarán los US$ 1800 millones en junio, lo que sería el nivel más alto del año. Y que en lo que va del mes el Banco Central (BCRA) lleva comprados US$ 783,9 millones, lo que no le alcanzó para que la cotización se mantenga en torno de los $ 3, el valor preferido del ministro Lavagna y el presidente Kirchner.
- La recuperación de algunas acciones tiene relación con las expectativas puestas en torno de los planes de inversión que pondría en marcha el nuevo gobierno.
- Y la baja de tasas, que ayer cayeron a menos del 11 por ciento por plazos fijos a 30 días, se vincula con la necesidad que tienen los bancos de reducir sus costos de captación de fondos, la preferencia que mantienen los depositantes por estos rendimientos ante un tipo de cambio que, a juzgar por su comportamiento, imaginan estable o en baja y la tarea de ajuste de precios que, por vía de las Lebac, realiza el BCRA en procura de dar con un nuevo equilibrio de negocios que asegure la viabilidad de muchas entidades financieras.
Pero, a su vez, si la tendencia de los mercados se confirmó también fue porque en su primer discurso como presidente Néstor Kirchner afirmó que "mantendrá plenamente la racionalidad económica a través del equilibrio fiscal dejando de lado el facilismo del endeudamiento y centrando el financiamiento en el incremento de la recaudación", según se encargó de recordar ayer el analista Rafael Ber, de la consultora Argentine Research.
"La plaza cambiaria estuvo tranquila. Ahora se produce una impasse hasta tanto el nuevo gobierno dé a conocer sus lineamientos, pero todo indica que no habrá demasiadas variantes", dijo a LA NACION un operador.
El dólar había comenzado la jornada sin cambios y después del mediodía inició un ligero recorrido descendente que lo ubicó finalmente un escalón por debajo del cierre del viernes. El BCRA se retiró ayer del mercado sin arrimar ni desprenderse de un solo dólar de sus reservas. Pero como viene ocurriendo desde el jueves, una parte de las ventas de los exportadores encontró demanda en el sector mayorista, mientras que otra parte la absorbió un banco oficial que reemplaza en ese papel a la entidad que preside Alfonso Prat-Gay.
La suba de la Bolsa se adjudicó a la marcada caída en las tasas de interés y la estabilidad del dólar, "un escenario que convierte a las acciones en la mejor alternativa de inversión para aprovechar un escenario de mejora económica a partir de una reconstitución institucional y política", expresó Guido Tavelli, vicepresidente de la casa bursátil Tavelli.
Los operadores destacaron que "los escasos negocios registrados no alcanzan para dar un parámetro real de cómo los inversores tomaron la llegada del nuevo gobierno", según comentó Juan Ignacio Di Santo, de Bull Market Brokers. Este contexto de retracción inversora se relacionó con los feriados de ayer en los Estados Unidos y Gran Bretaña.