El crédito brasileño se concentrará en el comercio bilateral
El Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (Bndes), de Brasil, creará un "grupo de trabajo para estudiar la constitución de un fondo que financie las operaciones comerciales entre la Argentina y Brasil", con una meta de US$ 1000 millones. Así lo afirmó ayer el departamento de prensa del Bndes, después de un encuentro en Río de Janeiro entre el titular de ese banco, Carlos Lessa, y el vicecanciller argentino, Martín Redrado.
El anuncio del Bndes relativiza las declaraciones que realizó anteayer Redrado, tras reunirse con el presidente Luiz Inacio Lula Da Silva, respecto de que esa entidad estatal financiaría exportaciones argentinas a todo el mundo. Si se llega a constituir el fondo, sus recursos se destinarán al crédito para ventas de la Argentina a Brasil y viceversa.
Los US$ 1000 millones no provendrán del Fondo de Amparo al Trabajador, principal fuente del Bndes para asistir a empresas brasileñas, sino de las captaciones externas y la devolución de préstamos. Redrado y Lessa acordaron ayer que una delegación del banco viajará el 15 del actual a Buenos Aires para seguir analizando la constitución del fondo.
Redrado rectificó ayer que el grueso del fondo se destinará a préstamos para el comercio bilateral y también para obras de infraestructura regional. El vicecanciller mencionó dos proyectos factibles ser financiados: la represa de Garabí (en la frontera con Brasil) y el tren a Chile. El funcionario admitió que "en menor medida" habrá crédito para exportaciones locales a terceros mercados, que se gestionará mediante bancos brasileños presentes en la Argentina.
El proyecto argentino de establecer una coordinación de políticas cambiarias con Brasil generó ayer repercusiones.
Patacón del Mercosur
Para el economista Pedro Dudiuk, autor de tres propuestas de moneda única en el Mercosur para el comercio exterior en los 80, el impulso a la integración monetaria con Brasil es importante para la Argentina: "Bajará nuestro riesgo, generará un reflujo de inversiones internacionales y nos obligará a tener políticas industriales más activas, además de lanzar una señal importantísima al mundo: la continuidad de una política económica de Estado".
Edgard von Hartenstein, titular de la consultora SJ & Asociados, coincidió en que los últimos anuncios deben leerse más allá de las elecciones: "Con un gobierno en plenas funciones, la integración sería más rápida". El consultor opinó que "la moneda única podría ser una realidad en la región en cuatro o cinco años más, y las bandas de flotación pueden definirse en muy poco tiempo".
En cambio, exportadores e importadores argentinos rechazaron la creación de un bono para el comercio bilateral y el turismo, previo a la moneda única, al estilo "patacón del Mercosur", como lo llamó Redrado.
Ambos sectores alertaron que tal iniciativa "generaría una dependencia comercial" para los productores argentinos.