El Gobierno sobrecumplió la meta fiscal: el déficit fue del 2,4% en 2018, y los intereses de la deuda treparon al 2,8%
:quality(80)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/lanacionar/4ZWVORXCMVHJBPEOHUPS536GNE.jpg)
El primer objetivo establecido con el FMI está sobrecumplido: el Gobierno logró reducir el gasto el año pasado y el déficit fiscal primario finalizó en 2,4% del PBI ($338.987 millones), cuando la meta era de 2,7%. Con la suma del dinero que se destina al programa de inversiones prioritarias (PIP) -el fondo creado en 2010 para financiar obras de infraestructura y que el FMI computó como gasto-, el déficit fiscal total fue de 2,66% del producto.
Para este año, el Gobierno tiene el ambicioso desafío de llegar al equilibrio fiscal y, por lo tanto, necesita recortar el gasto un 1,26% del PBI, lo que equivale aproximadamente a $232.029 millones. Los principales recortes se darán en bajar los subsidios económicos, lo que explica los fuertes aumentos en las tarifas de luz, gas y transporte de fines de diciembre.
La diferencia para el déficit cero llegará por un alza de ingresos. Las retenciones restablecidas a todos los bienes y servicios aportarán al fisco 1,1% del PBI, lo que serían $220.000 millones.
Del total de gastos que tiene el Estado nacional, un 58% está indexado por inflación. Por lo tanto, no solo el Gobierno no lo puede reducir, sino que en el primer semestre crecerá un 47,6%, que fue la variación de precios en 2018. Este gasto está compuesto por jubilaciones, pensiones y asignaciones sociales, y representa aproximadamente 12,5% del PBI, que equivale a $2,3 billones. Para el Ministerio de Hacienda, con el aumento de la inflación, el gasto en prestaciones sociales subirá 0,3% del producto.
Esto le exige al Gobierno trabajar en el 42% restante del gasto, que está compuesto por las inversiones en infraestructura, subsidios económicos, salarios, transferencias a las provincias y otros flujos corrientes.
De esta lista, Hacienda ya redujo casi en su totalidad el gasto en capital. Según las proyecciones oficiales, el recorte en obras públicas equivalió a 0,7% del PBI. Si bien en un principio se estimaba que la inversión en infraestructura sería reemplazada con programas de participación público-privada (PPP), que se paga a través de la emisión de cupones de deuda, el aumento del riesgo país a fines de 2018 hizo suspender la licitación de nuevos proyectos y ralentizó los vigentes.
:quality(80)/d3us6z9haan6vf.cloudfront.net/05-16-2019/t_2eb088afb92842da84879fc2dd51119e_name_G2uRozrd.jpg)
El mayor ajuste para este año, por lo tanto, estará concentrado en los subsidios que se destinan a los servicios de gas, luz y transporte, donde el Gobierno espera bajar 0,5% del producto.
"Cuando comenzó su gestión la administración Cambiemos, el gasto en subsidios a la energía representaba el 2,6% del PBI, y ahora es el 1,1%. Los subsidios al transporte, en tanto, eran el 1,1% y ahora están en el 0,6% del producto", explica Gabriel Caamaño, de la consultora Ledesma.
"Los primeros aumentos en las tarifas que anunciaron a fines del año pasado tienen que ver con recuperar el terreno perdido en cuanto a la baja de subsidios, que aumentaron a partir de julio con la devaluación", agrega el economista, que no descarta que en el segundo semestre haya una tanda más de aumentos en el transporte y la electricidad.
La semana que viene, además, la Secretaría de Energía anunciará un ajuste adicional en los subsidios destinados a la producción de gas en Vaca Muerta, que le permitirá reducir el gasto en dólares.
Las exportaciones, por otro lado, serán las que aporten gran parte de los ingresos y ayuden a alcanzar el equilibrio fiscal. Con la decisión de establecer retenciones de $4 por dólar a los productos primarios y de $3 por dólar al resto de los bienes y servicios que se exporten, el Gobierno proyecta aumentar la recaudación en 1,1% del PBI. En total, la cantidad de ingresos que llegarán por los derechos de exportación representarán el 2,3% del PBI, lo que equivale a $432.812 millones.
:quality(80)/d3us6z9haan6vf.cloudfront.net/05-16-2019/t_9a0d3f81ba8242cbb2eaed3fc11de43c_name_gW4KR1P8.jpg)
Meta sobrecumplida
El año pasado, el Gobierno logró sobrecumplir con su meta de déficit fiscal del 2,7% del PBI, gracias a la brecha entre el aumento interanual de los ingresos, del 30,2%, y la suba en los gastos, del 22,4%.
"Cuando la inflación es más alta, es verdad que los ingresos nominalmente aumentan, pero eso solo funciona como mecanismo para mejorar los recursos si uno es muy disciplinado en el tema de los gastos", dijo hoy el ministro Nicolás Dujovne, cuando se le preguntó sobre la influencia de la devaluación en el incremento de los ingresos.
Para este año, en el ministerio proyectan que los ingresos crecerán 42% -por arriba de la inflación, gracias a los derechos de exportación-, mientras que los gastos subirán 25%. "Los ingresos por la recaudación de impuestos crecieron en 2018 un 28,6%, pero también tuvieron un aumento muy significativo los no tributarios, que son básicamente rentas de la propiedad y fondos de la Anses. En parte se vieron beneficiados con las tasas altas de interés. En total aumentaron un 0,6% del PBI en relación a 2017", señala Nadin Argañaraz, del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf).
De los ingresos tributarios, las contribuciones a la seguridad social y el IVA son los que más dinero le generaron al fisco, a pesar de la caída en la actividad económica, ya que se recaudaron $901.922 millones y $495.578 millones, respectivamente.
Con respecto a la caída del gasto en 2018, los mayores ajustes estuvieron en las transferencias a las provincias, con una baja interanual del 4,1%, y en los gastos de capital, que crecieron solo un 1% en relación a 2017. En el último caso, las inversiones que más cayeron fueron en viviendas (-29,5%) y en agua y alcantarillado (-5,9%), mientras que el gasto en transporte solo creció 9,2%. Por otro lado, los gastos en educación aumentaron un 50,2%.
A pesar de la devaluación, el Gobierno logró que el dinero destinado a los subsidios económicos aumentaran solo 24,6% y representaran $281.237 millones. En cuanto a lo que se refiere a pago de salarios, los gastos aumentaron un 20,3%, muy por debajo de la inflación anual, de 47,6%. Asimismo, las transferencias a las universidades subieron un 28,3%, a $108.740 millones.
Aumento de la deuda
Si bien el año pasado se logró bajar el déficit fiscal, los intereses por la deuda aumentaron un 72,9% interanual y representaron el 2,8% del PBI. Por lo tanto, el déficit financiero (la suma del primario más los intereses de deuda) sumó $727.927 millones, un 5,2% del producto.
Para este año, según proyectó Dujovne, "la Argentina tendrá un resultado primario equilibrado y la cuenta de intereses prevista se situará en 3% del PBI, con lo cual nuestro déficit financiero debería ser 3%", debido a que el resultado primario sería equilibrado.
El Gobierno logró también reducir un 14,2% la deuda flotante, conocida en el sector corporativo como la deuda comercial. "Ya haber bajado la deuda flotante le permite al Estado empezar el año con un ahorro de aproximadamente $13.000 millones. La deuda flotante es gasto que se tenía que pagar en algún momento de 2019 y se adelantó al año pasado", explica Caamaño.
Según el último relevamiento de expectativas que difunde el Banco Central, los economistas esperan este año una contracción del 1,2% del PBI y un déficit fiscal primario de $40.000 millones, lo que representa cerca de 0,3% del PBI, y se asemeja al equilibrio fiscal.
Más leídas de Economía
Menos de la mitad de la inflación. El Banco Nación anunció una línea de créditos con tasas del 40%
Lo auditará la UBA. Massa defendió el canje forzoso de la deuda en dólares: “Es beneficioso para la Anses”
“Bailando en el Titanic”. El golpe inesperado que recibió el Gobierno y alteró todos los planes económicos en el año electoral
En Buenos Aires. Cómo es el primer súper que te permite comprar por la web como si estuvieses en el local