El desafío Ironman: la carrera de los CEO
Lejos de las canchas de golf, hoy los altos ejecutivos de las empresas cierran sus negocios minutos antes de encarar uno de los triatlones más exigentes, tanto en lo físico como en lo económico
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Años atrás, los altos ejecutivos de una empresa medían su éxito por el monto de los bonos, qué auto les daba la compañía o para qué club les otorgaban una membresía. Los negocios se cerraban entre hoyo y hoyo. Hoy, atrás quedó el campo de golf: los acuerdos se establecen en la línea de largada de los Ironman.
¿De qué se trata? Son triatlones de alto rendimiento, en los que se recorren 3,86 km de natación, 180 km de ciclismo y se termina con una maratón completa. El próximo 2 de diciembre se correrá la segunda edición full en el país y será en Mar del Plata (para 2019 ya está prevista la versión 70.3 en Bariloche, que es la mitad de la distancia). Hasta el momento hay anotados más de 1000 participantes, y el 50% de ellos son argentinos.
Cada uno de ellos pagó US$800 para poner a prueba su cuerpo y su mente, a lo que hay que sumar el presupuesto de viajar (en este caso es cerca, pero otros han viajado a Malasia, Florianópolis, Panamá y Hawái, la prueba más codiciada, entre otros destinos), de equiparse y los accesorios.
Uno de los que estarán frente al mar en unos días es Juan Craveri, presidente de los laboratorios que llevan su apellido. Además de estar a cargo de su compañía, este empresario ya completó 61 Ironman, dos Epic5 (es un desafío que implica correr cinco Ironman durante cinco días seguidos en cinco islas de Hawái) y 14 Ultraman (son tres días de carrera). "La primera vez que corrí el Ironman terminé duro, me dolía hasta el roce de las sábanas, no podía bajar las escaleras de frente. Pero me dije que esto no me iba a ganar, y los beneficios son importantes. Hay que aprender a planificar, a regular la asignación de recursos, hacer revisiones trimestrales. Todo esto se aplica en lo deportivo y en la vida laboral", argumenta.
Por su parte, Damián Martínez Lahitou, fundador y director ejecutivo de Feedback PR, llevaba 10 años de inactividad y muchos cigarrillos a diario cuando empezó a entrenar. Desde entonces dejó de fumar, corrió el medio Ironman de Bariloche y repetirá la experiencia en Punta del Este 2019. "Hacerlo te mueve los límites del ?no puedo'. Te hace bien a la cabeza, al físico y hasta, sin darte cuenta, influye en la actitud de tus empleados, porque te ven esforzarte al máximo y también llevar adelante la empresa", sostiene este relacionista público que entrena seis días a la semana.
Aunque muchos corredores trabajan arduamente para poder pagar la inscripción de la carrera, es vox populi que se trata de una actividad para quienes manejan alto poder adquisitivo y también puestos jerárquicos en las empresas. "Básicamente, es porque el segmento de personas que participan en un Ironman cuentan con ingresos que les permiten adquirir el equipo y manejar sus propios tiempos para entrenar, al menos durante varias horas por día de la semana. Los recursos de tiempo y económicos, por lo general, suelen tenerlos aquellos que dan con el perfil de CEO de empresas, o si no, también aquellos que la pelean todos los días y hacen muchos esfuerzos, tanto desde lo económico como desde lo físico, entrenando desde las 5 de la mañana", describe Mariano Patrone, de Event Live, compañía organizadora de Ironman Argentina.
Uno de los que madrugan como parte de su rutina es Luciano Braverman, director de Educación Microsoft Latinoamérica. De lunes a lunes, a las 4.30 suena el soundtrack de Rocky y le es imposible eludir la responsabilidad de ejercitar. "El triatlón te da disciplina, entendés los procesos, planteás estrategias para llegar al objetivo. Uno de los sentimientos más lindos es cuando estás a metros de la meta y escuchás: you are an Ironman; se te caen las lágrimas".
Para Manolo Mola, presidente de Mola Constructora, no existen los fines de semana de descanso. Sábado y domingo a las 6.30 ya está corriendo o en la bici. "Me gusta competir, y encontré una forma amateur para volver a hacerlo. Tengo un reloj para medir mis tiempos, porque es esencial para terminar la carrera mantener el ritmo. Si en una etapa ponés de más, lo pagás después", cuenta este CEO, que en 2019 correrá el tetra de Chapelco, que incluye esquí, kayak, running y mountain bike.
Como un imán, cada año el Ironman atrae nuevos competidores. Este es el caso de Diego Piliavsky, creador de Didi.fit, una app que valida los aptos médicos durante un año, que ya se prepara para correr en abril su primer 70.3 en Punta del Este. "Hace solo un año que entreno triatlón, pero cuando me propongo un desafío, siempre lo supero. Me ayuda a recordar que todo es posible. Te queda grabado en la piel y se aplica en todas las cosas que hacés en el día: desde el trabajo, las relaciones personales, hasta cómo afrontar los problemas que se van dando. Lo más difícil es lograr un balance entre la vida social y el deporte, que después del trabajo es la actividad que más tiempo se lleva. Muchas veces hay que resignar cosas", resume el directivo.