"El desarrollo no es enemigo de la naturaleza"
-¿Crecer y cuidar el ambiente son incompatibles?
-El estudio de la relación entre crecimiento y medio ambiente tiene una larga tradición. Es usual escuchar el argumento de que un planeta con recursos finitos no alcanza para que la población crezca infinitamente. El origen de esta idea se remonta a los escritos de T. Malthus de fines del siglo XVIII. Sin embargo, el crecimiento económico mundial ha permitido no sólo la subsistencia, sino mejoras en la calidad de vida. Esto fue posible gracias al aumento de la productividad, que se apoyó en el uso de recursos no renovables. Los seguidores modernos de esta visión "pesimista" proponen frenar la economía mundial como solución a este aparente conflicto entre crecer y contaminar. Otros profesionales tienen una visión diferente y se alinean detrás del crecimiento verde. Los representantes de esta perspectiva "optimista" proponen una expansión de la economía desacoplada de impactos ambientales negativos. Sus defensores más acérrimos creen que la protección ambiental puede generar actividad al impulsar el desarrollo de tecnologías y el comercio de bienes y servicios verdes.
-¿El crecimiento verde es posible?
-Si se toma el caso del cambio climático, uno tendería a pensar que la balanza se inclina al pesimismo. El mundo vive cambios climáticos por la acumulación excesiva de gases de efecto invernadero en la atmósfera, efecto de las emisiones por la actividad humana. Para evitar daños catastróficos, los países acordaron limitar la suba de la temperatura promedio en este siglo a menos de 2°C respecto del período preindustrial. Pero, aunque se cumplieran las intenciones de reducción de emisiones manifestadas en la Cumbre del Clima de París, el objetivo aún no se logra. Así y todo, hay lugar para el optimismo. Entre 2000 y 2014, más de una veintena de países expandieron sus economías y bajaron sus emisiones de carbono. En parte eso tuvo que ver con la mayor participación de los servicios, pero también hubo logros por medidas para impulsar la energía eólica y solar, mejorar los estándares de vehículos y edificios, y preservar la cobertura forestal.
-¿Alcanza el crecimiento verde?
-Los economistas "crecimiento-agnósticos" consideran que el PBI no puede usarse como única medida de progreso. El premio Nobel Amartya Sen argumenta que el bienestar de un país depende no sólo del ingreso medio, sino también de la desigualdad imperante. Los hallazgos recientes de la Economía de la Felicidad reafirman que mayor ingreso medio no necesariamente significa más satisfacción. La dificultad reside en cómo computar el bienestar: deberían considerarse, además del PBI y la esperanza de vida o la educación, cuestiones como la libertad de elección y la calidad ambiental. En última instancia, los que apoyan estas ideas buscan un desarrollo ambiental y socialmente sostenible.
La autora es economista ambiental (Ucema)
Mariana Conte Grand