El FMI descarta problemas de pago de la Argentina
Defenderá la posición del país frente a analistas de Wall Street que pronostican un default
El Fondo Monetario Internacional (FMI) está dispuesto a hacer una campaña de relaciones públicas en favor de la Argentina, ante los comentarios negativos de los analistas de Wall Street que mencionan la posibilidad de una cesación de pagos en la deuda externa de este país.
El FMI mantiene su alerta por el escaso crecimiento de la economía argentina, pero cree que las opiniones fuertemente negativas de algunos bancos de inversión de Nueva York no tienen fundamento, según expresaron desde Washington a La Nación fuentes del organismo multilateral.
El director ejecutivo del Fondo, Stanley Fischer, y los miembros del staff técnico que siguen las cuentas argentinas están enojados con los pronósticos de algunos "gurúes" de Wall Street que anticipan problemas para el refinanciamiento de la deuda en 2001. En opinión del FMI, esas dificultades no existen porque la Argentina tiene un buen nivel de liquidez y solvencia como para afrontar sus compromisos externos.
Los técnicos del organismo están especialmente espantados con los analistas que sostienen que en estos momentos no hay que comprar bonos argentinos por la posibilidad de que estos problemas den a luz en el corto plazo.
Como contragolpe, el equipo del Hemisferio Occidental, que dirigen Claudio Loser yTeresa Ter-Minassian, intentará desplegar sus dotes de lobbistas en Wall Street para torcer esa oscura visión.
Los técnicos del Fondo se preocuparon por informes del analista Michael Gavin, del banco UBS Warburg, entre otros.
En diálogo con La Nación desde Nueva York, Gavin dijo que "la Argentina necesita poner más énfasis en la reactivación económica para evitar los problemas de refinanciación de la deuda".
Según Gavin, el Gobierno debe buscar un recorte de impuestos que estimule el crecimiento y ese camino sólo es posible "con la ayuda de Washington", o sea, con un paquete de financiamiento del Tesoro norteamericano. "Si no son capaces de hacerlo, tampoco podrán cumplir con el programa de refinanciamiento", sentenció el especialista. Una fuente del equipo económico descartó la hipótesis de Gavin, aunque reconoció que es lógico que los ojos del mercado internacional se posen en un país como la Argentina, que el año próximo necesita unos 18.000 millones de dólares para cumplir con sus vencimientos. Los mercados reflejaron ayer estas dudas, al castigar nuevamente los bonos argentinos.
Un analista del FMI consideró que "hay gente que en Wall Street razona con demasiada simpleza" respecto de la situación argentina, "sobre todo porque es uno de los pocos países que aún no devaluaron". Ese razonamiento de los analistas, en opinión del Fondo, es erróneo. Antes de que se registre algún problema en los pagos de la deuda, se aclaró, el organismo multilateral asistirá al país con el que firmó un acuerdo por tres años a cambio de un préstamo por 7400 millones de dólares.
Sin embargo, el analista del organismo aclaró que la Argentina debe mostrar algo más que "poder de resistencia" para que las dudas de los mercados se esfumen.
Para el jefe de asesores del Ministerio de Economía, Pablo Gerchunoff, no hay espacio para tal escenario, ya que el programa de aliento a las inversiones presentado anteayer es la mejor receta para garantizar un fuerte ingreso de capitales que avale un crecimiento sólido. En este contexto, el ministro Machinea destacó el apoyo del organismo a las medidas anunciadas en el Banco Nación. "El FMI se lo ha dicho a los inversores: está satisfecho con las medidas que tomó la Argentina", sostuvo el ministro.
Machinea dijo que este respaldo se explica porque el Gobierno bajará impuestos sin desproteger sus necesidades de financiamiento. "La Argentina financiará el 50% de sus vencimientos del 2001 en el mercado doméstico. No habrá problemas para completar el programa", dijo el funcionario de Economía a La Nación .
Gerchunoff admitió que, con la actual volatilidad, "mucha gente se pone nerviosa", pero destacó que las necesidades de financiamiento se cubrirán "cómodamente".
Al respecto, otro miembro del equipo económico dijo en forma anónima que, a pesar de la aversión que existe entre los inversores externos hacia los activos de riesgo, no se cerró el acceso a los mercados de capitales internacionales para el país.
Más nubes en los mercados
De todos modos, la actual inestabilidad que afecta los mercados permanecerá un tiempo más en el horizonte.
Varios analistas financieros esperan un incremento en las tasas de interés de los EE.UU. luego de las elecciones presidenciales del mes próximo.
Si bien un leve aumento en los intereses estaba en los cálculos de Wall Street, el conflicto de Medio Oriente y su impacto en el precio del petróleo generan temores por la posibilidad de un alza mayor. "Es posible que haya un aumento de 100 a 150 puntos básicos en unos meses", admitió un economista del Fondo. Si la Reserva Federal que conduce Alan Greenspan optara por este camino, complicaría seriamente la oscilante bolsa neoyorquina y, por lo tanto, indigestaría los mercados de acciones de los países emergentes.
Frente a esta gran variedad de riesgos, el Fondo buscará evitar que las palabras pesimistas de los analistas de Wall Street respecto de la Argentina se transformen en una profecía autocumplida.
"Si siguen insistiendo en la posibilidad de un default (cesación de pagos), entonces ese escenario se puede cumplir", confesó una fuente del organismo.
Insuficiente
- "Esperábamos algo más contundente. Las medidas son insuficientes para poner en marcha la reactivación y no contemplan la situación de las Pyme en absoluto", dijo Osvaldo Cornide, de la Coordinadora de Actividades Mercantiles Empresarias (CAME). "Las medidas anunciadas, por acción u omisión, profundizan las desigualdades generadas por el modelo", culminó.