El FMI volvió a defender la sobretasa que paga la Argentina
El director de Comunicaciones del Fondo, Gerry Rice, dijo que eran una “parte importante” del manejo de riesgo de los préstamos del organismo y que contribuyen a fortalecer el balance general
WASHINGTON.- El Fondo Monetario Internacional (FMI) volvió a defender la sobretasa de interés que paga la Argentina al organismo por el préstamo que tomó el gobierno de Mauricio Macri, una nueva señal en contra del planteo del gobierno de Alberto Fernández, que pidió eliminarla, algo que en la práctica implicaría un ahorro para el país similar al de una quita en el interés de un bono.
El director de Comunicaciones del FMI, Gerry Rice, reiteró en su habitual conferencia de prensa en Washington que el Fondo escuchará el reclamo argentino y lo planteará a los países miembros, que pueden aceptarlo, rechazarlo o ir por otra alternativa, como, por ejemplo, un recorte excepcional debido a la pandemia del coronavirus. Pero Rice dejó en claro que la sobretasa en la tasa de interés es una “parte importante” de la administración de los préstamos del organismo.
“Las sobretasas contribuyen a fortalecer el balance general del Fondo, lo que nos permite continuar brindando asistencia financiera a tasas asequibles a los miembros que lo necesitan, a menudo, y esto es importante, cuando están excluidos de mercados de capitales o afrontan tasas de interés insosteniblemente altas”, indicó Rice. “Ahí es cuando el FMI puede ayudar”, agregó.
La directora Gerente del FMI, Kristalina Georgieva, ya había defendido el mes pasado esa política durante la reunión de primavera del Fondo y el Banco Mundial. Tras el encuentro con Alberto Fernández en Roma, Georgieva solo dijo que “tomó nota” del reclamo argentino por la sobretasa, que surgió del kirchnerismo.
Rice reiteró que las discusiones entre el FMI y el Gobierno continúan “de manera constructiva”, pero al ser consultado acerca de si el acuerdo podría ocurrir en el corto plazo, tal como dijo el presidente Alberto Fernández, simplemente respondió que no había “fechas específicas” respecto de los tiempos. En Estados Unidos y en Buenos Aires esperan un acuerdo recién para después de las elecciones legislativas.
En Estados Unidos siguen con detenimiento las señales políticas que envía el Gobierno, ya que el principal escollo que se ve para cerrar un nuevo programa es la grieta interna en el Frente de Todos sobre el rumbo económico. Además, un mensaje en el que ha hecho hincapié el Fondo es que el nuevo programa debe tener un amplio consenso político, algo que el acuerdo firmado por el gobierno de Mauricio Macri no tuvo. Para el FMI, el interlocutor es el ministro de Economía, Martín Guzmán, que ahora aparece debilitado frente al kirchnerismo duro.
Rice evitó entrar en las intrigas de palacio argentinas. “No tengo nada que decir sobre los acontecimientos políticos en Argentina, no hacemos realmente comentarios políticos al respecto. Si sé que el ministro fue parte de las conversaciones la semana pasada y sigue siendo nuestro interlocutor”, dijo Rice.
Fernández se reunió con Georgieva en Roma al cierre de su gira por Europa, el primer encuentro cara a cara que tuvieron ambos en las negociaciones para refinanciar la devolución de los 44.000 millones de dólares que tomó el gobierno de Mauricio Macri del organismo multilateral.
La gira de Fernández dejó varias muestras de buena voluntad de líderes europeos, pero ningún anuncio concreto, y estiró las dudas que acompañan las negociaciones del Gobierno por la deuda con el Club de París y el Fondo. A pesar de la falta de anuncios, el Presidente dijo antes de regresar a la Argentina que se iba de Europa “muy contento” porque había cumplido con todos sus objetivos.
Detrás de ese balance, las incógnitas son las mismas de antes: cuándo y qué acordará el Gobierno con el Fondo y hasta qué punto las internas del Frente de Todos sobre el rumbo económico empantanan los avances y las discusiones con los países del G-7, los principales acreedores del Club de París y principales accionistas del FMI.
El camino de la deuda lleva ineludiblemente a la negociación con el Fondo, que en última instancia es una discusión sobre el plan económico del Gobierno, aún indefinido.
A tono con los mensajes oficiales de la negociación con el FMI, Alberto Fernández y Kristalina Georgieva dijeron que su encuentro cara a cara en Roma fue “productivo” y “constructivo“. Rice insistió ayer en que las conversaciones eran “constructivas”.
El comunicado que difundió Georgieva luego de la reunión con Fernández brindó más indicios, pero también quedó corto en novedades. Allí Georgieva se compromete a trabajar en busca de un nuevo programa, y enumera tres objetivos: fortalecer la estabilidad de la economía –el primero, y una referencia que abarca a la inflación–, proteger a los más vulnerables y sentar las bases para un crecimiento “más sostenible e inclusivo”.