El FMI ató la baja de la inflación al desenlace de las paritarias
WASHINGTON.- El Fondo Monetario Internacional (FMI) ató el eventual cumplimiento de la meta oficial del 15% al desenlace de las paritarias, y señaló que una “moderación salarial” ayudaría a morigerar la suba de los precios.
Alejandro Werner, el director del Departamento del Hemisferio Occidental, presentó ayer las últimas proyecciones del organismo para la Argentina y el resto de la región, que ofrecen una mirada optimista para América latina, matizada, no obstante, por la incertidumbre política que ofrecen las elecciones presidenciales en las dos economías más grandes, Brasil y México.
Ante el “recalibramiento” de las metas de inflación y la política monetaria a fines del año anterior, Werner opinó que los nuevos objetivos “son más congruentes” con la visión del Fondo, y si bien recordó el peso que tienen la política fiscal y monetaria sobre los precios, puso el acento, en reiteradas ocasiones, en las paritarias. El Fondo prevé una inflación anual del 16% para este año.
“En el corto plazo, creo que un dato clave van a ser las negociaciones salariales para determinar la viabilidad del objetivo de inflación”, señaló Werner.
El funcionario del Fondo le restó dramatismo al ajuste de las metas digitado por la Casa Rosada y el Palacio de Hacienda, al afirmar que el proceso de “afinar” el esquema de metas de inflación sigue la línea que han tenido otros países, y que “la calibración del esquema” lleva a algunas revisiones en el tiempo.
“Lo importante va a ser que la postura monetaria sea congruente con las nuevas metas, y se alcance esas metas”, advirtió Werner. “Para eso, yo diría que un hito muy importante van a ser las negociaciones salariales de los próximos meses para fijar la pauta en el establecimiento de la fijación de los precios de la economía para el resto del año”, agregó.
Antes de la conferencia, en una nota con las nuevas proyecciones difundida por el Fondo, Werner había escrito que “la inflación seguiría retrocediendo, suponiendo que haya una moderación salarial”, y que el ajuste del déficit debería “contribuir” a paliar el deterioro de la cuenta corriente.
Werner consideró que la tasa de interés real "sigue siendo alta y contribuye al proceso de desinflación" , aun tras los recortes decidió el Banco Central, , que, según indicó, deberá seguir actuando “con la prudencia que ha demostrado, manteniendo una postura firme para que se alcance la convergencia a tasas de inflación del 15 por ciento este año”.
El Fondo mantuvo su proyección de crecimiento para la economía argentina en el 2,5 por ciento este año, unas décimas por debajo de la expansión registrada el año anterior, e inferior a los pronósticos oficiales y la expectativa del mercado. Werner se mostró optimista con el crecimiento del resto del mundo: “Todos los motores muestran crecimiento”, dijo
El Fondo estimó que en 2017 la economía argentina creció un 2,8%, por encima de su última proyección, de octubre de 2017, que preveía una expansión del 2,4 por ciento. “El consumo se benefició del avance de los salarios reales, la inversión también se aceleró, incluso en el sector privado”, señaló Werner, en su informe. El último relevamiento de expectativas de mercado (REM) del Banco Central auguró un crecimiento del 3,2% para 2018.
En Estados Unidos, los recortes de impuestos impulsados por el presidente Donald Trump “probablemente estimulen la inversión y el consumo privados” en el corto plazo, estimó el organismo internacional, impulsando el crecimiento a 2,7 por ciento en 2018 y 2,5 por ciento en 2019, frente al 2,3 por ciento estimado en 2017 para ambos años.
“Las tendencias recientes de la economía mundial y de los mercados financieros son buenas noticias para América Latina. El crecimiento mundial y el comercio internacional están cobrando ímpetu y, según nuestras previsiones, ese auge continuará en 2018. El aumento de los precios de las materias primas también ha colaborado con el repunte de la región”, escribió Werner.
América latina crecerá un 1,9 por ciento en 2018 y 2,6 por ciento el año próximo, según las últimas estimaciones de la entidad.
En Brasil, tras la grave recesión de 2015 y 2016, “la recuperación económica se está afianzando gracias al consumo privado y a la inversión”, apuntó el organismo.
“Sin embargo, el incierto desenlace de las elecciones generales de 2018 podría obstaculizar el crecimiento económico. Para asegurar la sostenibilidad fiscal, las autoridades tienen prevista una prolongada consolidación fiscal, que incluye una ambiciosa reforma de la seguridad social”, apuntó Werner.