Deliberaciones del Consejo Mundial de Energía. El Gobierno apura la importación de naftas
En marcha: está a la firma de Carlos Menem el decreto para que comiencen las operaciones de compra de combustibles extranjeros.
HOUSTON.- El presidente Carlos Menem podría firmar la próxima semana el decreto para facilitar la importación de combustibles. El documento ya tiene la firma del secretario de Energía, Alfredo Mirkin, y recibió el visto bueno de los funcionarios del Ministerio de Economía.
"No hay que esperar resultados inmediatos -dijo Mirkin a La Nacion, en el pabellón argentino del Congreso Mundial de Energía-. Este va a ser un proceso de largo plazo, pero lo importante es abrir el juego."
Con este proyecto, el Gobierno busca aumentar la competencia en un mercado que dominan cuatro compañías: YPF, Shell, Esso y EG3. Más del 90% de las estaciones de servicio que operan en el país tienen la bandera de alguna de estas empresas.
Legisladores de la Alianza y del propio oficialismo, y las cámaras que reúnen a los propietarios de estaciones de servicio han denunciado maniobras oligopólicas en el mercado, que impiden que los precios del combustible en la Argentina se ajusten a la caída del crudo y superen en más de un 50% a los de los Estados Unidos.
Del lado de las empresas, aseguran que los mayores costos tienen que ver con la alta carga impositiva de la nafta, que alcanza al 60% del precio final.
El eje de la iniciativa oficial es la creación de un mercado mayorista de combustibles, al que puedan acudir empresas, cooperativas y particulares con una mediana capacidad de compra, como los dueños de las estaciones "blancas" (sin bandera).
Algunas cámaras, como la Asociación de Estaciones de Servicio Independientes de la República Argentina y la Cámara de Estaciones Blancas de la República Argentina (CEBRA), ya anunciaron la formación de "pools" de compras para adquirir combustible importado.
Entre otras medidas, el decreto permitirá a los importadores abonar el impuesto a la transferencia de combustible (ITC) luego de vender el producto y no antes de despacharlo a plaza, como deben hacer ahora.
También eliminará otras restricciones, como la obligación de contar con un capital de US$ 30 millones y de haber comercializado 8000 metros cúbicos de combustible el año anterior.
Algunos empresarios petroleros, como el presidente de Shell, Jorge Brea, afirmaron que la importación podría alentar la evasión impositiva. Para evitarlo, el proyecto establece el pago de una garantía, que se tomará a cuenta del pago posterior del ITC, y el establecimiento de los productores de gasolina como sujetos pasivos de retención del impuesto.
Con este último punto "quedará neutralizada la posibilidad de que la gasolina vaya a parar a un sistema de mezclado y no se pague el gravamen -explicó Mirkin-. Es un elemento adicional para controlar la evasión."
Privatización nuclear
En la Casa Rosada también apuran la privatización de las centrales nucleares. El titular de Energía dijo que los decretos para el traspaso de Atucha, Embalse y Atucha II podrían pasar por las manos de Menem a principios del próximo mes.
El documento establece la venta del 90% de Genuar, la empresa que reemplazará a la actual Nucleoeléctrica Argentina SA (NASA), a cargo de las usinas atómicas. El 10% restante será entregado a los empleados y el Estado se reservará una sola acción, que le permitirá tener voz y voto a la hora de decidir sobre la marcha y el control de una actividad considerada estratégica.
Según quedó establecido en la ley 24.804, que autorizó la privatización de las centrales, el ganador tendrá que terminar la construcción de Atucha II. Se estima que los trabajos demandarán una inversión de US$ 700 millones y tomarán unos cinco años.
Este punto, sumado al hecho de que la utilización de la energía nuclear en el mundo está en baja, hace dudar a muchos empresarios del sector energético sobre el éxito de la licitación. En los Estados Unidos, por ejemplo, se estima que la participación de las centrales atómicas en la matriz energética caerá, en los próximos veinte años, de un 20 a un 10 por ciento.
Sin embargo, Mirkin se mostró optimista. "La energía nuclear es un tema que no hay que abandonar, porque sigue teniendo ventajas como energía no generadora de gases para el efecto invernadero. Sin ir más lejos, y aunque no puedo dar sus nombres, puedo decir que durante este congreso recibí consultas de varias compañías sobre la privatización."