La negociación con los organismos: las partes juegan al límite. El Gobierno no pagará hoy al FMI si no se llega al acuerdo
Se esperaba una señal del Fondo, que no se produjo; no abonarían US$ 2900 millones
El Gobierno advirtió ayer que no le pagará hoy al Fondo Monetario Internacional (FMI) un vencimiento de US$ 2900 millones si no se produce una señal concreta desde el organismo de crédito que permita prever el inminente cierre del acuerdo de refinanciamiento de pagos por tres años, impulsado firmemente por la administración Bush.
Luego de una jornada sin un avance sustancial en la negociación, el Poder Ejecutivo indicó que esperará hasta último momento para decidir si cumple o no con el FMI. Si no se registra la señal "positiva" que espera el presidente Néstor Kirchner desde el principal organismo acreedor del país, la decisión sería "no pagar".
En un duro comunicado difundido en la Casa Rosada, el Gobierno sostuvo que "no está dispuesto a pagar el vencimiento de mañana (por hoy) si el FMI no rompe su silencio y no acepta el borrador que está en sus manos desde el viernes último". Anoche había especulaciones que indicaban que esta negativa ya había sido adoptada sin posibilidad de retorno y que el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, la daría a conocer en forma pública. Pero luego se aclaró que se esperará "hasta último momento" -inclusive hasta esta tarde- para comunicar la última decisión.
El titular del Banco Central, Alfonso Prat-Gay, recibió ayer la instrucción del presidente Néstor Kirchner, por medio de una carta entregada por el jefe de Gabinete, de "congelar" una cuenta de US$ 1200 millones depositados en el Fondo. "Tenga a bien dejar sin efecto hasta nuevo aviso la autorización oportunamente dada a favor del FMI", indicaba la misiva difundida anoche.
Kirchner y Prat-Gay analizaron las diferentes alternativas: un pago parcial, total o la posibilidad de no cumplir y que comience a regir desde hoy el proceso formal de atrasos que culminaría en un default tras un largo proceso de sanciones que podría demorar hasta un año.
Ayer, el mercado no reaccionó ante las tirantes discusiones entre el Gobierno y el FMI, ya que descuenta que "al final del camino" habrá un acuerdo, aunque se produzcan sobresaltos en el corto plazo.
Los agentes del sistema financiero basan su optimismo en la tajante postura del gobierno de los Estados Unidos en favor de un acuerdo "sustentable".
En Nueva York creen que es posible llegar a un final feliz antes de la asamblea anual del Fondo en Dubai, el 23 y el 24 de este mes. Así, intentan colocar el episodio en perspectiva y restarle dramatismo a la eventual decisión de no abonar hoy.
Si la discusión con las autoridades del Fondo terminara de complicarse, la percepción financiera cambiaría. Cerca del ministro de Economía, Roberto Lavagna, indicaron que "esto se resolverá en unos días más" y cuestionaron el "descarado lobby del FMI en favor de las empresas".
Los temas que traban la discusión son tres, según explicó la fuente a LA NACION:
- La discusión sobre las tarifas de los servicios públicos privatizados. Presionado por algunos de los accionistas europeos -y en plena campaña en busca de su reelección- el titular del Fondo, Horst Köhler, quiere un compromiso más firme de la Argentina con cifras y fechas.
- El nivel del superávit fiscal primario. El Gobierno pretende fijar un nivel del 3% para los tres años del acuerdo, mientras que el Fondo preferiría dejar "abierto" las metas de 2005 y 2006, mientras el Poder Ejecutivo define el plan de reestructuración de la deuda con los acreedores privados que -en principio- pensaba anunciarse en Dubai.
- La compensación a los bancos. Frente a la pretensión del FMI de que se cumpla en forma completa con las entidades financieras, el Gobierno busca eludir el resarcimiento por los amparos mientras no haya una sentencia firme de la Corte Suprema.
Sin apoyo del G-7
Estos ejes siguen trabando la resolución del nuevo programa, a pesar del explícito apoyo de la administración Bush, reiterado ayer en Washington a través del secretario de Estado adjunto para América latina, Roger Noriega, y de las palabras optimistas del titular del Banco Mundial, James Wolfensohn. (ver aparte)
"Es un disparate que repite el mismo problema de los 80: el gobierno de los Estados Unidos está de un lado y el FMI del otro", se quejó una fuente vinculada con Lavagna. El interés de los EE.UU. para acelerar el acuerdo se basa en la necesidad de que el país vuelva a pagarle cuanto antes a los acreedores privados. Sin embargo, ayer no se presentó ayer ninguna posición en favor del acuerdo con la Argentina en la reunión en Londres de viceministros de Finanzas del Grupo de los Siete, que agrupa a los países industrializados.
En el cónclave, hubo algunas referencias a la situación de los mercados emergentes, "pero sin referencias concretas a la negociación entre la Argentina y el Fondo", según indicó a LA NACION uno de los participantes.
Los delegados de los países más ricos destacaron el "viento favorable" para el mundo en desarrollo, debido a las bajas tasas en los países centrales y discutieron la posibilidad de modificar la línea de crédito contingente (CLL), ya que nunca fue utilizada desde su creación.
Además, se debatieron el estado de los mecanismos de revisión financiera y los preparativos para la cumbre de la Organización Mundial de Comercio (OMC), que comienza mañana en Cancún.
Si bien se esperaba que el secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, participara del encuentro, el Gobierno estuvo representado por un integrante de la oficina argentina ante el Fondo Monetario.
El Fondo estuvo representado por el director del Departamento de Revisión de Políticas, Tim Geithner, ex subsecretario del Tesoro de los Estados Unidos durante la administración de Bill Clinton. En los pasillos, fuera de la agenda oficial, la negociación fue tratada en forma informal, según dos fuentes diplomáticas europeas.
Un punto
Uno de ellos sostuvo que "sólo un punto está impidiendo el acuerdo", aunque no aclaró si se refería a las tarifas, el superávit fiscal o la compensación a los bancos por los amparos.
- Francia es el país más duro por el tema tarifas.
- Italia, en cambio, pese a su interés por esa cuestión, está más preocupada porque el ahorro fiscal asegure la menor quita a los acreedores de su país.
- Reino Unido no está entre los "halcones" europeos, aunque también reclama un superávit razonable, ajuste de tarifas y compensación a los bancos. De hecho, originalmente el gobierno laborista había pedido que el roll over de capital no fuera completo, sino parcial, durante el plazo del acuerdo. Un diplomático europeo indicó que "si mañana (por hoy) la Argentina no paga, es algo lógico; no tendría sentido, dentro de la negociación, que pague antes de acordar. El hecho de que no pague mientras negocia es algo aceptado por todo el mundo".
Frente a estas discusiones, en Economía indicaron que el directorio del Fondo "no tiene mucho espacio para dilatar la postergación del acuerdo, y menos después del pronunciamiento de ayer de EE.UU., que no tiene ningún interés en que la situación en América del Sur no esté controlada".
Dónde están las reservas
El grueso de los US$ 13.625 millones que al jueves 4 conformaban las reservas del Banco Central está depositado a plazo fijo en Suiza, en el Banco Internacional de Pagos (BIS, en inglés, o Banco de Basilea), a donde migraron desde Nueva York luego de que la Argentina declaró el default de una parte de su deuda. La estrategia consistió en ponerlos a salvo de posibles embargos. Otra parte, mucho menor, sigue radicada en la Reserva Federal de Nueva York y repartida entre colocaciones a plazo y fondos líquidos. El resto se mantiene en lingotes de oro y sólo la menor parte está en las bóvedas del Central.
Posiciones firmes
- Tras los contactos entre el titular del FMI, Horst Köhler, y el presidente Néstor Kirchner, se esperaba ayer una respuesta del Fondo, que no llegó, al borrador enviado el viernes a Washington
- La Casa Rosada dijo que el país está dispuesto a caer en default con el organismo si éste no rompe su silencio
- El Fondo insiste en pedir la suba de las tarifas de los servicios públicos, compensación a los bancos y mayor superávit fiscal
- Kirchner ordenó al Banco Central suspender el giro de fondos en favor del FMI
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