El Gobierno prorroga dos semanas el cierre del canje de deuda
Con esta postergación el proceso que terminaba el próximo lunes finalizaría el 22 de junio; Boudou dijo a lanacion.com que el aplazamiento "no genera ningún costo para el país" . Por Martín Kanenguiser
El Gobierno decidió prorrogar 2 semanas el cierre del canje de la deuda para salir del default.
Así lo informaron a LA NACION fuentes del ministerio de Economía que conduce Amado Boudou.
En principio, el cierre estaba previsto para el lunes próximo, pero ahora cerraría el 22 de junio. El objetivo sería lograr una mayor adhesión entre los inversores minoristas, concentrados básicamente en Italia.
Boudou dijo a LA NACION que la postergación "no genera ningún costo para el país". También aseguró: "Nosotros consideramos que es pertinente dada la situación actual y dado que es un pedido del propio mercado extender por 15 días los plazos".
Agregó que el pedido recibido de una asociación de bancos italianos se justificó en que el proceso de adhesión de tenedores minoristas era más complejo que el realizado entre mayoristas, que tuvieron incentivos para ingresar a la operación hasta el 12 de mayo.
El Gobierno, que espera tras la operación poder retornar a los mercados internacionales de crédito, apunta a lograr al menos un 60 por ciento de adhesión a la operación por 18.300 millones de dólares en títulos elegibles.
La clave será ver la reacción de los bonos argentinos mañana en EE.UU., que hoy no operaron, para saber si los inversores interpretan la postergación en forma negativa o, como dijeron algunos analistas, "como una decisión lógica que permitirá lograr una aceptación mayor".
En una primera fase, centrada en los inversionistas institucionales, el Gobierno ya se aseguró cerca del 46 por ciento de participación. Los mayoristas canjearon 8.542 millones de dólares en bonos incumplidos.
El propio Boudou ha manifestado que espera que los inversores particulares aporten al menos unos 2.000 millones de dólares al canje, lo que permitiría alcanzar el objetivo de aceptación global.
Esta turbulencia frenó la colocación de un bono por 1.000 millones de dólares que el Gobierno había anunciado como una oferta paralela a la operación de canje.
Aproximadamente una cuarta parte de los acreedores de Argentina rechazó una dura oferta de reestructuración de deuda incumplida hecha en el 2005.
Muchos de esos inversionistas presentaron demandas judiciales para recuperar el valor total de sus bonos impagos, bloqueando el acceso de Argentina a los mercados internacionales de capital.
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