El mercado espera para 2018 una inflación de 40,3% y una caída del 1,9% de la actividad
El mercado disipó todas sus dudas: lo que empezó hace sólo unos meses como un enfriamiento temporal y sectorizado de la actividad económica ya se ha convertido en una fuerte recesión, entre otras cosas, porque la inflación se desbocó.
La conclusión surge del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), una encuesta que realiza mes a mes el Banco Central (BCRA) para conocer las proyecciones que manejan economistas y analistas respecto del devenir de la economía.
Dicha consulta, llevada adelante entre miércoles y viernes de la semana pasada, y que recogió pronósticos de 41 participantes (28 consultoras y centros de investigación locales, 11 entidades financieras de Argentina y 2 analistas extranjeros), reveló que el mercado espera ahora que la economía se contraiga 1,9% en el año (seis veces más de lo que imaginaban hasta hace un mes) y que la inflación cierre en el 40,3 por ciento.
Las proyecciones, que confirman el giro a un pesimismo mayor, encierran a la vez una curiosidad: son menos negativas que las que se le filtraron ayer al Gobierno durante la presentación del ministro de Economía, Nicolás Dujovne. La referencia es al borrador con los supuestos económicos sobre los que esa cartera había diseñado los planes que llevó al FMI: una inflación que llegaría al 42% anual a fin de año y una recesión que, por el envión tomado tras la corrida cambiaria, ajustaría 2,4% al PBI.
La divergencia puede estar explicada en que las respuestas llegaron el viernes, cuando el "anuncio" de "anuncios" había abierto una buen expectativa que, a juzgar por la reacción del mercado, se diluyó desde el lunes.
Los analistas esperan que, tras un aumento transitorio en lo que resta del año que la llevaría a ubicarse 8,5 puntos por encima del nivel que calculaban hasta agosto, la inflación general y su medición núcleo (que ahora proyectan en el 40,5% anual, 10 puntos más que hace un mes), se reduzca luego hasta ubicarse en 2% mensual en enero y febrero de 2019, producto de la brutal recesión y el golpe que le asesta a los ingresos.
Por eso la inflación proyectada para los próximos 12 meses a nivel general bajaría al 31,5% interanual (aunque subió 7,8% respecto de agosto), mientras que para los próximos 24 meses se elevó a 21,2% (+4,1%).
A su vez, la expectativa de inflación para 2019 alcanzó 25,3% interanual para el nivel general y 24,5% para el núcleo (+4,7% y +5,5%, respectivamente, si se compara con la medición anterior).
Los participantes del REM proyectan una caída del PBI de 1,9% interanual para este año, a la vez que comienza a desvanecerse la idea de una rápida recuperación para el año entrante, cuando esperan un avance apenas estadístico de 0,5%, un punto menor al que imaginaban hace sólo un mes.
Al dólar, el mercado hasta el viernes los esperaba en $41,9 (contra un previo de $30,50), lo que supondría un aumento del 136,7% interanual, aunque se trata de un valor inferior a los $45,25 que validó hoy el mercado de futuros local para el mismo plazo. En tanto, la proyección para diciembre de 2019 se elevó a $50 (+19,3%).
Por último, se proyecta que hasta diciembre se mantendrá la tasa de política monetaria vigente a la fecha de cierre del relevamiento: 60%.