El mercado prevé 31,8% de inflación y ya no espera crecimiento para 2018

El mercado recalculó al alza sus pronósticos de inflación y estima ahora que la rémora de la crisis cambiaria dejó a la economía sin posibilidad de crecer este año aunque, tras un mes calma, ajustó a la baja sus expectativa sobre la evolución del dólar para los próximos meses y casi no la modificó para fin de año.

Los datos surgen de el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), una encuesta que, mes a mes, realiza el Banco Central (BCRA) entre analistas y consultores locales y del exterior para tener un promedio de sus pronósticos y poder, en todo caso, adecuar sus políticas.

La versión de julio, que recogió 52 opiniones entre los días 27 y 31 de ese mes, muestra que ahora esperan que la inflación termine el año en el 31,8%, es decir, 1,8 puntos por encima del nivel al que la imaginaban hasta hace un mes. El mayor empuje vendría de parte de los precios regulados, algo relacionado con el impacto que la devaluación tuvo sobre tarifas que mayoritariamente volvieron a ser atadas a la variación del dólar.

Aún así, el BCRA valoró que, pese al incremento de las expectativas de inflación para los próximos cuatro meses, el REM "evidenció una expectativa de reducción en la proyección de inflación para 12 y 24 meses respecto de la encuesta previa".

Esto queda a la vista porque esperan una inflación núcleo, es decir, la medición de inflación que -según el Indec- no abarca ni los precios regulados (luz, agua, gas, salud, transporte, teléfono, correo, educación, cigarrillos) ni los estacionales (frutas, verduras, ropa, turismo), será del 30,4%, es decir, 2,2 puntos mayor a la que tenían proyectada hasta junio.

La encuesta, en buena medida, oficializa la mirada que tienen los analistas sobre la actividad tras lo que el Gobierno denomina como "tormenta": producto de ella (y de la sequía) una economía que venía lanzada y había llegado expandirse a un ritmo del 3,5% en el primer trimestre del año, ahora ya no se cree que reducirá esta tasa al 0,5% (como hasta junio) sino que lo cerrará con una contracción del 0,3%. Producto de esta caída, y dado su impacto estadístico, ajustaron también a la baja (del 1,6% al 1,5%) la proyección del rebote para el 2019.

Los analistas además corrigieron levemente a la baja expectativas en relación a la evolución que tendrá el dólar en el corto plazo. Mientras hasta hace un mes imaginaban al dólar mayorista subiendo a $28,90, $29,10; $29,50, $30,00 y $30,30 para fin de agosto, septiembre, octubre, noviembre y diciembre, respectivamente, ahora creen que la progresión será de $28,10; $28,70, $29,20; $ 29,80 y $30,50 para cada plazo.