El Mercosur posterga su cumbre en medio de pujas
No se hará la reunión de jefes de Estado el 28 de este mes; buscan sumar al presidente electo de Paraguay
Con la excusa formal de incluir al presidente electo de Paraguay, Horacio Cartes, en la mesa de negociaciones, pero bajo un clima de fuerte tensión entre varios socios del bloque regional, el Mercosur decidió postergar para fines de agosto la cumbre de presidentes que estaba prevista para el 28 de este mes en Montevideo.
No hay fecha firme del nuevo encuentro, pero la decisión fue ratificada ayer por Uruguay, que está a cargo de la cumbre. Más allá de la intención de no dejar afuera al nuevo presidente paraguayo, que asumirá el 15 de agosto, la postergación de la cumbre refleja el clima de diferencias internas que hay hoy en el Mercosur.
En rigor, si la cumbre se hacía el 28 de este mes, Cartes no iba a concurrir porque aún no asumió. Tampoco iba a ir a Montevideo el actual presidente paraguayo, Federico Franco, que fue suspendido del Mercosur por la destitución de Fernando Lugo. Hasta las recientes elecciones que dieron por ganador a Cartes, Paraguay estaba suspendido del Mercosur. En medio de ello, el bloque aceptó la incorporación de Venezuela, que no tiene hasta ahora la aceptación del Parlamento de Asunción. El Congreso paraguayo debe tratar el 1° de julio la inclusión de Venezuela en el bloque regional, que ya aprobaron Uruguay, Brasil y la Argentina. Éste sería otro de los motivos de la postergación de la cumbre.
Pero más allá de esta situación de Paraguay, fuentes calificadas de la Cancillería y de los gobiernos de Uruguay, Paraguay y Brasil admitieron a LA NACION que la postergación de la cumbre servirá para "ganar tiempo, limar asperezas y unificar posiciones" entre varios países en conflicto.
Sin mencionarlo de manera directa o, por el contrario, aludiendo en forma precisa al tema, los diplomáticos consultados dejaron entrever que sobresale la fuerte puja entre Brasil y la Argentina. Ésta es una de las mayores trabas para avanzar en un acuerdo completo del Mercosur.
"Sin dudas postergar la cumbre del Mercosur y ganar tiempo nos servirá para apaciguar los ánimos con Brasil", admitió ayer a LA NACION un destacado diplomático de la Cancillería. Aunque ésta no fue una postura uniforme en el Palacio San Martín. Los cortocircuitos entre Buenos Aires y Brasilia se potenciaron en los últimos días tras la estatización del ramal ferroviario de carga que estaba en manos de la empresa brasileña ALL. Este nuevo cortocircuito con inversores de Brasil se suma a la salida de la minera Vale y de Petrobras.
A su vez, varios diplomáticos de Itamaraty y de Montevideo coincidieron en que la postergación de la cumbre del Mercosur fue pedida por Brasil. Al parecer, Dilma Rousseff se comprometió a darle una solución a la decisión de Paraguay de frenar el ingreso de Venezuela en el Mercosur. "Brasil tiene el compromiso asumido de destrabar el problema entre Paraguay y Venezuela", dijo un funcionario cercano al presidente uruguayo José Mujica.
Brasil quiere establecer una buena relación con Paraguay y Venezuela porque, más allá de la búsqueda de un liderazgo en la región, debe resolver con ambos países problemas limítrofes muy complejos que contemplan la lucha conjunta contra el narcotráfico y el terrorismo.
Ayer, la decisión del Mercosur de postergar la cumbre de presidentes fue eje de análisis en la despedida a la embajadora de Suecia en Buenos Aires, Charlotte Wrangberg. Allí hubo señales de preocupación de varios diplomáticos de la Unión Europea, que ven cada vez más lejana la posibilidad de cerrar un acuerdo de libre comercio con el Mercosur.
S&P le bajó la calificación a Brasil
RÍO DE JANEIRO (De nuestro corresponsal).– En una sorpresiva medida, la agencia calificadora de riesgo estadounidense Standard & Poor’s rebajó anoche de "estable" a "negativa" la perspectiva de la economía de Brasil debido a la desaceleración en el ritmo de su crecimiento, previsto este año en 2,5 por ciento.
"El débil crecimiento refleja el desempeño modesto de las exportaciones, así como la declinante inversión en el sector privado, en parte por las ambiguas señales de política del gobierno que han perjudicado la confianza de los inversores", señaló Sebastián Briozzo, analista de crédito de S&P.
La agencia confirmó la calificación soberana de BBB para Brasil en moneda extranjera y de A- en moneda local, pero advirtió que el bajo desempeño del PBI y la política fiscal expansionista pueden dificultar el perfil financiero del país.