Mercado de Valores. El Merval fue arrastrado por Brasil
Regionalización: la crisis de las bolsas emergentes comenzó a golpear de lleno en América latina; los inversores externos siguieron vendiendo.
Las acciones argentinas registraron ayer una de las bajas más importantes de la última década para un solo día. El volumen de los negocios se incrementó y el escenario internacional se presentó netamente adverso para América latina.
El principal indicador bursátil se desplomó el 13,32% y se posicionó en los 301,73 puntos. En consecuencia, el Merval se ubicó en el punto más bajo desde la rueda del 3 de marzo de 1995 cuando finalizó la sesión en 299,78 puntos.
El volumen de concurrencia ascendió a $ 33,21 millones, cifra superior en un 10,3% respecto de lo concretado el miércoles último. En la rueda continua se transaron papeles privados por $ 36,17 millones.
Llegó la crisis
Los mercados asiáticos finalizaron la sesión con leves resultados negativos, dando la sensación de que lo más difícil ya pasó. En Europa, en cambio, se produjeron significativos retrocesos por la venta efectuada por algunos fondos de inversión que consideran a esa plaza "cara".
En Wall Street, el centro de la atención siguió siendo el informe que presentó el fiscal Starr ante el Capitolio y que hoy a la tarde se dará a conocer en Internet.
América latina, en cambio, comenzó a ser el blanco de los ataques de los inversores externos. El centro de atención fue Brasil. El principal punto de preocupación de los operadores es el abultado vencimiento de deuda que tiene el vecino país de acá a fin de año.
El resultado de ello fue una fuerte presión de venta que provocó un desplome cercano al 16 por ciento en el mercado brasileño.
La bolsa porteña no pudo escapar a esa tendencia general. Para los inversores externos, que tienen sus oficinas a varios miles de kilómetros de esta región, la orden fue una sola: vender.
A partir de entonces dio lo mismo una empresa sólida que una con dificultades y de hecho hasta podría decirse que por momentos se vivió una situación cercana al pánico.
Los vendedores volvieron a ser los inversores institucionales extranjeros y el cierre encontró al mercado en el mínimo del día y con posición vendedora.
Algunos operadores se atrevieron a decir que podría llegar a producirse un rebote, pero que la tendencia de fondo todavía no ha cambiado. Por ahora no hay quien esté dispuesto a ponerle el pecho al mercado.