El negocio del open source crece y trata de conquistar la Nube

Está en la esencia de Google y de Facebook. Es el sustento tecnológico del Sistema Único de Boleto Electrónico (SUBE), de las prestaciones sociales de la Anses y la base de los registros de la AFIP.

Los negocios basados en software open source, o software libre, están en expansión. Pero esta alternativa a la industria tradicional tiene un nuevo desafío: convertirse en un referente del cloud computing, una tendencia presente y creciente en el universo corporativo que está modificando la forma de disponer, compartir y almacenar información.

Según afirman en Red Hat -el principal referente a nivel global en desarrollo de soluciones de software libre-, una posible migración del negocio a la Nube impactaría fuertemente en las compañías que basan sus ingresos en las ventas de licencias. "En cambio, nuestra compañía está preparada para el futuro, porque si todo el negocio pasa a ser en la Nube, el impacto es cero", señala Luis Rodríguez Fon, director regional de canales y alianzas de Red Hat.

La firma, que concentra alrededor del 80% de la torta del open source en el mundo, tiene por base un modelo de suscripciones. En limpio: el software es gratis; los que se venden son los servicios complementarios: soporte y actualización de productos, y capacitación y consultoría en corporaciones. El modelo es un éxito comprobable: Red Hat facturó en el último año 1500 millones de dólares y es, según The Linux Foundation el mayor contribuyente open source. Red Hat creó un negocio en torno de productos sin costo que, aseguran, es sostenible. "Más del 85% de las suscripciones se renueva año tras año", dice Sebastián Biagini, gerente general de la firma en el país.

El open source maximiza la innovación en el mercado tecnológico, afirman en la compañía. "Al tener costo cero en licencias, hay más recursos para los proyectos, más rápida adaptación y un flujo corriente de ingresos para los partners", señala Rodríguez Fon, que destaca además la reducción de costos posible con este tipo de soluciones.

El ecosistema del open source tiene varios componentes. Entre ellos, están las comunidades de código abierto, donde se producen tecnologías de innovación. Red Hat participa en más de 100.000 proyectos que surgen de estas comunidades y luego se convierten en productos "certificados" y pasibles de ser utilizados por grandes organizaciones. "Red Hat es el que les pone el sello a los sistemas open source para el mundo corporativo", destaca Rodríguez Fon.

La confiabilidad del resultado puede plasmarse en un ejemplo concreto, un caso crítico: la bolsa de Wall Street, entre muchas otras, tiene como base un producto de Red Hat.

Es que la base de desarrolladores no es amateur. "El open source -describe Biagini- ya no se reduce a una comunidad de jóvenes desarrolladores, como en los primeros tiempos de Linux, sino que es mainstream, requerido por empresas de todo tamaño e industria (gobierno, finanzas, energía, servicios, salud y otras)."

Esta expansión hizo que Red Hat sumara otros campos a su negocio inicial de software: almacenamiento, virtualización, middleware y cloud.

Para diseminar sus productos, Red Hat cuenta con empresas de distintas categorías como socios estratégicos. "Hoy, en Red Hat SAC (la región en la que se encuentra la Argentina y otros países de la región), tenemos más de 300 empresas inscriptas en Partner Center, entre las que se encuentran desde los más grandes integradores del mercado latinoamericano, como Sonda, hasta pymes cuyo único negocio es desarrollar software en open source", precisa el ejecutivo a cargo del desarrollo de canales. En esta diversidad, indica, existe una ventaja competitiva.