El negocio del vino está también en la botella
La estadounidense Owens Illinois compró una planta de envases en Mendoza
MENDOZA.- El auge de la industria vitivinícola en la Argentina no sólo atrae inversiones extranjeras hacia los viñedos locales, sino que también es un incentivo para el ingreso de nuevos jugadores en otros eslabones de la cadena: Owens Illinois (OI), el mayor fabricante de envases de vidrio en el mundo, llegó al país para dar pelea en el sector de la producción de botellas, un mercado que factura unos $ 1300 millones por año.
Luego de otear el horizonte por más de un año, tiempo en el que, según fuentes de la industria, tentó con una oferta al gigante local Cattorini Hnos., la empresa estadounidense encontró una puerta de entrada: compró Cristalerías Rosario, otra firma tradicional y, con el desembolso de US$ 120 millones, se dispuso a dar batalla en un sector que produce 1300 millones de envases de vino por año.
Al Stroucken, presidente de esta multinacional, con base en Ohio, Estados Unidos, dialogó con LA NACION y confirmó que hacía un tiempo que veían con buenos ojos el ingreso a la Argentina, debido al buen momento de la vitivinicultura local. "Buscábamos adquirir una empresa local que nos abriera el camino, porque ésa es nuestra modalidad de ingreso en los países. Ahora esperamos duplicar la producción de la fábrica de Rosario y ganar el mercado", dijo el ejecutivo.
Duplicar la producción significa fabricar 110.000 toneladas de vidrio fundido por año, algo que prevé lograr con el viejo horno que acondicionaron y con el nuevo que construyeron.
"Si los compradores responden como imaginamos, invertiremos US$ 60 millones en un tercer horno", afirmó Stroucken. Y especifica que su capacidad actual es de 270 millones de envases al año.
Además de los clientes que hereda de Cristalerías Rosario (4% del mercado), OI confía en captar nuevos compradores, gracias a la tecnología ya probada en otras latitudes, que le permite, entre otras cosas, elaborar botellas con un vidrio más delgado. "Es una ventaja para los bodegueros a la hora de exportar, ya que podrán enviar más cantidad al mismo costo por peso", explicó el directivo.
La versatilidad es otra de las virtudes propias que destacó Strouken. "Tenemos gran capacidad para adaptar nuestras máquinas y líneas a fin de producir diferentes botellas", subrayó.
Sobre la contra del avance del plástico, opinó que está en caída. "El consumidor prefiere el vidrio, porque es más ecológico, y el empresario ve que es una opción más económica".
Con una facturación anual de US$ 7500 millones y una venta global en 2009 de 5000 millones de envases a la industria del vino, OI se disputará el mercado aquí con Cattorini Hnos. y Rayen Curá (de capitales franceses), los otras dos grandes firmas fabricantes. Si bien en los 40 países en los que está la compañía provee también a las industrias de alimentos, bebidas gaseosas y cervezas, aquí sólo lo hace a la industria del vino.
Las 450 bodegas existentes en la Argentina demandan 60% de los 2200 envases de ese material que se fabrica para todos los sectores. A un costo que se ubica entre $ 0,70 y 1,50, las firmas medianas compran entre 2 y 6 millones anuales, mientras que las grandes, entre 6 y 14 millones por año. La tonelada de vidrio, en tanto, cuesta unos 500 dólares.
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