Mercado de valores. El optimismo invadió la Bolsa porteña
La toma de ganancias que muchos presumían que debía producirse en el mercado bursátil local por las fuertes subas que se registraron en las últimas semanas finalmente no se produjo. Y no sólo no ocurrió, sino que las acciones y los bonos registraron -en las últimas cinco ruedas- una suba fenomenal, la más pronunciada de los últimos seis meses.
El recorte que se esperaba quedó pospuesto. El lugar que había prometido ocupar fue invadido por una corriente compradora y por un optimismo que no se observaba desde hace mucho tiempo. ¿Qué motivó este súbito cambio de expectativas? Fundamentalmente, una batería de datos positivos respecto de la salud de la economía de los Estados Unidos.
Incluso ese optimismo logró hacer quitar del centro de la escena las amenazas realizadas por el ex presidente Néstor Kirchner acerca del futuro de la economía local en caso de que el oficialismo pierda en las elecciones legislativas que se desarrollarán en menos de 50 días. En otro momento, las palabras pronunciadas en Quilmes ("profundicemos el cambio, para que no vuelva el corralito") hubieran causado pánico y, seguramente, una corrida hacia el dólar.
Pero esta vez no ocurrió: los números de la principal economía del mundo fueron mejores de lo esperado. Y el mercado local actualmente se rige por lo que allí pasa, al menos hasta que se acerque el 28 de junio.
El índice Merval finalizó 1500,06 puntos, con una extraordinaria suba de 17,6% frente al cierre del jueves anterior, ya que el viernes no hubo operaciones por el feriado del Día del Trabajador. De esta manera, el principal indicador bursátil local quebró diariamente su máximo del año, un nivel que no reconocía desde el 6 de octubre del año anterior.
Esta vez, las acciones petroleras -que se habían transformado en el motor de la Bolsa porteña en los últimos meses- no brillaron (aunque subieron) y los papeles bancarios se convirtieron en los de mejor desempeño. La suba interminable de los títulos públicos fue la principal razón de ese comportamiento. Justamente las entidades que más bonos tienen registraron la mayor suba en sus acciones.
Pero más allá del impulso de la deuda local, el crudo volvió a entrar en escena, con una suba en el mercado internacional cercana al 9% que potenció a los papeles del sector como Tenaris y Petrobras Brasil, que son los que más ponderan en el Merval. Los commodities agrícolas, por su parte, siguieron subiendo y se colocaron como un factor adicional.
El precio del petróleo WTI avanzó el viernes 3,38% impulsado por los nuevos datos sobre el desempleo en Estados Unidos, al negociarse en 58,63 dólares el barril.
Según los analistas, las noticias que dan cuenta de una mejora en la economía estadounidense y la expectativa de los inversores de que la demanda de energía crecerá a partir de este cuadro explican la suba de las últimas dos semanas, que marcan un acumulado del 17,5 por ciento.
Incluso el mal balance de Tenaris, la productora de tubos sin costura para la industria petrolera del grupo Techint, fue apenas una amenaza de baja que no llegó a concretarse, a pesar de que en el primer trimestre del año ganó un 21% menos que en el mismo período del año anterior. Una simple muestra de la realidad que están viviendo muchas empresas después de muchos años de extraordinarios resultados.
Malos datos acerca del desempeño de la economía local hubo, y muchos. Por caso, la producción de automóviles volvió a derrumbarse y el plan oficial de incentivo a la compra de autos 0 kilómetros parece no poder torcer el rumbo. La Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa) informó que el mes pasado hubo una baja del 31,8% con relación a abril de 2008. En cuanto a exportación, según la Asociación, en abril se vendieron 23.349 vehículos al exterior, un 23,8% menos que en el mismo mes del año pasado.
Lo más importante pareciera estar en lo que omitió decir el Ejecutivo: de acuerdo con un informe de Economía & Regiones, el déficit de las provincias llegaría a $ 15.000 millones. De ese total, la mitad del desequilibrio corresponde a la provincia de Buenos Aires, gobernada por Daniel Scioli, aunque ya comienza a preocupar que Tierra del Fuego y Corrientes estén analizando "la impresión de cuasimonedas para salir del estrangulamiento financiero", según destaca el trabajo. Por primera vez en seis años, las provincias tendrán déficit primario.
Si el escenario interno se muestra cada vez más complicado, ¿cómo se explica la abultada suba de acciones y bonos? Esta vez, las alzas corrieron por carriles diferentes. Las acciones subieron luego de una etapa que algunos consideran de exageración de temores. Incluso podría deberse a que muchos inversores observan que lo peor de la crisis internacional ya habría pasado. Otro motivo: el mercado accionario local estaba muy retrasado respecto de mercados regionales y las mencionadas subas del crudo y los granos.
Los títulos, en cambio, fueron impulsados por diversos motivos: compras del BCRA, rumores renovados respecto de un potencial canje de Boden 12 y por la necesidad de no quedarse fuera de una tendencia alcista.
Incluso esta semana, las noticias corporativas fueron generosas. Ternium cerró con el gobierno de Venezuela el acuerdo para dejar Sidor en manos estatales por US$ 1970 millones, lo que impactó de lleno en Siderar, que trepó más del 20%. En consecuencia, todo brilló. Pero las voces de alerta no cesan. Siguen oyéndose como antes de esta suba que sorprende. Incluso algunos analistas mencionan que un recorte o una toma de ganancias sería saludable y se basan en que ese ajuste podría desembocar, finalmente, en una tendencia alcista, siempre y cuando los datos macro de los Estados Unidos sigan llegando mejor de lo que se espera.
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