Conflictos sindicales / Tensión en plena campaña electoral. El paro bancario, con disturbios
Hubo incidentes en la City porteña y en el interior; polémica por el nivel de convocatoria
El estallido de las bombas de estruendo despertó ayer por la mañana a la City porteña. A las 10, comenzó el paro de empleados bancarios, que, en horario de atención al público, reclamaron un aumento salarial del 25% retroactivo al 1° de marzo frente a distintos bancos públicos y privados. En plena campaña electoral, el gremio liderado por Juan José Zanola, La Bancaria, dispuso la medida de fuerza -la tercera en el mes-, tras el fracaso de las negociaciones salariales en el Ministerio de Trabajo.
En San Miguel de Tucumán, la protesta terminó con destrozos en algunas de las sedes del Banco Galicia, Santander y Banco del Tucumán, propiedad del Grupo Macro. Hubo pintadas y huevazos en las fachadas de los principales bancos de Chaco y Córdoba, mientras que en Mendoza y Rosario la manifestación se desarrolló sin incidentes.
Según un comunicado del gremio, ayer la protesta tuvo un acatamiento superior al 90% en todo el país. Sin embargo, las asociaciones de bancos desestimaron esas cifras.
"El paro fue insignificante, con un nivel de adhesión menor que el 25%. No se generó ningún trastorno en la atención al cliente", estimaron en la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba). Fuentes de la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA) señalaron que, al igual que en el paro anterior, los bancos estuvieron abiertos y atendieron normalmente a los clientes, "excepto en algunas plazas puntuales, donde el sindicato impidió el ingreso del público".
La plata de los cajeros
Ante la preocupación por el posible desabastecimiento de los cajeros automáticos, en ABA dijeron que anteayer se habían tomado los recaudos necesarios. "En esta oportunidad, además de hacer una reposición adicional por el fin de semana largo, se tuvo en cuenta el paro y se cargó más que de costumbre en todos los cajeros del país", indicó un vocero de la entidad.
Durante la marcha por la City, la columna de manifestantes se detuvo frente a las casas de los bancos Santander, Macro, Ciudad, Credicoop Mercurio y Patagonia, que mantuvieron las puertas cerradas. Pegó carteles, repartió volantes y fijó con aerosol las consignas de la movilización.
El momento de mayor tensión se vivió cuando unos 200 manifestantes ingresaron en la sede central del Banco Nación, en 25 de Mayo y Bartolomé Mitre, y chocaron con violencia con personal de la Policía Federal.
A pesar de que Zanola había garantizado que la medida de fuerza no afectaría el pago a los jubilados, el servicio se brindó en forma parcial. En el Banco Nación se habilitaron cajas para el pago de jubilaciones, planes sociales y becas, mientras que en el Banco Ciudad, según la defensora bancaria del pueblo Graciela Muñiz, no se pagaron esos haberes.
"Si se abre una caja no se respeta el derecho de huelga. Si hay que pagarle a un jubilado, es responsabilidad de la patronal", dijo a LA NACION un empleado del Banco Provincia que avanzaba detrás de la bandera de esa entidad. El gremio ratificó la convocatoria al plenario de secretarios generales para el miércoles, y aseguró que se mantendría "en estado de alerta".
"Hace casi 80 días empezó la discusión paritaria. Pedimos un 25%, pero los bancos ofrecieron el 6%. El aumento que nos dieron no respetó el convenio de trabajo ni la escala salarial", dijo, en tanto, el prosecretario de La Bancaria, Eduardo Negro.
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