El rebalanceo telefónico tuvo ganadores y perdedores
A seis meses de su puesta en práctica, la reestructuración tuvo efectos dispares según el tipo de clientes y su lugar de residencia: las familias debieron pagar facturas abultadas o modificar sus hábitos de consumo, mientras que empresas y comercios se beneficiaron con fuertes rebajas
lanacionarLeonardo Ventura vive con su familia en Adrogué, y como muchos argentinos, el rebalanceo de las tarifas telefónicas lo llevó a cambiar sus hábitos de comunicación. "Usamos el teléfono sólo lo necesario, y tratamos de hacerlo después de las diez de la noche", contó a La Nación .
En la otra punta del espinel, un fabricante de máquinas herramienta de Córdoba casi festeja al comprobar que la polémica medida le permitió ahorrar, en los últimos tres meses, alrededor de 8500 pesos. Su empresa mantiene fluidos contactos con Brasil (más de la mitad de sus llamadas van hacia allí), por lo que resultó particularmente beneficiada con la rebaja de las tarifas internacionales. En el medio de estos dos extremos, el efecto del ajuste tarifario varió sustancialmente según el tipo de cliente y su lugar de residencia.
Como regla general, las casas de familia sufrieron aumentos que van desde un 5 a un 45 por ciento, debido a que concentran su consumo en las comunicaciones urbanas, que aumentaron un 36 por ciento en el horario pico (de 10 a 13). A esto se suma el incremento del abono (casi un 50% más) y la eliminación de los pulsos libres.
Paradójicamente, el rebalanceo pega más fuerte en los consumos más bajos, en los que tiene una mayor incidencia el aumento del abono (casi 50 por ciento).
Cuidado con el horario
El costo urbano puro sube hasta 40%, por efecto del horario pico, la eliminación de los pulsos libres y el abono. La única alternativa de bajar el costo es modificando la demanda.
Para esquivar el aumento, los usuarios debieron evitar llamar en aquel horario, y mucho mejor si pudieron hacerlo en el horario nocturno, después de las 22.
En algunos casos, los padres de familia conminaron a sus hijos a limitar el uso del teléfono durante el día, con escasos resultados, según las consultas que hizo La Nación . Por otra parte, los especialistas del rubro señalan que la demanda en este tipo de servicio suele ser inelástica al alza de precios, esto es, que no se reduce sustancialmente por considerárselo un servicio esencial.
En el rubro comercial, por el contrario, no se habría producido elasticidad, esto es, no se habla más porque las tarifas hayan bajado. La consecuencia es una rebaja en la factura que pagan esos clientes y, por ende, en los ingresos de las compañías telefónicas.
En cambio, la demanda sí es elástica en el caso de las llamadas urbanas de usuarios residenciales, en que las comunicaciones se establecen generalmente con familiares en localidades distantes o incluso en el exterior.
En su defensa, las empresas telefónicas argumentan que con el aumento aplicado al abono ahora pueden financiar el costo de la conexión directa a la casa del cliente, "un costo fijo que no es sensible al tráfico". Este costo, asegura (y en esto coinciden los técnicos de la CNC), sigue siendo más alto, en torno de los 20 pesos mensuales.
La rentabilidad hoy es del orden del 14%, "en el límite del costo y por debajo de empresas internacionales del sector", coinciden directivos de Telefónica y Telecom, consultados por La Nación .
Se trata de llevar la red a un nivel que permita competencia real en todos los rubros, "incluso con subsidios explícitos para cubrir el servicio universal", dice un alto ejecutivo de una de las licenciatarias. "Este es el gran tema del futuro", pronostica.
Ingresos en baja
El rebalanceo habría producido una caída en los ingresos de las telefónicas que oscila entre los 70 y 80 millones de dólares, según cálculos preliminares de una de las empresas.
"La pérdida tiende a ser menor a partir de mayo. Da la sensación de que la gente se cuidó mucho al principio, pero luego le perdió el miedo al ajuste e incluso está haciendo un uso más racional de su línea", expresó un directivo consultado.
En el caso de Telefónica, la no facturación en la Capital le habría significado dejar de percibir unos 250 millones de pesos en los dos bimestres acumulados, para lo cual tuvieron que recurrir a financiamiento bancario.
"El problema es que el rebalanceo debió hacerse hace muchos años. Para el Gobierno fue una decisión difícil pero había que tomarla. Ahora bien, el ajuste será neutro para las telefónicas pero sin duda tiene un costo para un sector de la población", reconoció ante La Nación un funcionario de la Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC), el ente regulador del sector.
Los primeros cálculos oficiales indican que los ingresos de las compañías licenciatarias se habrían reducido un 5% en los primeros meses. Las cuentas globales de las compañías no se resintieron tanto porque al mismo tiempo vieron compensadas las pérdidas por el aumento de la facturación de otros servicios, como la telefonía celular.
En este caso, la puesta en marcha del sistema "calling party pays" incrementó fuertemente la demanda de ese tipo de aparatos.
La facturación por pulsos interurbanos e internacionales sería menor en unos 1000 millones, parcialmente compensados por un aumento de 700 millones en los rubros abonos y pulsos urbanos. Para cerrar la brecha sería necesario que aumente 300 millones el cobro de comunicaciones de larga distancia, para cumplir con el compromiso de que el rebalanceo no genere ni alzas ni bajas en los ingresos de las licenciatarias.
En la CNC estiman que el tráfico global comenzó a crecer a partir de mayo. "Manteniendo el nivel de consumo, el aumento en las facturas va de 10 a 20 pesos por mes para un usuario promedio, lo que relativiza su impacto", analizó un técnico del organismo.
El funcionario destaca que en Brasil, donde se está haciendo el rebalanceo antes de la privatización de la red de telefonía básica, el abono aumentó de 4 a 14 dólares sin que hubiera protestas.
De acuerdo con este argumento, el de la Argentina es también un problema de dimensión del mercado. La cantidad de abonados y el tráfico que circula por la red "aún no permiten un uso más racional. Con el consumo actual, sólo a estos precios permiten la inversión", resumió un empresario del sector.
Factura promedio
Los números que maneja la CNC indican que la factura promedio para el total del país se redujo un 11 por ciento en el área de Telefónica y un 4 por ciento en la de Telecom, con respecto a los meses previos al rebalanceo.
La reducción es mayor (5 y 16 por ciento) en las provincias de cada una de las zonas, respectivamente, y más leve (1 a 6 por ciento) en el área metropolitana de Capital y Gran Buenos Aires.
Sin embargo, las casas de familia sufrieron aumentos en casi todos los casos, y sólo tuvieron una rebaja del 1,4 por ciento en el área Interior de Telefónica.
Pese al revuelo que provocó el rebalanceo en el momento de su sanción, el público que se vio afectado parece haberse resignado a asumir los costos. Según datos de Telefónica y Telecom, el pago bajo protesto o el no pago alcanza niveles mínimos, igual que la cancelación del servicio por motivos económicos.
Cómo va a cobrar Telefónica
A partir de la última semana de este mes comenzarán a llegar, en Capital Federal, las facturas de Telefónica de Argentina correspondientes al bimestre mayo/junio, es decir, se cobrará el saldo normal del último período. Luego, en forma escalonada, la empresa enviará las boletas que retuvo de los anteriores bimestres. Los montos no vendrán acumulados ni con intereses, según aclaró Jorge Pérez Esquivel, vocero de Telefónica.
Los usuarios podrán saldar la deuda en efectivo u optar por el cronograma de pagos propuesto por la empresa.
Las facturas de los dos bimestres caídos (no cobrados) serán cada una dividida para que el cliente pueda pagarlas en dos cuotas en los meses en que habitualmente no hay vencimientos del servicio.
El cronograma será el siguiente:
- En agosto llegará la boleta del primer bimestre que no se cobró:enero/febrero, junto con dos cupones para hacer efectivo el pago. El cliente puede abonar el saldo completo o sólo la primera cuota. El saldo restante de esa boleta se paga en octubre.
- En septiembre, llegará la boleta del período julio/agosto, en forma normal.
- Los que eligieron el pago en cuotas, al mes siguiente (octubre) deberán pagar el segundo cupón del bimestre enero/febrero.
- En noviembre vence el bimestre septiembre/octubre, según el plazo original.
- En diciembre se repite la situación de agosto. La boleta del bimestre marzo/abril traerá dos cupones para pagar la primera cuota ese mes y la segunda, en febrero del 98.
Es decir, que los que elijan el pago financiado, lo harán en ocho meses, en cuatro cuotas bimestrales que se extenderán hasta los primeros meses del año próximo.
En el caso de aquellos usuarios que disponen de débito automático, las facturas de los bimestres atrasados serán financiadas automáticamente, cargando cada cuota en su cuenta bancaria. Si el cliente prefiriera cancelar el monto en forma íntegra de una sola vez deberá avisarle a su banco esa decisión, para que le hagan la liquidación correspondiente.
Facturas bajo control
El mismo decreto que puso en marcha el nuevo régimen tarifario del servicio telefónico estableció que la Secretaría de Comunicaciones deberá controlar que el rebalanceo no produzca incrementos ni pérdida de ingresos en las compañías telefónicas.
Las primeras evaluaciones se recogerán el mes próximo, tomando como base el resultado del primer trimestre de este año con respecto al mismo período del año anterior. Yhacia septiembre se tendrá noción sobre el tráfico y facturación del segundo cuarto del año, evaluando al mismo tiempo el primer semestre. Los primeros cálculos de la Comisión Nacional de Comunicaciones muestran una caída de ingresos del orden del 5 por ciento.
"La medición debe ser muy cuidadosa, porque hay múltiples factores que inciden en la variación del tráfico y de la facturación de las compañías", advirtió un funcionario del organismo regulador.
En esa lista se incluyen el aumento del valor del pulso (por la variación de la inflación en los Estados Unidos), la reducción de ese valor pactada para noviembre de cada año, el crecimiento de la cantidad de abonados o el incremento del tráfico por mayor actividad económica.
Menos llamadas en Córdoba
La industria y el agro fueron los más beneficiados con la reestructuración de las tarifas. En la vereda de enfrente quedaron el comercio y las firmas de servicios
CORDOBA.- Los sectores industrial y agropecuario con uso intensivo del teléfono en llamadas interurbanas e internacionales fueron los más beneficiados por el cuadro tarifario que desde enero rige en el país. En algunas empresas el ahorro en este rubro promedia los $ 3000 mensuales.
En la otra vereda están los comercios y compañías de servicios con boletas en las que las comunicaciones urbanas representan la mayor proporción. A pesar de lo difícil que resulta hacer un cálculo por la variación que hay de una empresa a otra, desde el Centro Comercial de Córdoba estiman que el incremento de las boletas ronda el 10 por ciento.
"Hay un esfuerzo extra en la administración del teléfono. Muchas firmas instalaron sistemas especiales para que al minuto la comunicación se corte o adjudicaron claves de ingreso a los empleados" , comentó a La Nación Luis Oliva, gerente del Centro Comercial.
Estas conductas determinaron que se haya registrado un descenso del volumen de comunicaciones y, además, que en el horario pico se hagan sólo aquellas imprescindibles. El 36% más del costo del minuto entre las 10 y las 14 "espanta" a los usuarios.
Por ejemplo, un teléfono comercial en el que las llamadas urbanas representan alrededor del 50% de la factura pasó de oblar $ 379 en noviembre del 96 a $ 419 durante el corriente mes, con un consumo de 5.258 pulsos en el último pago y de 5.400 en el anterior.
En ese período, el abono pasó de 55,30 a 66,91 pesos. Otro ítem que ayuda a abultar la cuenta, además de la importante suba del minuto en área urbana, es el monto facturado por "llamadas de telefonía celular por cuenta y orden de terceros" , que se agregó desde la vigencia del calling party pays (el que llama paga), y que alcanza -en esta factura- los $ 24.
"De una factura de $ 272, $ 152 corresponden a consumo; el resto es abono y carga impositiva. Esa es una relación ilógica, ya que el servicio termina siendo lo de menos" , afirmó Adriana, dueña de una empresa de servicios.
Los que sonríen
Los exportadores -para quienes las llamadas internacionales representan más de la mitad de su cuenta- o las empresas que tienen la mayoría de sus clientes y proveedores fuera de la ciudad de Córdoba festejan los efectos del nuevo cuadro tarifario.
"En los últimos tres meses ahorramos $ 8500 de teléfono. Instalamos un sistema de control para que los empleados no abusen de las llamadas urbanas y tratamos de restringirnos en las horas pico", afirmó el ejecutivo de una fábrica de máquina-herramientas del interior cordobés.
Para las firmas del interior las llamadas de larga distancia, no sólo las internacionales, representan hasta el 80% del total facturado, lo que explica la reducción en el costo. Fuentes relacionadas con distintas compañías de los sectores industrial y agropecuarios, con fuerte incidencia de llamadas internacionales e interurbanas en la factura, confirmaron que el ahorro promedio en teléfono ronda el 20 por ciento.
Desde la Cámara de la Construcción -uno de los sectores que apoyó el reordenamiento tarifario- su presidente Juan Carlos Maggi señaló : "La reducción no ha sido tan importante como esperábamos".
En las casas de familia el cuidado es aún mucho mayor. Un ejemplo, es que entre las 10 y las 14, el horario pico, son pocos los que realizan llamadas.
"Salvo que no quede otra, si no no hay que darle el gusto a las telefónicas", enfatizó Ana María, una vecina del barrio Inaudi. Una familia que en julio de 1996 pagó $ 69,97 de teléfono por 655 pulsos netos de consumo ( entonces regían los 170 libres), pagó en mayo último 89,51 pesos. En ese período el abono saltó de $ 24,17 a 31,06 pesos. El volumen de llamadas de la familia bajó 70 pulsos de una factura a la otra.
La protesta se hace oír en el área metropolitana
La reestructuración de las tarifas telefónicas se hizo sentir en la Capital y en el
Gran Buenos Aires, donde los usuarios residenciales llevaron la peor parte El rebalanceo tarifario en el servicio telefónico fue recibido con malestar por los usuarios residenciales de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires, mientras que los comerciantes no advirtieron subas en sus facturas, según los testimonios recogidos por La Nación .
La controvertida medida fijó aumentos de hasta el 57 por ciento en las llamadas urbanas y rebajas que llegan hasta el 83 por ciento en las de larga distancia interurbanas e internacionales. Dolores de Rodríguez, clienta de Telefónica de Argentina, dijo en su casa de Adrogué:"El principal aumento que notamos es el del abono".
Boleta en mano, la vecina del sur del Gran Buenos Aires explicó:"En diciembre pagué 54,97 pesos y el costo del abono era de 17,71. En julio pagué 75,43 por el bimestre abril-junio. El abonó se incrementó a 25,31 pesos. De pagar un abono por 17,71 ahora pago 25,31 pesos".
Ahora, sólo lo necesario
Leonardo Ventura, residente en Turdera y cliente de Telefónica de Argentina indicó:"En octubre pagué 13 pesos y en diciembre 31, porque por el fin de año siempre usamos más el teléfono. En abril tuvimos que pagar 92 pesos y en julio 67. Se nos cortaron los descuentos por jubilación y, debido al aumento, usamos sólo lo necesario el teléfono, y tratamos de hacerlo después de las diez de la noche".
Al haberse implementado un horario pico (entre las 10 y las 13) con tarifas más altas, la precaución que tomaron muchas familias fue olvidarse de marcar en ese lapso.
Una familia tipo de La Plata tuvo una suba en el abono mensual pero se benefició por las rebajas a las llamadas al exterior.
En diciembre le pagaron a Telefónica de Argentina 20,98 pesos por abono y en julio 28,90. Pero en diciembre debieron abonar 8,77 pesos por hablar tres minutos a Estados Unidos, mientras que en la última boleta se le cobraron 6,93 por hablar siete minutos a Italia.
Con todo, la factura total, sin contar impuestos, se incrementó un 14,3 por ciento en este caso.
Residenciales porteños
En Capital Federal, una familia integrada por los padres y cuatro hijos pagó en noviembre 80,32 pesos y en julio 147, 58. El abono le costó ese mes 17,59 y ahora Telecom les cobra 32,70 pesos.
Pero además del aumento del abono, el incremento en los pulsos se hizo sentir en el bolsillo de la familia:en noviembre pagaron 56,52 pesos por comunicaciones nacionales (urbanas e interurbanas) y en julio deben abonar 113,38 pesos por el mismo concepto. En consecuencia, la factura global se incrementó un 83,7 por ciento. "Con este aumento -se lamenta el jefe de esa familia- modificamos el hábito de usar el teléfono. Les pido a mis hijos que intenten hablar a la noche, pero es un control difícil de concretar porque los más chicos no son muy conscientes de esta situación."
José Luis V. Chávez, residente en la Capital Federal, explicó que en diciembre Telecom le cobró en concepto de abono 25,69 pesos y que en el período actual pagó 37,92 pesos.
"Aumentó el abono, pero no por esto modificamos el uso del teléfono. Llamamos dos veces por mes a San Juan, siempre después de las 20. La verdad es que el aumento casi ni lo sentimos", dijo.
Sin embargo, su factura aumentó un 45,8% entre diciembre y su última factura.
El gasto en los comercios
Por otra parte, los comerciantes de la Capital Federal consultados (y que son abonados de Telecom, ya que Telefónica no está enviando las boletas en esta área; sólo comenzará a hacerlo en los próximos días) no advirtieron cambios "sustanciales" en sus facturas.
"Casi no noté diferencia entre el importe que pagué en diciembre y la última factura", dijo Luis Cariaga en su comercio de la calle Viamonte, cerca del microcentro, haciendo un alto en sus tareas.
Cariaga recibió un descuento en el abono mensual. En diciembre pagó 68,09 pesos y en mayo 63,19.
El empresario agregó que "el gasto por el uso del teléfono forma parte de las erogaciones generales que debo hacer por mi trabajo, como el pago de los impuestos". Su factura se incrementó un 6 por ciento siempre comparando entre noviembre del año último y junio de este año.
Por su parte, una empresa familiar dedicada a la venta de camisas y corbatas sobre la calle Marcelo T. de Alvear, pagó en concepto de abono en noviembre $ 73,66 y en mayo, 70,09 pesos.
"No se puede hablar de un aumento. A los comerciantes se nos redujo el costo del abono. De todas maneras, el teléfono es parte de los gastos generales de la empresa", dijo un vocero de la firma.
Su factura global aumentó un 14 por ciento entre noviembre y mayo, cuando pagó $ 271,81 sin contar impuestos.
Más llamadas, más beneficios
Aunque este último período incluyó un cargo de $ 50,36 en concepto de llamadas internacionales, sin contar este rubro hubiera obtenido una rebaja del 4 por ciento. Parece tratarse de un caso típico de la llamada elasticidad de demanda, es decir, la propensión a realizar más llamadas cuando se reduce el precio.
De los testimonios se desprende que los clientes que realizan muchas llamadas de larga distancia fueron los más beneficiados por el rebalanceo de las tarifas.
Mientras que las empresas consideran las facturas telefónicas como uno más de sus gastos habituales, los usuarios residenciales no terminan de digerir el aumento en el abono mensual y en las comunicaciones urbanas, producto en buena medida de la eliminación de los pulsos libres.
Lo positivo, aún no se ve
Donde las empresas deberían beneficiarse por las llamadas de larga distancia, comerciantes y particulares sólo parecen sentir el aumento
MAR DEL PLATA.- Carlos Orduña es el dueño de una distribuidora de especias. Desde que se puso en vigor el decreto 92/97, las facturas del servicio telefónico le llegaron con incrementos cercanos al 50 por ciento.
"El consumo habitual -explicó- era de aproximadamente 450 pesos bimestrales, y con el último ajuste nos llegó la factura por poco más de 690 pesos."
Para el funcionamiento de su empresa es necesario un constante contacto con el interior, pero advirtió que las rebajas que se dan en servicios de larga distancia "parece que no se sienten, a pesar de mantener la misma intensidad de uso del teléfono".
Si bien no dio con precisión los valores de las facturas recibidas, el imprentero José María Lopetegui aseguró que tanto su empresa como otros comercios "han registrado aumentos de servicio telefónico del orden del 40 al 60 por ciento".
Esa inquietud ya ha quedado reflejada en la Unión del Comercio, la Industria y la Producción, donde se discuten estrategias para frenar no sólo los incrementos en las comunicaciones, sino también los de energía que se produjeron tras la privatización de la Eseba SA. La variación de costos en el servicio familiar también se ha notado con claridad, puntualmente en los valores del abono mensual y a partir de la eliminación de los pulsos libres.
En la última factura que recibió por el servicio domiciliario, Oscar Costa constató un aumento de aproximadamente 10 pesos en el abono, unos 6 pesos por la desaparición de los pulsos libres y otros 4 pesos proporcionales en concepto de impuestos.
"La cantidad de llamados que hicimos ha sido prácticamente la misma entre un bimestre y otro, pero de los 75 pesos que gastábamos antes del rebalanceo, ahora pasamos a pagar casi 100" señaló.
Costa ha presentado un amparo ante la Justicia Federal. El juez Jorge Sirochinsky hizo lugar al recurso y dispuso la suspensión del rebalanceo. Ahora sospecha que este fallo sea el motivo por el cual no ha podido acceder a servicios adicionales que otorga Telefónica de Argentina, como el de Memobox de mensajes.
Los costos también han sido similares para María Guerriero. "En enero pagaba por el abono unos 17 pesos, pero en las facturas de abril y junio ya me llegaron más de 27 pesos en cada una."
Misiones es una de las provincias en las que los clientes telefónicos ganan con el rebalanceo
POSADAS.- Los aproximadamente 72.500 abonados al servicio telefónico de esta provincia se han visto en general favorecidos por el rebalanceo tarifario que rige desde el 11/4 de febrero último.
Así se desprende de la lectura de boletas bimestrales de la empresa Telecom, que en un 55% corresponden a casas de familia y las restantes a profesionales, comercios y gobierno.
La reducción de los costos de llamadas internacionales e interurbanas desde Misiones se ha notado en la actividad económica, y la gente se inclina a usar el teléfono en las horas de menor costo.
Antes, para hablar desde Posadas a Buenos Aires, se pagaba $ 1,46 el minuto y ahora 0,61, siempre y cuando sea dentro de los horarios de 8 a 10 y de 13 a 22; en el horario "pico" de 10 a 13 es mayor y desde las 22 hasta las 8 del día siguiente, menor.
También se redujo en un 60% el costo de la llamada de Misiones a los Estados Unidos, en un 62% al Paraguay, en un 48% al Brasil y en un 39% al Uruguay.
En cambio, se incrementó el costo fijo del abono, con descuentos para clientes residenciales de bajo consumo y jubilados.
Según datos de medios empresarios locales, el gasto por el servicio se redujo, entre grandes consumidores, del 30 al 45%, sin que ello implique una disminución de las llamadas y un aumento de las nuevas conexiones.
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