El régimen automotor dejará plata
Impacto: el nuevo esquema que regirá entre 2000 y 2004 traerá a las arcas del Estado $ 226 millones más de lo que se recauda actualmente.
Si el nuevo régimen automotor acordado entre la Argentina y Brasil en la última reunión del Grupo Mercado Común hubiese estado en vigencia este año, la recaudación por la importación de coches y piezas hubiese sido incrementada en 226,7 millones de pesos.
Esta cifra, que surge de un cálculo realizado por la Dirección Nacional de Industria, es clave para el secretario de Industria, Comercio y Minería, Alieto Guadagni, que asegura que ésa fue una de las principales motivaciones de la Argentina y Brasil al cerrar el acuerdo, la semana última, en Río de Janeiro.
El secretario está convencido de que el régimen beneficiará a todos los sectores, pero admite que ahora llega la negociación más compleja.
Lo que se acordó en Río es que entre 2000 y 2004 no habrá más compensaciones (es decir, que las terminales para importar no deberán exportar por el mismo monto). Como contrapartida al libre comercio se creará un sistema de monitoreo, para evitar que haya desinversiones, como por ejemplo que una terminal reduzca el nivel de producción, no actualice los modelos o cierre sus plantas.
Guadagni se reunirá el 23 del actual con representantes de las terminales, los sindicatos, y los autopartistas para establecer cómo se hará ese monitoreo.
El nuevo régimen liquidará los actuales cupos para la importación de autos. Esto, para Guadagni, no desequilibrará la balanza comercial del sector. En cambio, para el presidente de la Asociación de Fabricantes de Autos, Horacio Losoviz, "es un riesgo, estamos abriendo la frontera a los autos de Corea, por ejemplo, que devaluó un 400% su moneda".
Aranceles
Uno de los datos que no se definieron en Río y que es crucial para el sector es el arancel para importar piezas de extrazona no fabricadas en el Mercosur (que son especialmente de alta tecnología). Guadagni adelantó a La Nación que será del 4 por ciento.
El arancel externo común (hasta hoy sólo acordaron entre la Argentina y Brasil) para importar autos desde extrazona será del 35 por ciento. El 28 del actual, los negociadores de Uruguay y Paraguay deberán decidir si aceptan ese arancel, pero en Economía no se desecha que esos dos países puedan integrarse con un arancel menor. Sin una gran industria, la mayoría de los autos son importados en esos países, y un 35% de arancel externo sólo traería mayores precios.
Guadagni se mostró satisfecho porque aseguró que Brasil había llegado a la cumbre de Río con la decisión de que el 1º de enero de 2000 se liberara totalmente el comercio en el bloque, y que la Argentina logró que se pactara una transición. "Hubiese sido un desastre, con una desinversión total en la Argentina", dijo Guadagni.
Los beneficios superan, para el funcionario, a las posibles contras. "La industria resulta protegida por el arancel externo común del 35%, que es el más alto del Mercosur. La industria de autopartes se ve favorecida por la aplicación de la regla de origen que, para habilitar el beneficio del comercio intrazona sin aranceles, exige un 60% mínimo de contenido regional. Y los consumidores también resultan beneficiados, toda vez que se eliminan los cupos y otras restricciones para importar", concluyó Guadagni.
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