A la salida del default / Efectos de la crisis en Europa. El sacudón de los mercados aún no complica el canje de la deuda
Para los analistas, lo que comienza a estar en riesgo es la posibilidad del país de captar nuevos fondos
El tembladeral bursátil provocado por la crisis fiscal europea, situación reflejada anteayer en la rebaja de la calificación como deudores aplicada a Grecia y Portugal y ayer por un castigo similar a España, no pone en riesgo el canje de la deuda soberana por iniciarse el próximo lunes ni su tasa de aceptación, pese a que respecto del momento del anuncio de los lineamientos generales de la oferta el valor de mercado cayó en 2 dólares.
Sin embargo, la irrupción de un contexto financiero claramente más volátil comienza a sembrar dudas sobre la posibilidad del Gobierno de captar nuevo financiamiento, al menos en las condiciones a las que aspira a obtenerlo (unos US$ 1000 millones y a una tasa que no supere el 10 por ciento), coincidieron en advertir distintos analistas consultados ayer por La Nacion.
"Un canje de este tipo debería ser bastante inmune a los últimos acontecimientos, ya que se trata de un cambio de documentación y condiciones de pago dentro de un riesgo crediticio ya asumido", apuntó el consultor y ex secretario de Finanzas Daniel Marx.
"Por ahora no cambiaron sustancialmente las perspectivas para esta operación. Si bien la baja en la cotización de la deuda argentina le baja el precio a la oferta de canje, todavía el valor de la oferta se mantiene claramente por encima de la frontera que permitiría lograr un buen resultado. Pero esto no quiere decir que no habrá que estar atento a los sucesos en el Viejo Continente", evaluó Leonardo Chialva, socio de Delphos Investment.
El economista Ramiro Castiñeira, de la consultora Econométrica, coincidió con sus colegas. "Si bien los bonos reaccionaron a la baja por los ruidos internacionales, el retroceso no tuvo una dimensión tal como para afectar significativamente la valuación de la oferta, que todavía ronda los US$ 50 y 55 para los mayoristas y minoristas, respectivamente. Si se toma en cuenta, además, que buena parte de los tenedores actuales habrían comprado esos papeles a menos de 30 dólares, queda a la vista que el negocio, dólar más o menos, aún les cierra", explicó.
Las dudas aparecen cuando se les recuerda que el Gobierno diseñó la operación de forma tal que le permita acceder a fondos frescos. Después de todo, las cuentas fiscales hace ya tiempo que dejaron de estar rozagantes.
En este punto, aun los que observan un semáforo en verde para la operación, lo ven mutar al amarillo cuando se evalúa esa posibilidad.
"El punto relevante por estas horas no es el porcentaje de aceptación de la oferta, sino la operación que viene anexa, es decir, el título con el cual la Argentina piensa hacer su reentrada en los mercados voluntarios de crédito", dice Juan Pablo Vera, de la casa bursátil local Tavelli y Cía. "Si la situación en Europa se espiraliza y dispara un aumento en la aversión al riesgo, conseguir una tasa de salida para el Global 17 en el orden del 10% se volvería una tarea por demás complicada", señala.
"El canje en sí debería poder concretarse más o menos de acuerdo con lo previsto, pero es muy probable que conseguir dinero fresco se haga más difícil", observó también David Mermelstein, de la consultora Econviews.
José Echagüe, que trabaja junto con Marx en la consultora Quantum, observó que en los prospectos presentados en las últimas horas frente a los distintos organismos reguladores de mercados (ayer lo hizo ante la SEC estadounidense) el Gobierno "incluyó una cláusula donde dice que se reserva el derecho a anular la transacción si no logra US$ 1000 millones nominales. Resta saber si está dispuesto a emitir arriba del 10% o, para evitarlo, termine colocando un monto menor para bajar la tasa final, lo que no descarto".
LA JUSTICIA SUIZA OPINARA SOBRE EL CANJE
- La justicia suiza se expediría en las próximas horas sobre un planteo realizado por un fondo buitre que busca trabar el canje y lograr, al mismo tiempo, un embargo resarcitorio por la cesación de pagos de 2001. La inminente convocatoria a la audiencia, según los datos que manejaban anoche en el Gobierno, puso en guardia a las autoridades económicas, que esperaban anoche nuevos reportes de sus asesores letrados para evaluar el cuadro de situación. La información que tenían anoche los tranquilizaba: el riesgo de embargos sería bajo, confiaron altas fuentes a La Nacion. Pero, a fuerza de traumáticas experiencias al respecto, nadie se atrevía a descartar de plano esa posibilidad.