Agencias privadas de empleo: primer paso hacia la formalidad
En un contexto donde la tasa de desocupación se ubica en el 9,6% y un 40% de la población sufre algún grado de informalidad, el trabajo temporario se inscribe como una alternativa válida y ágil para la inserción laboral y las transiciones de carrera garantizando los derechos de los trabajadores. Esta modalidad alienta la competitividad de las organizaciones con seguridad jurídica.
La evidente incapacidad del sistema para dar respuesta a las demandas sociales, plantea la imperiosa necesidad de "barajar y dar de nuevo" en vistas de alcanzar una correcta interpretación del futuro del empleo. Si a esto agregamos el impulso de la robótica, la automatización y la inteligencia artificial que hace que los trabajos rutinarios tiendan a desaparecer, el problema se acrecienta.
A su vez y a nivel estructural, a los actores sociales se nos plantea la necesidad de evaluar cómo dar respuesta a ello con nuevas recetas. Si bien otros países de la región han modernizado su marco regulatorio, debemos ser cuidadosos y responsables en la necesidad de desarrollar verdaderos mercados laborales inclusivos con protección social.
¿Qué factores tenemos que tener en cuenta para ello? Existe un desfase entre educación y trabajo. Las competencias, capacidades y habilidades alcanzadas a partir de la educación formal deben ser complementadas con formación basada en la demanda. Debemos recuperar la cultura del trabajo, pero adaptándonos a las nuevas modalidades de empleo que nos propone el siglo XXI. Mientras el trabajo se ha vuelto colaborativo e interdependiente, las estructuras organizacionales son planas y en red.
Para favorecer el desarrollo de un mercado del trabajo más dinámico, formal e inclusivo, el diálogo social junto a legislaciones modernas que contemplen los nuevos escenarios laborales son no solo necesarios, sino urgentes, y deben estar enmarcados en las condiciones de calidad y seguridad descriptas en la concepción de trabajo decente.
En la Argentina, las Empresas de Servicios Eventuales (ESE) tienen como misión ser un trampolín de un empleo formal a uno formal y permanente: uno de cada 4 trabajadores que ingresan como temporarios, son a posteriori efectivizados por la empresa usuaria/cliente. A su vez, un trabajador contratado a través de una ESE tiene los mismos beneficios y prestaciones que un trabajador de planta permanente.
En síntesis, el trabajo temporario es garantía de trabajo decente en tanto que nuestro propósito es el de cumplir un rol social fundamental en la tracción de personas de la informalidad/precariedad laboral a la formalidad, sobre todo en el colectivo joven. Es que paradójicamente mientras el 65% de los trabajadores eventuales son menores de 30 años, la informalidad laboral en esta población joven asciende al 60%.
A nivel global, vemos una positiva correlación entre la adecuada regulación de los servicios privados de empleo y una baja en la tasa de informalidad. Es decir que la mayor penetración de nuestra actividad se condice con mayores niveles de trabajo decente. Por esta razón planteamos la necesidad de la ratificación por parte del Congreso de la Nación de la convención N° 181 de la OIT sobre las agencias privadas de empleo, la cual menciona en sus considerandos, el rol que las agencias privadas de empleo pueden jugar en el buen funcionamiento del mercado del trabajo.
Presidente de la Federación Argentina de Empresas de Trabajo Temporario (Faett)
Ricardo Wachowicz