El gimnasio se instala en la oficina para aliviar tensiones
En Unilever, la office gym tiene por objeto bajar el nivel de stress del personal
En los últimos años, el stress se ha convertido en una de las consultas más frecuentes a los especialistas. Uno de los principales causantes de este malestar físico y psíquico es el ámbito laboral.
Unilever de Argentina, empresa líder en productos de consumo masivo, decidió en 1999, luego de realizar una encuesta de cultura organizacional, dar clases de gimnasia a sus empleados para combatir el stress y el sedentarismo.
"Creemos que el trabajo, además de ofrecer la posibilidad de crecer profesional y económicamente, puede ser también un ámbito donde las personas puedan desarrollarse emocional y físicamente", sostiene Mariano Tirigall, gerente de capacitación y empleos.
La iniciativa surgió del departamento médico, como respuesta a indicadores internos que marcaban tensión y agotamiento en los integrantes de los distintos sectores de la empresa.
"En Unilever creemos que la salud de nuestros empleados es vital para el negocio. Por eso, su bienestar es una de nuestras preocupaciones. Así decidimos implementar un plan de salud preventivo que va más allá de los meros controles", señala Miguel Stariha, gerente del departamento médico.
Uno, dos, tres...
Los lunes, miércoles y viernes, Ulla Hofmann, profesional especializada en office gym, coordina las actividades al término de la jornada laboral. La asistencia es optativa: según las estadísticas de la compañía, el 85% participa en forma casi constante, y en algunos casos el número asciende al ciento por ciento. Para motivar al personal para realizar los distintos ejercicios, los gerentes ayudan a dirigir las clases.
El personal se reúne en el comedor que funciona en el tercer piso, con la misma vestimenta de trabajo. Las camisas y corbatas, y las polleras y blusas son la indumentaria más adecuada para la práctica de estos ejercicios, a tal punto, que la profesora dirige sus clases con zapatos de taco alto y pantalón de vestir.
Allí realizan durante media hora movimientos de flexoextenciones y pausas activas de movimiento, que Ulla Hofmann define como "un programa para prevenir contracturas y dolores que se producen por el tiempo que están los empleados frente a la computadora. Para contrarrestar la postura estática se realizan movimientos con todo el cuerpo". Los viernes, además, se agrega a estos ejercicios una clase de salsa, donde se realizan todo tipo de pasos de este clásico baile centroamericano.
Los empleados que concurrieron a la clase retoman luego sus actividades completamente distendidos y cargados de energías. Mientras que aquellos que finalizaron sus tareas diarias, regresan a sus hogares más descontracturados. "La verdad es que las clases activas de movimiento, además de ser divertidas, me ayudan a llegar a casa menos tenso. Los músculos se relajan bastante y me siento más saludable", comenta Federico Begher, asiduo asistente a las clases que trabaja en el área de Marketing.
Para complementar las pausas de movimiento, una vez por semana el personal recibe durante 15 minutos clases de gimnasia en las oficinas. Con música movida de fondo, la profesora de gimnasia ingresa en los distintos departamentos y alienta a los empleados a mover el esqueleto .
Desde los gerentes hasta el último empleado de la empresa comienzan a realizar ejercicios combinados de brazos, piernas y manos, tratando de estirar hasta el último músculo del cuerpo, olvidándose, al menos por un rato, de sus obligaciones. Los chistes y las risas que acompañan los movimientos son el condimento que hace de estas clases un momento ameno y divertido.
Ambiente positivo
Gracias a la distensión física y mental, Unilever notó cambios positivos tanto en el rendimiento laboral como en el aspecto anímico. Los comentarios más frecuentes, según las encuestas internas realizadas por la compañía, son: "Me siento mucho mejor, más saludable; tengo menos dolor en las piernas, además casi no me contracturo".
Esto también ha sido observado por Hoffman, que sostiene que "muchas chicas y señoras que tenían problemas en la espalda ya no tienen dolores; además, siempre les recomiendo que el fin de semana salgan a caminar para estirar las piernas".
Pero el principal cambio se vio reflejado en las relaciones interpersonales."La relación con mis compañeros fue siempre muy buena. En los momentos en que hacemos gimnasia, tratamos de divertirnos y relajarnos", comenta Cristina, integrante del departamento de Logística.
En busca de un balance saludable
Otra herramienta que implementa Unilever para combatir el stress es el Proyecto Libra.
Con este plan la companía busca restablecer y mantener un adecuado balance entre la vida personal y el trabajo.
La consigna principal es concientizar a todo el personal de que abandone sus puestos de trabajo antes de las 18.30, para así preservar una mejor calidad de vida.
"Nos mueve una convicción simple: una persona que tiene tiempo para estar con su familia y amigos, para descansar, leer o hacer deporte, para ir al cine o asistir a un curso de cocina, volverá a trabajar al día siguiente con el ánimo y las ideas más frescas. Y así todos ganamos", afirma Trigall.
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