Mientras se camina por los pasillos de la feria, llama la atención la diversidad de acentos que se oyen al pasar. Los extranjeros, en su mayoría latinoamericanos y alguno que otro español, se convirtieron en protagonistas excluyentes de la 30a. edición de la Feria del Libro.
"Los chilenos, sobre todo, compran muchos libros de management. Allí a los libros se les recarga el IVA, por eso los encuentran más baratos acá", cuenta Damián Fernández desde el stand del Grupo Editorial Norma.
Pero no son los únicos. También mexicanos, peruanos y venezolanos se paran frente al sector de management para ver las últimas novedades. "Acá hay muy buenos expertos en gestión y liderazgo que tal vez allá no tenemos. Y encima, están superbaratos", dice satisfecho Gerardo, un ejecutivo chileno que se llevó cinco libros para leer en el avión rumbo a Santiago,
Jorge, un mexicano que se encuentra haciendo un posgrado de Recursos Humanos en el país, y que asistió a la presentación de Martha Alles, tampoco quiso perderse este acontecimiento.
"En México está la Feria del Libro de Guadalajara, que es muy similar a la de aquí --compara--. Me llevo unos libros que necesito para estudiar y otros que me compré porque estaban bastante bien de precio."
También Alicia, una madrileña que se encuentra haciendo turismo en el país, se lleva un buen botín de ejemplares. "Estoy sorprendida por lo bien montado que está todo esto. La verdad es que me gustaría llevarme más libros, pero no puedo porque son muy pesados y no voy a poder cargar el equipaje", se lamenta. De todas maneras, las tres bolsas parecen más que suficientes.
