Las empresas con puestos vacantes esperan certezas económicas y políticas
Una postura conservadora, en estado de stand by o wait and see, hace que las compañías no incorporen personal hasta asegurarse de tener en claro un rumbo que no cambie a lo largo de los años
Que cuatro años no es nada, podría ser la letra de un nuevo tango que se refiera al estancamiento en el empleo privado formal en la Argentina. Las empresas no están dispuestas a invertir o a tomar personal si el panorama no está claro a mediano y lago plazo.
Con datos que hablan de la pérdida de empleos privados y formales, que a su vez se habían recuperado en 2017, pero que se habían perdido en 2016 y así sucesivamente, los números se mantienen mas o menos igual desde 2010. A marzo de 2019, hay en el sector asalariado privado formal 6.160.000 personas, con una pérdida de 161.000 puestos en comparación a marzo de 2018.
"En la Argentina hay 13 puestos privados formales cada 100 habitantes, por lo que hay una base imponible estrecha", explica Jorge Vasconcelos, vicepresidente y economista jefe del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral), "En Chile hay 26 puestos privados formales cada 100 habitantes y una base imponible mayor, por lo que se pueden recaudar impuestos sin necesidad de tener una altísima presión tributaria".
Podría haber más empleo asalariado formal, pero las empresas dan sus razones para no tomar gente a pesar de tener puestos vacantes, en una reciente encuesta de SEL Consultores. "Actualmente la compañía ¿tiene vacantes sin cubrir?", pregunta SEL. El 78% de ellas contesta que sí, y, aunque hay mayor predominio de los puestos para analistas y técnicos (un 61% de las posiciones vacantes), también hay necesidad de personal en las gerencias medias y jefaturas, en los puestos administrativos, vendedores, operarios etc.
La siguiente pregunta es ¿cuándo cree la empresa que se reactivará efectivamente la generación de nuevos puestos de trabajo dentro de la compañía? El 49% contesta que no sabe; el 40% dice que en 2020 y solo un 9% cree que en el segundo semestre de 2019. "Hay un notorio escenario de incertidumbre", dice el informe de SEL. "La mitad de las compañías no sabe cuándo se reactivará el empleo y hay un corrimiento de las expectativas al 2020".
"Sabemos que hay un espacio de oportunidad importante y empresas que tienen vacantes por cubrir, pero no tienen intenciones de hacerlo a menos que se vislumbre un claro panorama político y económico", dice María Laura Cali, directora ejecutiva de SEL Consultores. "El mercado laboral está sumamente condicionado por el contexto. El hecho de que exista la vacante no quiere decir que se vaya a cubrir en breve", agrega.
La Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) elaborada por el Ministerio de Producción y Trabajo, y difundida el jueves pasado refleja que solo 5,5% de las empresas espera aumentar su dotación de personal en los próximos tres meses, mientras que el 6,5% espera disminuirla. Por otro lado, la mayoría de las empresas consultadas, que llega 88%, no anticipa cambios, es decir que no van a contratar ni van a disminuir el personal. En SEL Consultores estiman según su encuesta que el 67% de las empresas van a mantener sus dotaciones, el 23% las van a disminuir y un 10% planea aumentarlas.
Esto no es una buena noticia en momentos en que el empleo registrado privado cayó en abril 2,5 por ciento interanual, con bajas en todos los tamaños de las empresas y casi en la totalidad de los rubros analizados. Las empresas de entre 10 y 49 empleados presentaron un descenso interanual de 2,6% en el empleo, las de entre 50 y 199, de 2,3%, y las de 200 y más empleados redujeron su dotación en un 2,9% en relación a un año atrás, según la EIL.
Todas las ramas de actividad económica presentaron variaciones interanuales negativas con excepción de servicios comunales, sociales y personales (0,2%). La construcción disminuyó su personal en un 7,5%,: la industria manufacturera en un 4,5%; comercio, restaurantes y hoteles en un 4%; transporte, almacenaje y comunicaciones, entre otras.
Escenario conservador
"Claramente las empresas hoy están en un escenario conservador, con contrataciones frizadas porque no solo no están ajenas al contexto económico, con complicaciones para llegar a los resultados esperados, sino que hay también existe un un elevado nivel de incertidumbre por lo que va a pasar en el pais", dice Marcela Ángeli, Directora de Talento y Compensaciones de Willis Towers Watson.
"Nuestra base de datos representa un 10% de la Argentina. Son empresas multinacionales o medianas grandes locales. Estas empresas, que tienen más espaldas, no reemplazan a la gente excepto que sea una posición muy importante para la empresa. La postura es me quedo ahí. Tampoco vemos desvinculaciones masivas ni planes de retiro gigantes". continúa. Ángeli agrega que para las empresas "la sensación es que si ganan unos, las medidas van para un lado, pero si ganan los otros, van a hacer lo opuesto. Entonces la idea es no innovar". El wait and see es recurrente en las compañías, que no saben qué medidas sorpresa se pueden tomar y prefieren no innovar.
"Hablamos de la brecha en distintos sectores de la sociedad, pero hay una brecha más profunda entre la agenda de la política y lo que la Argentina necesita para volver a crecer", cierra Vasconcelos.
Herramientas para ponerse en marcha
En marzo el uso de la capacidad instalada en la industria fue del 57,7%, mientras que en marzo de 2018 fue de 66,8%, según el Indec. "Con el tema de la capacidad ociosa, hay que ver hasta qué punto se trata de capacidad productiva pero que tenga demanda hoy", afirma Jorge Vasconcelos, economista senior de Ieral. "Si se refiere a la capacidad productiva de un producto que no se puede exportar, y por otro lado el mercado interno se ve muy condicionado por los ajustes macroeconómicos que el país tiene que hacer, entonces se trata de una capacidad productiva pero sin demanda potencial. Esto se da ya sea por los cambios tecnológicos, o porque no se puede acceder a los mercado de exportación por los problemas de falta de competitividad que tiene el país".
Poco tiempo después de la crisis de 2001 había una enorme capacidad ociosa pero la reactivación se dio de una manera bastante veloz. "Esto ocurrió por inversiones que se habían hecho en la época de la convertibilidad y que eran genuinamente competitivas por las exigencias del 1 a 1. No sucedió lo mismo en el período 2011-2015", dice. Finalmente, propone tres ejes para crecer:
- Replicar el esquema de los acuerdos que se hicieron en Vaca Muerta y en el sector lácteo "donde hubo mucha madurez por parte de la dirigencia sindical, que aceptó que las inversiones solo ocurren cuando se puede competir de igual a igual con otras inversiones.
- No es posible bajar la carga tributaria para todos al mismo tiempo pero sí habría que privilegiar una bajada de impuestos que beneficie a pymes que emplean hasta hasta 200 o 300 personas.
- Planificar mejor el horizonte del integracion país con el mundo.