Tras un año de pérdida en materia salarial, qué nos traerá 2019
Lejos de las clásicas notas de verano a tono con tiempos de vacaciones, y tras una pérdida de alrededor del 20% del salario real en 2018, la gran pregunta es si 2019 traerá algo de alivio en materia salarial. Puede ser, pero...
Tal como informó La Nación, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), mostró el pasado jueves que, en octubre y en comparación interanual, hubo una variación de precios del 45,9%, pero una suba de salarios solo del 26,2% si se toman en su totalidad. Sin embargo hay diferencias: en el sector privado registrado la suba fue del 27,8%; en el sector público del 26,6% y en el sector no registrado, siempre el más vulnerable, solo del 21,9%.
El economista Fausto Spotorno, Director del Centro de Estudios Económicos de OJF, prevé que en 2019 habrá una recomposición salarial, pero que no se va a llegar a recuperar lo perdido durante el 2018. "Estamos esperando que suceda lo que en realidad viene sucediendo desde el 2012: en los años impares sube el salario real y en los años pares cae. Pero en los impares nunca se logra recuperar lo que se perdió en el año anterior. Entre las paritarias, las cláusulas gatillo y las cláusulas de renegociación, alguna recomposición va a haber", analiza.
Según Héctor Daer, secretario general de la CGT, "los incrementos salariales fueron heterogéneos, pero en general se notó una recomposición salarial a través de las cláusulas gatillo o de los bonos de fin de año". Dicho esto, reconoce que, de todas maneras, los trabajadores en convenio también sufrieron la pérdida de su masa salarial en 2018, sobre todo porque "la canasta de consumo de los trabajadores aumentó mucho mas que la inflación, con un perjuicio mayor cuanto menor es el ingreso". Por eso asegura que este año, "volveremos a insistir con la cláusula gatillo. Es lo único que garantiza que no caiga el poder adquisitivo".
Aclara Spotorno que "el 70% de las cláusulas gatillo están entre diciembre y febrero. Por eso no creo que en febrero hablemos del mismo porcentaje de caída que en diciembre. Puede ser, en vez del 18% para quienes están en convenio, el 13%, que igual es una caída fuertísima".
Daer cree que "hay que ver cómo se recupera el salario perdido a través del control sobre cómo va madurando la inflación este año". El Banco Central, a través del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), informó esta semana que "los analistas del mercado esperan una inflación de 28,7% para los próximos 12 meses y de 19,9% para los próximos 24 meses".
Fuera de convenio
Los salarios fuera de convenio son los que más sufrieron, sobre todo, y tal como se pudo ver en los últimos números del Indec, los de los trabajadores no registrados. "La pérdida del salario es muy dispar", continúa el líder de la CGT. Los que no están convencionados son los que mas dificultades tienen. Por eso creemos que una manera de ayudarlos es corrigiendo el Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM), algo que planteamos formalmente al Gobierno, y estamos esperando una respuesta. El salario mínimo se proyectó un 25% de julio de 2018 a junio de 2019 y tiene una perspectiva gravísima. Por otro lado, las jubilaciones van a recuperar parte del impacto inflacionario recién en marzo".
Pero también hay otro grupo más pequeño que no está en convenio. Se trata de los jerarquizados, sin dudas castigados en los últimos años en materia salarial. En la última encuesta de Willis Towers Watson, las proyecciones 2019 en este sentido auguran un 28,3% de aumento promedio para este año, según los presupuestos de las empresas. Las mayoría proyecta otorgar los aumentos recién en abril y luego en octubre y un alto porcentaje cree que el presupuesto podría llegar a modificarse, sobre todo si se vuelve a acelerar la inflación.
Además, y conscientes de que los trabajadores manifiestan un cierto ahogo económico, el 33% de las empresas estará tomando alguna de las siguientes medidas para minimizar el impacto de la inflación respecto a los ajustes salariales realmente aplicados en el año 2018:
- El 33% de las compañías otorgará un incremento salarial mayor al originalmente proyectado para el primer semestre.
- El 21% va a adelantar el aumento a este mes de enero y el 19% a febrero.
- Un 8,2 de ellas pagará un bono algo mayor al que corresponde.
Recomposición
El economista Spotorno explica que la caída del salario real está atada directamente al crecimiento económico. "La caída de la actividad económica tan violenta que se vivió a fin de año hizo que tanto los empresarios como los trabajadores hayan preferido no ajustar los salarios, pero conservar el empleo. El desempleo no creció mucho".
También cree que si crece la economía y de la mano crece el salario real de los que ya tienen trabajo, va a tardar en haber un aumento de la cantidad de puestos laborales.
Las condiciones para que crezca la economía no son fáciles, según Spotorno. "Hay aspectos que pueden ser positivos, como por ejemplo la recuperación de Brasil, el agro, el tipo de cambio un poco mas alto y algunas mejoras en competitividad. Pero por otro lado hay un aspecto negativo vinculado básicamente a las tasas de interés y a la falta de inversión. En la medida en que la tasa de interés pueda ir bajando la economía se iría recuperando de a poco".
Consultado sobre cómo pueden recomponer los salarios aquellos sectores que sufrieron un parate durante 2018, que no tienen margen para aumentos, Daer explicó que "cada actividad va a tener que analizar sus números. Hay actividades que no quedaron con margen. Salvo el sector financiero y el energético, a todo el resto le fue mal. La recuperación del salario es fundamental para recuperar mercado interno. El gobierno hace los ajustes a través de limitar los salarios".
Dos visiones de país
El líder del a CGT augura un año complejo. "El conflicto y la huelga es un instrumento que tenemos para el momento en que se agotan las conversaciones. Todo depende de la respuesta del gobierno y de los empresarios. La puja distributiva se da cuando el país crece, pero este año habrá una puja para que los trabajadores no perdamos mas de lo que ya perdimos".
Daer no comulga con la idea de que haya contratos individuales entre empleados y empleadores, según las posibilidades de los empresarios y la disposición de los posibles empleados. Este punto, clave en la visión sobre cómo debe regularse el mercado de trabajo, está presente en uno de los puntos de la reforma laboral que llegó al Congreso pero que nunca fue discutido en el recinto.
Para Spotorno, por su parte, para que haya más empleo formal las condiciones deben ser más flexibles. Habla de un mercado laboral en el que hay 17 millones de personas que trabajan, de los cuales hay 5 millones que lo hacen en la informalidad (changas etc); casi 4 millones trabajan para el Estado; 3 millones que son independientes y que se vieron muy golpeados por la crisis; 3 millones que trabajan en pymes y que hicieron malabares para conservar el trabajo y otros 3 que trabajan empresas grandes. Por otro lado, hay que sumar 2 millones más de personas que están desocupadas.
Se trata de un mercado que debe crecer para que haya más empleos formales y de calidad, y para ello, es el modelo de país el que hay que discutir: más flexible, o más regulado y/o protegido. El crecimiento, o no, del empleo debería definir el resultado de la dicotomía.
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