En Brasil esperan por un ajuste más profundo
Sin fin: las turbulencias en los mercados brasileños están lejos de terminarse; se descuenta un programa más duro después de las elecciones.
SAN PABLO.- Si después de tres días de subas en las bolsas el mercado brasileño había pensado que la crisis era historia, ayer comprobó que no.
A media mañana, Bovespa debió suspender la sesión con un "circuit braker", después de que el índice se sumergiera un poco debajo del 10 por ciento.
Al final se recuperó algo gracias a la operación "chapa blanca" (acción del Gobierno sobre el mercado) y cerró con una baja de 4,87 por ciento.
Sólo las reservas de divisas tuvieron ayer un comportamiento menos dramático que días anteriores.
Salieron unos 400 millones de dólares, lo que muestra una reducción del flujo negativo, y al mismo tiempo ingresaron entre 250 y 300 millones por la privatización de la compañía estatal Gerasul.
El país está con un poco menos que 50.000 millones de dólares de reservas.
El problema es que aún la tasa de 49,65 por ciento de intereses (o de 39 por ciento en el overnight) no consiguió atraer inversores.
"En Brasil, el problema no es de tasas, es de confianza", dijo a La Nación el analista financiero del BicBanco, Cristian Leguisa.
Estructuralmente, en el mercado brasileño nada ha cambiado, ni antes ni después de las subas de la Bolsa en los primeros días de esta semana.
Pero por su liquidez, su protagonismo y los flancos débiles de su economía, Brasil continúa siendo uno de los blancos más fáciles ante cualquier temblor internacional.
Un hombre influyente
El principal factor que derrumbó Bovespa ayer fue la declaración del presidente de la Reserva Federal norteamericana, Alan Greenspan, que negó la posibilidad de que caigan los intereses de los bonos del Tesoro norteamericano, medida que Pedro Malán había señalado como imprescindible para revertir la crisis.
También tuvo un efecto negativo la confirmación de que no hay ningún acuerdo concreto por ningún monto en especial para que América latina reciba un préstamo del Fondo Monetario Internacional o el G-7.
El último factor que empujó a la bolsa paulista hacia abajo fue la caída generalizada en las bolsas de Nueva York, Asia y Europa.
Cambios tras los comicios
En tanto, el coordinador del programa de campaña para la reelección del presidente Fernando Henrique Cardoso, Carlos Pacheco, debió salir ayer a desmentir que el Gobierno tenga intenciones de aumentar los impuestos.
Y negó también que la reforma fiscal, implorada por todos los sectores para poder reducir la deuda pública del país, vaya a ser votada este año.
Pero ya es unánime el rumor de que apenas pasen las elecciones, el 4 del mes próximo, el Gobierno anunciará un plan de ajuste fiscal más que drástico. Y según Leguisa, del BicBanco, "esta vez va a tener que ser en serio".
Sucede que el paquete presentado por el Gobierno hace quince días no surtió los efectos esperados en los inversores, que siguieron retirando los capitales en masa del mercado brasileño.
Para los especialistas, el recorte en el presupuesto dispuesto en aquel ajuste -cercano a los US$ 3000 millones- no fue suficiente. Por eso se esperan recortes más drásticos.