En febrero, la economía tuvo su peor caída mensual desde 2012

Si se aleja la mirada de las frías estadísticas, febrero fue un mes malo para la economía casi por donde se lo mire. Al aumento en las tarifas de luz se le sumó la errática aplicación del programa Precios Transparentes, que obligó a los comercios a mostrar el interés de las compras con financiamiento y ocasionó una contracción del consumo; las paradas técnicas en algunos sectores importantes del rubro fabril, como el aceite y la industria automotriz, y las lluvias, que le pusieron un freno tanto al campo como a la construcción, dos eslabones de la actividad que se espera que contagien al resto.

Después de esa lectura, según estiman los economistas, es mucho más fácil entender qué pasó con el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) que difundió ayer el Indec, que anticipa el número del PBI.

La serie muestra que en el segundo mes del año se registró una ca- ída de 2,2% con relación al mismo período de 2016. Así, la economía interrumpió en febrero dos meses consecutivos con crecimiento interanual, ya que según el Indec el EMAE había registrado una suba año contra año de 0,2% en diciembre y de 1,4% en enero.

Por otra parte, la estimación desestacionalizda del EMAE marca que la actividad en febrero se contrajo un 1,9% intermensual frente a enero, que a la vez había registrado una caída del 0,4% frente a diciembre. Con ese registro, la cifra de febrero se ubicó como la mayor caída mensual desde abril de 2012, cuando se hundió 3,7% en la medición destacionalizada frente a marzo de ese año.

El análisis por sectores económicos marca que las principales ca- ídas se dieron en la industria manufacturera (-7,1%), la explotación de minas y canteras (-6,7%), el comercio (-4,9%) y el sector de la electricidad, el gas y el agua (-2,8%).

Las mayores alzas estuvieron en el sector de pesca (96,9%), servicios sociales y salud (2,4%) y agricultura, ganadería y caza (1,8%).

"El dato es muy malo, aunque ya se sabía. Esto ratifica la sensación de que la salida de la recesión está, pero será lenta. Y que no es sencillo que en el año se crezca 3,5%, como espera el Gobierno", sostuvo el economista Miguel Bein.

Fausto Spotorno, director del Centro de Estudios Económicos de OJF, sostiene que el tropezón no alcanza para inquietar del todo. "El tamaño de la caída de febrero no es para preocuparse porque en marzo se recuperó [los números oficiales aún no están disponibles]. Y con eso el primer trimestre del año muestra un crecimiento en comparación con el cuarto trimestre del año pasado. Lo que preocupa es que la tasa de expansión viene por debajo de lo previsto", explicó.

Pese a eso, en el primer bimestre se verificó una disminución de la actividad de 0,4%, en comparación con igual período del año pasado, según las cifras oficiales.

Camilo Tiscornia, de C&T Asesores, tiene una mirada similar. "Hay algo muy puntual en febrero. Se suman paradas de planta y un día hábil menos, por ejemplo. No lo tomaría como un indicador de marzo. Muchas veces cuando un mes cae mucho luego repunta notablemente. Esta semana se va a conocer el EMI [el indicador del Indec que muestra la marcha de la actividad industrial] y vamos a tener más precisiones", explicó.

Al igual que otras consultoras, C&T Asesores disminuyó las perspectiva de crecimiento de la economía para este año de un 3,5% a un 3%, tras el aumento de tasas dispuesto por el Banco Central y los números del EMAE de febrero.

Se profundizó el déficit comercial

El Indec informó también ayer que el déficit comercial de la Argentina se profundizó en marzo y alcanzó los US$ 941 millones, un 243% superior al que se produjo el mismo mes del año pasado (274 millones). Según el organismo que conduce Jorge Todesca, en el tercer mes del año, el ingreso de divisas por exportaciones creció un 2,3% interanual para llegar a los US$ 4527 millones, mientras que la salida de fondos por importaciones se incrementó un 16,4% hasta US$ 5468 millones.

De esta manera, el total exportado en el primer trimestre de 2017 fue de US$ 12.660 millones, mientras que las importaciones ascendieron a US$ 13.748 millones. De esta manera, el saldo comercial arroja un déficit de US$ 1088 millones en los primeros tres meses del año. En 2016, el déficit acumulado en igual período había sido de US$ 342 millones.