En otras áreas crecen menos los subsidios
Los giros para energía, transporte y alimentos, entre otros sectores, subieron sólo 10% el primer trimestre
No sobran noticias auspiciosas en el frente fiscal. Los números del primer trimestre desnudaron no sólo un claro deterioro del superávit. Mostraron también que se trata de una tendencia que ni siquiera los ingresos adicionales provenientes de la estatización de las AFJP o la estrategia de pisar gastos y devoluciones de impuestos logró detener. Tampoco los ajustes en las tarifas de gas, electricidad y transporte cortaron el aumento de los subsidios, aunque lograron frenarlo.
El Gobierno gastó en el primer trimestre $ 5044 millones en subsidios, un 10% más que en el mismo período del año anterior. Se trata de un alza muy inferior a la registrada a principios de 2008, cuando estos pagos aumentaban a tasas de tres dígitos en tiempos de congelamiento tarifario, estampida en los precios de las commodities y crecimiento a tasas chinas. La cifra, plasmada en el último informe de la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP), abarca los subsidios de la Administración Nacional y excluye, por ejemplo, algunos de los pagos que se realizan a través de fondos fiduciarios.
Los subsidios para energía, donde se aplicaron importantes aumentos en las tarifas residenciales de gas y electricidad, cayeron un 18%, a $ 2085,3 millones. La estatal Enarsa no recibió un solo peso en el primer trimestre de este año: las importaciones de gas de Bolivia, menores que las de un año atrás, son financiadas ahora por los usuarios, lo que generó un ahorro para el Tesoro de casi $ 500 millones.
La disminución en los subsidios energéticos fue más que compensada por el resto de las áreas. En transporte, el Gobierno concretó giros por $ 1869,7 millones para compensar las subas de costos de las empresas de colectivos, trenes y subtes del área metropolitana, financiar a Aerolíneas Argentinas (ver aparte) y al Ferrocarril General Belgrano. Estos pagos aumentaron un 39% en relación con los primeros tres meses de 2008. Las compensaciones sumaron $ 700 millones, un 63% más que un año atrás. Finalmente, las transferencias a empresas públicas como AySA, la agencia de noticias Télam y el Sistema de Medios Públicos aumentaron un 55% y sumaron otros $ 287,3 millones.
El gasto público creció un 28%, impulsado también por las inversiones en obras públicas, los giros a las provincias y las mejoras en los salarios públicos y los haberes jubilatorios.
Los ingresos aumentaron menos, un 15 por ciento. ASAP pondera esa suba en el contexto de la crisis global, aunque hace tres aclaraciones acerca de cómo se obtuvo: la eliminación de las AFJP, que elevó los ingresos por aportes personales; la reducción en los pagos de reintegros y devoluciones de IVA, y, por último, el aporte fiscal de la "inflación elevada".
El superávit cayó al 2,5% del producto bruto interno, un punto por debajo del cierre de 2008, un "sendero declinante" que en la visión de ASAP aparece como el escenario "más probable" de cara a los próximos meses. Una de las conclusiones del informe es contundente: "Sin los nuevos ingresos por aportes personales, y ajustando la recaudación por los atrasos en los pagos de reintegros y devoluciones de IVA, el resultado primario rondaría el equilibrio, por lo que el resultado financiero sería deficitario por una cuantía similar a la del pago de intereses".
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