Facturas truchas: De Vido se desligó de un asesor
El ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, se desligó ayer de la relación que mantiene uno de los asesores más relevantes de su Ministerio, José María Caula, con un contador que está en la mira de la Justicia por su presunto rol de "intermediario mayorista" en la emisión y distribución de facturas truchas de las usinas "Viazzo" y "Di Biase" por cientos de millones de pesos.
Mediante un comunicado, el Ministerio sostuvo que Caula "nunca se desempeñó como jefe de Gabinete de Asesores, como erróneamente se informó en el artículo" que publicó ayer LA NACION bajo el título "Facturas truchas: surgen más datos de un asesor de De Vido", y consignó que "no existe tal cargo en el organigrama del Ministerio".
Horas después de difundido el comunicado, además, un vocero de De Vido llamó a LA NACION para destacar que Caula "no sólo no es jefe de Asesores, sino que no es asesor del ministro en sí, lo es del Ministerio en general", sin precisar a qué funcionarios en particular beneficiaría con su asesoramiento.
Ese cargo de "jefe de Gabinete de Asesores" figura, sin embargo, en la tarjeta oficial de Caula requisada durante el allanamiento al estudio del contador bajo la mira de la Justicia, Diego Evaristo Díaz Bonilla, y cuya copia obtuvo LA NACION. Además, el teléfono, el número de fax y el mail de contacto que figuran en esa tarjeta eran, hasta anoche, los correctos para ubicarlo dentro del Ministerio, según verificó LA NACION. En su comunicado, asimismo, el Ministerio admitió que Caula "cumple funciones de asesor", aunque sólo limitadas a "concursos de proyectos". Entre otros, el del ex Palacio de Correos, el Museo de Pintura Italiana o el de recuperación del mural Siqueiros, en tanto que expuso que De Vido "no fue [su] compañero del colegio secundario".
"Como en todos los casos –cerró el comunicado–, este Ministerio pondrá a disposición de la Justicia los elementos que sean requeridos, y seguirá atento a la actuación judicial y las posibles responsabilidades de la persona de esta cartera [por Caula] mencionada en la causa."
"Julio no tiene nada que ver"
Consultado por LA NACION sobre los ejes centrales de la nota –los envíos de sobres con "recibos" y "carpetas" de empresas emisoras de facturas truchas o vinculadas al "caso Skanska" entre Díaz Bonilla y Caula, y los pagos por hasta $ 10.000 que el contador entregó al funcionario–, desde el Ministerio evitaron dar una respuesta. Insistieron en que colaborarán con lo que "pueda requerir" la Justicia. Horas después, uno de los voceros llamó e insistió en que "Julio [por De Vido] no tiene nada que ver con todo este asunto de las facturas, Caula y Díaz Bonilla".
En una carta personal que envió por su cuenta a LA NACION, Caula desmintió esos pagos, que constan en documentos obtenidos durante el allanamiento del estudio contable y que el propio Díaz Bonilla había confirmado ante la consulta de LA NACION, cuando los calificó como "un reconocimiento" para el funcionario por haberle "abierto las puertas" del Ministerio. Según Díaz Bonilla, él mismo cobró honorarios por su labor de intermediación, propia de una "gestión comercial" entre el Ministerio y empresas privadas, en la que él se abocó a acercar "las dos puntas y ganó una moneda por ese trabajo de lobby. Nada más", dijo. "A Caula lo conozco hace 30 años, y dentro del Ministerio es lo más cercano a la Virgen María –abundó–; como máximo ese dinero [por los pagos de hasta $ 10.000 por vez] fue un «reconocimiento» a él por haberme abierto las puertas."
Veinticuatro horas después y por medio de su carta, Caula confirmó que conoce a Díaz Bonilla desde hace "más de 30 años", pero sostuvo que entre ambos la relación sería sólo "de índole personal". El funcionario negó además "tajantemente"
integrar el estudio contable de Díaz Bonilla o mantener una "relación comercial" con él, así como haber "recibido ningún pago" por parte del contador al que la Justicia indagó como presunto "intermediario mayorista" de las facturas apócrifas. En esa línea, el asesor del Ministerio negó también haberle emitido "ninguna factura profesional al mismo [por Díaz Bonilla] por ningún concepto".
Según las agendas de las secretarias del contador y documentos requisados durante el allanamiento, Caula no aparece como emisor de facturas o como socio del contador, pero sí como su interlocutor y como el destinatario de "carpetas" y "recibos" emitidos por empresas vinculadas al "caso Skanska", como Inargind SA.
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