Fernández asegura que el desempleo caerá 3 puntos
Roque Fernández descartó ayer que la nueva embestida de Domingo Cavallo contra otros ministros del Gobierno vaya a afectar el flujo de inversiones extranjeras hacia la Argentina.
En las conversaciones que mantuve con gente del exterior me dijeron que está todo tranquilo. Nadie duda de que los aspectos fundamentales de la economía están bien y, por lo tanto, no va a haber ningún tipo de repercusiones, declaró el ministro de Economía, al disertar en un encuentro organizado por el Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas. Fernández admitió que el ministerio recibió muchas ofertas de financiamiento para encarar un programa de recompra de deuda, una de las preocupaciones recurrentes del mercado financiero.
Las estamos estudiando, cuáles son sus características y si es el momento adecuado para aceptarlas, dijo.
En su exposición, el ministro adelantó que el proyecto de ley sobre el régimen de despidos e indemnizaciones que el Gobierno está por enviar al Congreso propone fijar una multa a los empleadores que no aporten al fondo de despidos equivalente al doble del aporte normal (fijado en el 4% del salario).
Si la mora llega a los seis meses, la empresa tendrá que pagar una indemnización de un mes por año de trabajo. Según sus cálculos, el costo actual para el empleador es equivalente al 7% del salario, pero un 2% es para los abogados.
Sobre el efecto que podría tener el paquete flexibilizador en la generación de empleo, el ministro reconoció que es difícil preverlo, aunque, según algunos cálculos, por cada 3 puntos de crecimiento del PBI la tasa de desocupación bajaría un punto.
Teniendo en cuenta que la economía crecería un 3% este año y un 5% el próximo, Fernández pronosticó una baja del desempleo de un punto por semestre.
Esto, si todo sigue igual que hasta ahora, pero el proceso se verá favorecido si prospera el proyecto que estaría por entrar en el Congreso, aseguró. El ministro no dio ninguna explicación de por qué se multiplicó la cantidad de desocupados desde el inicio de la convertibilidad pese a contar con tasas de crecimiento inéditas en la Argentina.
Por otra parte, Fernández advirtió que los comerciantes e industriales que no están de acuerdo con el poder de policía que reclama la DGI para clausurar locales en infracción lo tendrán que aceptar.
El titular de la cartera económica admitió que hay un proyecto de ley que impulsa la sanción para los clientes que no exijan facturas por sus compras, aunque indicó que eso no podrá aplicarse a no ser que en esa acción exista una voluntad delictiva.
Si los compradores piden que no les den factura a cambio de cobrarles un 20% menos del monto a pagar, serían copartícipes del delito y se los tiene que sancionar, aseguró Fernández.
El titular del Palacio de Hacienda aseguró que no se va a devaluar la moneda al menos hasta que termine mi gestión, argumentando que con el actual tipo de cambio las exportaciones crecerán este año hasta los 22.700 millones de dólares.
El concepto de que es necesaria una devaluación para aumentar la competitividad de las exportaciones era equivocado, enfatizó.
Pese a admitir que si se liberara el 1 a 1 hoy se produciría una revaluación del peso frente al dólar (porque es mayor la oferta de divisas para pasarse a moneda local, explicó el ministro), Fernández aclaró que no sería conveniente apartarse de la convertibilidad porque el dólar podría dispararse por factores estacionales, como cuando se pagan los aguinaldos. Esto provocaría confusión y falsas expectativas en el público, calculó.
Tenemos que mantener la convertibilidad por mucho tiempo, hasta que no quepa la menor duda de que la solvencia fiscal del Estado está asegurada y que se han dado todas las transformaciones fundamentales de la economía, remarcó Fernández.
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