La discusión tributaria. Fernández presenta su proyecto
Interrogantes: el ministro de Economía reunió ayer a un selecto grupo de profesionales, a quienes les explicitó los objetivos de la reforma.
El ministro de Economía, Roque Fernández, reunió ayer a un selecto número de economistas a quienes informó sobre los alcances de la reforma tributaria que elabora el Gobierno. Esa fue la primera de una serie de encuentros que el equipo económico planea para los próximos días.
A la reunión, celebrada en las primeras horas de la mañana, concurrieron Miguel Angel Broda, Manuel Solanet, Javier González Fraga, Juan Alemann, Daniel Artana, Adolfo Sturzenegger y el economista del Frepaso y de la AlianzaArnaldo Bocco.
Fernández y los secretarios de Hacienda, Pablo Guidotti, y de Política Económica, Carlos Rodríguez, transmitieron los objetivos centrales de la iniciativa, que resumieron en:
- Reducir la imposición sobre el trabajo.
- Aumentar el salario de bolsillo del 85% de los asalariados.
- Reducir la alícuota sobre productos de la canasta familiar, a cambio de mayor equidad y mayores impuestos sobre consumos no esenciales.
- Bajar el costo laboral.
- Eliminar el incentivo al endeudamiento y a la baja capitalización.
- Reducir los aranceles de bienes de capital.
- Evitar que preferencias impositivas se trasladen a los accionistas.
- Ampliar la base imponible eliminando exenciones y mejorar el cumplimiento fiscal.
A la hora de la exposición sobre los objetivos fiscales y económicos de la iniciativa, los integrantes del equipo económico señalaron que pretenden que tenga neutralidad recaudatoria y distributiva entre la Nación y las provincias, a la vez que mejore la distribución del ingreso y la equidad horizontal.
Según el diagnóstico preparado por Economía, las numerosas exenciones que existen en la actualidad alteran la equidad horizontal y vertical, a la vez que hay un alto incentivo al endeudamiento y a la baja capitalización de las empresas.
Economistas que asistieron a la reunión, en la que fueron proyectados gráficos y transparencias con el contenido de la reforma, salieron conformes por la invitación, pero con dudas e interrogantes sobre los tiempos de la ejecución de los cambios.
Las dudas mayores siguen centradas en cómo se hará para que la reducción de los aportes patronales en 10 puntos (que representa una merma de ingresos de 2700 millones de pesos) no afecte la recaudación fiscal hasta que los nuevos impuestos comiencen a dar sus frutos.
Pero también apuntan a los mecanismos que se deberán poner en marcha para que la administración tributaria no flaquee a la hora de los controles.
La discusión política calienta los motores
El Gobierno insistió ayer en defender el sesgo "progresista" de la reforma tributaria que planea enviar al Congreso, mientras que desde la Alianza se comenzaron a dar las primeras señales críticas al proyecto.
La Alianza sostuvo que la generalización del IVA, al afectar a productos y consumos que hoy están exentos y que en la vida aparecen como de primera necesidad "impactará fuertemente en los sectores de ingresos medios y bajos".
Para el frente opositor, "además de mantener un sistema impositivo altamente regresivo, el Gobierno no ha logrado atacar el factor central del déficit, la gran evasión".
"No se conocen entre las iniciativas anunciadas medidas destinadas a combatir a los grandes evasores, ni a suplir las graves deficiencias de la estructura de administración tributaria o la falta de colaboración de la Justicia", subrayó la Alianza.
El ministro de Interior, Carlos Corach, defendió la reforma tributaria al afirmar que la rebaja del IVA a los productos de la canasta familiar implicará una reducción de precios de ese tipo de artículos, lo cual redunda en un beneficio para los sectores de ingresos fijos.
Corach sostuvo que los cambios que se planean enviar al Congreso "hacen rebajar distintas alícuotas de impuestos" por lo que razonó que "si en un país como la Argentina, donde hay estabilidad desde hace tantos años, con inflación prácticamente cero, si se bajan alícuotas de impuestos virtualmente esto implica rebaja de productos (sic)".
Tras el monotributo
El monotributo, que unificará en un solo pago el IVA, ganancias y aportes patronales para comercios con facturación anual de hasta 144.000 pesos, estará dividido en siete categorías según la facturación de las empresas, resolvió ayer el Gobierno nacional.
El proyecto de monotributo, que es considerado prioritario para el Ministerio de Economía y los diputados, posiblemente será tratado en la primera sesión ordinaria del Congreso.
En una reunión realizada en la Jefatura de Gabinete se acordaron siete categorías para el pago del impuesto, aunque aún resta definir los topes para cada una y la cuota mensual que pagarán los comercios en concepto de carga impositiva.
También se analizó ayer la descentralización de los impuestos cuya base de imputación son los bienes personales registrables, para que la recaudación quede a cargo de las provincias.
Reformular la coparticipación
La reunión avanzó en la unificación del proyecto de redistribución de la coparticipación federal, tratándose centralmente la incidencia del gasto previsional en la reformulación de la coparticipación.
Una vez elaborado el proyecto de nueva distribución de los impuestos coparticipables, el Gobierno lo trasladará a los gobernadores de las provincias para lograr su aval al proyecto y el posterior envío al Congreso para su tratamiento.
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