Paro en Buenos Aires / Cinco días sin operaciones. Fracasó el diálogo por el puerto
Tomada no pudo acercar posiciones entre los dos gremios que se disputan a los obreros
Transcurrió ayer el quinto día del paro que afecta las operaciones en las cinco terminales del puerto de Buenos Aires, tras fracasar ayer la mediación que encabezó el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, con los jefes del Sindicato Unidos Portuarios Argentinos (SUPA), Juan Corvalán, y del Sindicato de Guincheros y Maquinistas de Grúas Móviles, Roberto Coria, enfrentados por el encuadre gremial de los trabajadores que operan las grúas móviles y el pórtico.
El paro fue iniciado el viernes por el SUPA y desde entonces se mantuvieron bloqueados los accesos a las terminales para los camiones que debían retirar carga de importación y dejar contenedores de exportación. En tanto, ya son 23 los buques que permanecen sin poder operar, entre los que continúan amarrados en los muelles y los que esperan en zona común (lugar del Río de la Plata donde confluyen los barcos).
"Si no llegan a un acuerdo entre ustedes, los dejo en libertad de acción. Hagan lo que quieran", les dijo Tomada a los sindicalistas, según confió una fuente que participó de la reunión. Tomada volvió a convocarlos para hoy a una reunión. Mientras el SUPA decide en asamblea si extiende el paro al resto de los puertos del país, se esperan posibles movilizaciones de guincheros a la cartera laboral.
"Llama la atención la inseguridad jurídica que se vive porque el SUPA rechazó la conciliación obligatoria que ordenó Trabajo el viernes y porque la CGT, que debería dirimir sobre el encuadre gremial, no se expidió todavía", opinó un directivo de una de las terminales.
En Terminale s Río de la Plata (TRP) las plazoletas están abarrotadas de contenedores de exportación que no pudieron cargarse en los buques. "Estamos al 90 por ciento de la capacidad, cuando por la crisis veníamos con una ocupación del 60", señaló un ejecutivo de TRP.
Fuentes de las navieras MSC, MOL, Evergreen, Maersk y NYK confirmaron que sus buques siguen sin poder operar en los muelles. La decisión que prevalece en las casas matrices de las navieras es suspender la escala en Buenos Aires, abandonar la carga de exportación y dejar la de importación en Montevideo, puerto que se vio beneficiado con el paro e incrementó sus operaciones en un 40% en lo que va del conflicto.
"Asistimos al fracaso de los mecanismos de negociación gremial y se traslada una pelea intersindical al principal puerto del país", manifestó Enrique Mantilla, presidente de la Cámara de Exportadores. En tanto, Diego Pérez Santisteban, jefe de la Cámara de Importadores, opinó: "Estamos resignados a que no haya soluciones en estas discusiones; queda la sensación de que nada se resuelve".
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