Francia reclama por la deuda y por las empresas de servicios públicos
Planteos del presidente del Club de París, Jean Pierre Jouyet, al ministro Lavagna
"La confianza se gana de manera progresiva, pero se puede perder rápidamente". Con amabilidad, pero sin perder la firmeza, el presidente del Club de París, Jean Pierre Jouyet, reclamó en nombre del gobierno francés que la Argentina logre la mayor participación posible en el canje de deuda con los bonistas y admitió su preocupación por el proyecto de marco regulatorio de los servicios públicos.
Tras reunirse con el ministro Roberto Lavagna y con el secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, Jouyet realizó ayer una entrevista con LA NACION en la agregaduría económica de Francia en Buenos Aires. En ella admitió en forma elíptica que espera un ajuste lento en las tarifas de servicios públicos, en el contexto de una relación "equilibrada" con las empresas.
Además, el funcionario, de 50 años, advirtió que la idea de la Casa de Gobierno de cancelar toda la deuda que el país tiene con el Fondo Monetario Internacional, para evitar las exigencias del organismo, "puede hacer las cosas más difíciles" para el país.
Jouyet, que viajó como enviado del presidente Jacques Chirac, dijo que Lavagna goza de una fuerte confianza de la comunidad internacional.
-¿De qué habló con Lavagna?
-Le planteé tres temas: Francia considera que debe haber una participación lo más alta posible en el canje de deuda, lo cual haría más fuerte a la Argentina en los mercados internacionales.
El segundo punto fue manifestar la preocupación de mi país en cuanto a la ley que podría cambiar el marco de las concesiones (de los servicios públicos) y, tercero, hablé sobre un trabajo pedido por el presidente Chirac sobre el financiamiento de los países en desarrollo, que será discutido el 20 de enero próximo.
-¿Por qué vino ahora?
-Lo hablé con Nielsen hace tres meses; me pareció que al ser fines de año era un buen momento para venir, por la discusión del marco regulatorio.
-¿Qué impresión se llevó del encuentro?
-En cuanto a la deuda, el ministro volvió a presentar su posición y, sobre el marco de los servicios públicos, me aclaró que hay puntos de la ley que aún deben ser discutidos.
-¿Qué participación de bonistas en el canje considera aceptable?
-No doy cifras; un número lo más alto posible es lo mejor para las relaciones financieras del país, como para las relaciones con el FMI.
-¿Coincide con los grupos de acreedores que afirman que el país no negoció de buena fe?
-Hay que diferenciar las posiciones de los acreedores privados de aquellas de las autoridades públicas francesas. Pero cuanto más alta sea la participación en el canje, más fácil será comprobar la buena fe de la Argentina.
-¿Qué aspectos del marco regulatorio le preocupan a Francia?
-Le expliqué al ministro que no preocupa que haya algunos cambios por la situación económica; sí que haya cambios unilaterales, anulando contratos en forma unilateral o tomando más en cuenta los derechos de los consumidores que de las empresas.
-¿Cuándo se renegociará la deuda argentina de US$ 6000 millones con el Club de París?
-Los acreedores del Club están dispuestos a recibir a la Argentina cuando el programa con el FMI vuelva a estar encaminado. Hay comprensión por la importancia del canje con los bonistas, pero hay impaciencia porque se llevan tres años sin cobrar.
-¿Qué opina de la idea del Gobierno de evitar la supervisión del FMI pagándole toda su deuda?
-Conceptualmente, eso puede hacer las cosas más difíciles. La relación con el FMI está compuesta por tres elementos: la situación macroeconómica, donde hay un gran progreso; la reestructuración de la deuda privada, que necesita una alta participación; y los servicios públicos, que no hay que subestimar.
-¿Qué opinión tiene sobre la gestión del ministro Lavagna?
-La comunidad internacional tiene mucha confianza en el ministro Lavagna; reconoce los grandes esfuerzos que está haciendo y es una persona muy importante para todos, bajo la autoridad del presidente Kirchner.
-¿Qué mensaje le dará a Chirac?
-Mi impresión es que hubo grandes progresos en la macroeconomía, que deben ser consolidados para afianzar la confianza de los inversores y de las empresas. Es muy importante para las autoridades francesas que las relaciones con las empresas sean equilibradas, aunque entendemos las preocupaciones sociales del Gobierno y no es que se pide todo de inmediato, pero se necesita un marco previsible.
-¿Qué aprendió de la crisis?
-Las causas de la crisis han sido compartidas. Pero el país debe consolidar su progreso para evitar otra crisis, ya que la confianza se gana de manera progresiva, pero se puede perder rápidamente.
lanacionar