Fueron seleccionados proyectos empresariales
El desarrollo de un laboratorio bioquímico especializado en mascotas, la creación de un banco de levadura para las Pyme cerveceras, la producción de alimentos libres de gluten y lactosa para la población celíaca, el diseño de una máquina para imprimir sobre hojalata que reemplaza al carísimo equipamiento importado y un software para que las empresas puedan mantener a sus clientes. Esas son algunas de las ideas que el gobierno porteño eligió entre más de 143 proyectos presentados en el contexto del "programa universitario de estímulo de la vocación empresarial" lanzado por la Secretaría de Desarrollo Económico, dirigida por Eduardo Hecker.
La intención es estimular la creación de pequeñas y medianas empresas con base tecnológica. Los proyectos seleccionados cumplirán una serie de etapas, entre las que se encuentra la formulación del plan de negocios, para luego poder acceder a financiamiento.
Los jóvenes elegidos fueron premiados ayer en un acto en el Centro Cultural San Martín, durante un día más que difícil. Mientras corrían los rumores que antecedieron la renuncia del presidente De la Rúa, luego de la multitudinaria protesta nocturna, Hecker señaló que "esto se veía venir, lo hemos advertido una y otra vez", al tiempo que afirmaba que "los economistas han cometido errores en la formulación de la política". Luego, tratando de separar su gestión de la nacional, dijo que "no están en cuestión el Gobierno de la Ciudad ni el de las provincias, sino la política económica del gobierno de De la Rúa".
En el acto también se otorgaron subsidios a 42 Pyme porteñas por un monto de más de 2 millones de pesospara que puedan mejorar su productividad por medio de la adquisición de nuevas tecnologías.
Entre los beneficiados se encontró Raul Ruibal, uno de los dueños de la empresa homónima, que se dedica a la fabricación de juguetes. La marca se hizo famosa luego del lanzamiento de "La deuda eterna", un juego para adultos acerca de la deuda externa.
"Queremos ampliar la producción de una línea de juguetes didácticos", dijo Ruibal. "A pesar de la invasión de los importados, nosotros estamos peleando mano a mano el mercado." Recibieron un subsidio por 50.000 pesos, la mitad de lo que les va a demandar la incorporación de las nuevas máquinas. "Lo peor del momento es que la cadena de pagos está completamente rota. Los únicos que han vendido algo son los supermercados. Para los jugueteros minoristas, que esperan todo el año llegar a las fiestas, las ventas están muertas", dijo.
Los premios
De los 143 proyectos presentados finalmente se seleccionaron 55 ideas, que luego serán "incubadas"en el centro de diseño que acaba de inaugurar el Gobierno de la Ciudad en Barracas. Santiago Badran y Leandro Sivila tienen en la cabeza una apuesta muy ambiciosa: fabricar en el país una máquina que imprima hojalata, como las que se usan para las latas de duraznos, que reemplace a los carísimos equipamientos que se importan desde Japón, Estados Unidos o Inglaterra.
Jovencísimos los dos, Badran es ingeniero mecánico y Sivila está en el último año de la licenciatura en administración de empresas. "Hace cuatro años que estoy investigando para fabricar este equipamiento en la Argentina", dice Badran. "Podemos construir por 200.000 dólares una máquina que cuesta 1.800.000 porque es importada", añadió.
El primer paso fue haber sido seleccionados. Luego deberán hacer un análisis económico financiero acerca de la viabilidad de la producción, acompañado por un estudio del mercado.
Para construir el prototipo calculan que necesitarán unos 30.000 dólares. "Esta selección nos sirve para hacer contactos y conocer futuros inversores. También nos ordena para concretar nuestro plan", dice Sivila.
Otros dos seleccionados, Fabián Leis y Jorge Juncos, desarrollaron un programa de retención de clientes para el sector salud. "Combinamos técnicas de investigación de mercado con análisis económico para fidelizar los clientes y aumentar la rentabilidad del negocio", dice Juncos, licenciado en Comunicación Social y con un posgrado en Psicología. Juntos tienen una pequeña empresa de consultoría. Y ahora, como todos, necesitan un inversor que les permita ampliar sus horizontes.
¿Ahorrar energía mediante un accesorio para los calefactores de tiro balanceado? Carlos Acha y Pablo Levy, dos doctores en física, investigadores de la Conea y del Conicet, respectivamente, diseñaron un sistema que permite disminuir un 10 por ciento el gasto energético que realizan este tipo de artefactos, y, en la misma proporción, una reducción de las emanaciones tóxicas.
"Queremos que el Gobierno pueda aprovechar todas las buenas ideas que se le han presentado", dijo Levy. "Como contribuyente de la Ciudad quiero que se incorporen las mejores a la vida cotidiana en al ciudad", concluyó.
Las mejores ideas
- Por el programa universitario de estímulo a la vocación empresaria se eligieron 55 ideas de un total de 143 proyectos presentados.
- Entre ellos, el desarrollo de un laboratorio de análisis bioquímicos especializado en mascotas, la creación de una página web para veterinarios, elaboración artesanal de cervezas genuinas, un banco de levaduras para las Pyme cerveceras, un sistema de reconocimiento de personas mediante la voz, el desarrollo de narices y pieles electrónicas para la industria química, proceso de obtención de biodiesel por biocatálisis, etcétera.
- También se otorgaron tres premios en el contexto del concurso "Ciudad y Tecnología", en el que se convocó a proyectos de contenido tecnológico que proporcionan soluciones creativas a problemas relevantes de la ciudad. Se presentaron 287 proyectos. El primer premio lo obtuvieron José Reimundo Fandi y Gabriel Maizzonave por un semáforo inteligente que da informaciones complementarias, como, por ejemplo, qué vías alternativas tomar en caso de embotellamiento. El segundo premio fue para Norberto Liñares por la creación de una boca de tormenta de alta seguridad, y el tercer lugar fue para Horacio Civelli, por el desarrollo de una película antiafiches, que permite mantener limpias las paredes de la ciudad.
- Por último, la Dirección general de Tecnología del Gobierno porteño lanzó el programa de apoyo a la modernización productiva, una convocatoria destinada a favorecer los procesos productivos de las Pyme.
- Se presentaron 225 empresas y los fondos disponibles permitieron financiar a los 43 mejores proyectos por un total de 5,5 millones. De éstos, 2 millones fueron aportados por el gobierno de la Ciudad, y el resto por el sector privado. Entre las pequeñas y medianas empresas que recibieron el subsidio se encuentran Ruibal Hermanos, Zumo Natural, Industrias Químicas Independencia, Abrasivos Argentinos, Pasta Factory, Placares Unidos, Proanálisis, Proteínas Argentinas, Egidio Granzotto, Fabrimática, Industrias Alazan y La Delicia Felipe Fort.
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