La nueva propuesta: encuentro del Presidente con AEA. Fuerte respaldo empresarial a la oferta para salir del default
Los dirigentes confían en que el plan del Gobierno será aceptado por los acreedores
"Ahora sí es una propuesta." Mientras bajaba las escaleras del hotel Marriot Plaza, Cristiano Rattazzi, presidente de Fiat, fue escueto en el análisis, pero dejó en claro dos cosas: primero, que la oferta del Gobierno para salir del default no lo conformaba antes y ahora sí; segundo, que, a pesar de las dudas sobre su aceptación que en algunos causa el plan, la mayoría de los empresarios argentinos quiere dar un fuerte respaldo al Gobierno.
Acababa de terminar un encuentro entre el presidente Néstor Kirchner y los ejecutivos agrupados en la Asociación Empresaria Argentina (AEA), en el segundo aniversario de la entidad. Y, si en algunas ocasiones se hace difícil obtener opiniones del establishment acerca de las políticas del Gobierno, ayer, un día después del anuncio de la oferta que, si tiene éxito, le permitirá al Estado ahorrar 60.900 millones de dólares, las expresiones de apoyo fluyeron con facilidad.
A esta iniciativa se sumaron ayer declaraciones de entidades como la Unión Industrial Argentina, asociaciones de bancos y las cámaras de la construcción y de comercio.
Luis Pagani, presidente de Arcor y jefe de AEA, comenzó su discurso con un elogio: "Este es el empresariado que reconoce en usted, señor Presidente, a quien ha consolidado en la Argentina un liderazgo político democrático sólido, luego de una profunda crisis político-institucional".
Escuchaban Pascual Mastellone (La Serenísima), Enrique Pescarmona (Impsa), Aldo Roggio (grupo Roggio), Sebastián Bagó (laboratorios Bagó), Manuel Sacerdote (BankBoston), José Cartellone (constructora Cartellone), Oscar Vicente (Petrobras), José María Ranero Díaz (Repsol YPF), Julio Saguier (SA LA NACION), Héctor Magnetto (grupo Clarín), Alfredo Coto (supermercados Coto), Luis Mario Castro (Unilever) y Arturo Acevedo (Acindar), entre otros. Además, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y el ministro de Economía, Roberto Lavagna.
Quizás, en el futuro
Sentado durante el almuerzo a la derecha de Kirchner, Pagani aprovechó para pedirle una reducción en el impuesto al cheque. El Presidente contestó con el mismo argumento que había empleado anteayer Lavagna ante una consulta por las retenciones a las exportaciones: "Puede ser, cuando lo permita la recaudación en el futuro..."
Los empresarios dicen que confían en que la propuesta para salir del default será aceptada por los acreedores. "Yo creo que sí, que va a llevar un tiempo y la van a digerir", dijo Mastellone a LA NACION. "Por lo que veo, está muy cerca de ser aceptada", agregó Rattazzi. "Parece que hoy (por ayer) tuvo una buena aceptación en los mercados", apuntó Pagani.
Kirchner dijo que definitivamente se trataba de la última oferta. "Sin repechajes -agregó-, compatible con nuestras posibilidades y en el marco de un esfuerzo fiscal que no afecta el crecimiento y la mejora de la situación social que estamos logrando." Momentos antes, Pagani había hablado positivamente de la propuesta: "Desde AEA apoyamos también las negociaciones que su gobierno está manteniendo con los acreedores externos. Quiero decirle que, como empresarios, vemos en esta etapa crucial de definiciones, signos muy alentadores que nos hacen esperar una pronta y satisfactoria conclusión de las negociaciones".
Kirchner les dijo que el país necesitaba un empresariado nacional y, una vez más, que muchos se habían equivocado drásticamente durante los 90: "Algunos pudieron creer que encontraban ventaja en el hecho de no contar con un Estado moderno e inteligente, con capacidad para regular y controlar. Se engañaban: pues, cuanto más se debilitó el Estado, más grande fue la caída que provocó su desmanejo, su incapacidad o su corrupción, destruyendo el espejismo de riqueza que se había creado".
Les exigió también preocupación por el aspecto social: "Nuestros hombres de negocios, además de buscar réditos para sus empresas, no pueden ser ajenos al hambre de los argentinos marginados; no pueden mirar al costado y obviar la existencia de jóvenes sin educación o la falta de atención de la salud de nuestros ancianos."
Durante el almuerzo comentó que era optimista respecto de las exportaciones de soja porque China se había comprometido a comprarle a la Argentina por muchos años.
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