G-20: una oportunidad para impulsar el multilateralismo

El lema de la presidencia argentina del G-20 es "Construyendo consenso para un desarrollo equitativo y sostenible".

En cumplimiento de este propósito, nuestro país tiene la oportunidad de promover y liderar el debate sobre el funcionamiento del sistema mundial de comercio y las reformas que necesita para su sostenimiento. El inminente encuentro en Buenos Aires constituye una nueva ocasión para mostrar al mundo el potencial argentino en lo que respecta a acercar posiciones y alcanzar acuerdos. La 11° Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC), celebrada en 2017, demostró la capacidad de liderazgo de nuestro país en un contexto especialmente complejo, en el que se observaba un marcado crecimiento de la retórica proteccionista en diversas naciones.

Un año después, se observa que algunas declaraciones han pasado a hechos concretos: importantes economías impusieron nuevos aranceles, entre otras medidas tendientes a limitar las importaciones, con el objetivo de defender intereses estratégicos o promover sus mercados internos.

Estas políticas amenazan con limitar el intercambio mundial, que ya muestra señales de desaceleración. Sirva de referencia que, a diferencia de las décadas pasadas, cuando el comercio global se expandía dos o tres veces más rápido que el producto mundial, en la actualidad el ritmo de crecimiento de ambos indicadores es similar. Las estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) prevén un crecimiento del producto bruto global para 2018-2019 de 3,7%, mientras que la OMC ha proyectado una expansión del intercambio comercial de 3,9%.

Decisiones como la negativa a ratificar el Acuerdo Transpacífico, la renegociación del Nafta, el desconocimiento del Acuerdo de París y el Brexit ilustran este nuevo panorama.

En caso de profundizarse estas medidas proteccionistas, que resquebrajan el sistema multilateral de comercio basado en la OMC, es posible que en el futuro países como la Argentina tengan que negociar bilateralmente con las economías más poderosas, sin el marco de una organización multilateral que promueva el comercio basado en reglas y que sea abierto y transparente.

En el corto plazo, el proteccionismo puede traer réditos económicos y políticos para algunos. Pero la historia de la humanidad demostró ampliamente que el aislacionismo tiene más costos que beneficios y que el desarrollo de las naciones requiere de una inteligente integración al mundo. El multilateralismo es un valioso elemento para lograr tal propósito, por lo que deberían hacerse los mayores esfuerzos para su preservación.

El autor es presidente de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios

Jorge Di Fiori