El recepcionista del Ministerio de Salud lucha con los teléfonos internos para ubicar a las secretarias de los nuevos funcionarios. Finalmente lo logra y pide disculpas. "Nos estamos acomodando", explicarán luego algunos de los nuevos inquilinos del edificio de la avenida 9 de Julio al 1900. Entre los recién llegados está el ministro de Salud, Ginés González García , que recibe a LA NACION en un amplio despacho en el que se destacan un espléndido cuadro de Quinquela Martín y una maqueta de la cancha de Racing.
-Los congelamientos de tarifas y acuerdos de precios que decidió o firmó el Gobierno tienen una duración de 90 a 180 días; ¿por qué el congelamiento de medicamentos se hizo solo por 45 días?
-No estoy de acuerdo, porque no fue un congelamiento. Cuando se hizo el acuerdo llevábamos uno o dos días de gobierno; yo había arreglado con la industria farmacéutica unos días antes y al haber obtenido una rebaja del 8% en los precios se volvió a octubre. Si usted se pone a pensar es el precio de octubre durante noviembre, diciembre y enero.
-Sin embargo, fuentes de la industria dicen que entre las PASO y diciembre los remedios aumentaron entre 20 y 30%.
-No; hubo un incremento, eso es cierto, pero el 8% es como volver a fin de octubre, noviembre. No hubo más de eso como promedio. Puede ser que alguno haya aumentado un poco más, un poco menos, pero fue el primer acuerdo, fue voluntario. Lo hicimos con la industria y no va a ser esa la política de medicamentos. Esa fue una primera medida de buena voluntad de los laboratorios, pero claramente si algo va a tener este gobierno es una política mucho más fuerte de medicamentos. Vamos a atacar el tema en dos aspectos: por un lado, los más comunes, los que tienen patentes vencidas, que son el 91-92%. La ley de prescripción por genéricos lo que intentó en su momento fue, y nosotros la vamos a recuperar, que al prescribir por nombre genérico se pueda establecer la competencia.
-¿Qué significa que van a recuperar la ley de genéricos?
-Hoy eso está muy desvalorizado. La estamos estudiando justamente y no solo vamos a salir con prescripción por genéricos, que sigue siendo ley, sino con algunas otras medidas vinculadas con competencia en medicamentos.
-¿Podrían modificar la ley?
-No. Hay que ponerla en práctica. Hay una parte que es la ley y hay otra que se llama precios de referencia ,que estamos viendo. Precios de referencia es un cálculo que se hace, una fórmula probada internacionalmente. Por ejemplo, la amoxicilina. Usted tiene una de 50 y una de 120 y si el precio de referencia es 60, hasta ahí no paga nada el usuario [tiene la cobertura] y de ahí para arriba, paga. Esto tironea el precio para abajo. El segundo aspecto es que ahora apareció, con respecto a mi tiempo anterior de gestión [también fue ministro de Salud de 2002 a 2007], una nueva generación de medicamentos, que son los biológicos. Muchos tienen buenas perspectivas, pero tienen un problema: son impagables. Hoy, el 4% del mercado de prescripción se está llevando el 30% del gasto y tal es el precio que algunos productos, ya no es que no los puede pagar el financiador, casi no los puede pagar el Estado. Los casos van a la Justicia. Este ministerio está pagando 8 a 10 amparos judiciales por día en precios que son siempre en dólares. Acaba de entrar uno por 15 millones de pesos. Es un problema serio ya no de la Argentina, sino del mundo.
Esfuerzo de todos
-¿Impulsarán los medicamentos biosimilares (similares al biotecnológico original)?
-La Argentina está produciendo biosimilares, no para todos los productos, porque hay algunos que todavía están bajo patente. En la ley de la emergencia hemos puesto un artículo que dice: licencia obligatoria. Uno puede seguir un procedimiento -que está regulado internacionalmente- donde en realidad, si fundamenta, usted puede hacer que obligatoriamente haya o una negociación con el laboratorio de origen u obtener el medicamento con algún otro proveedor que no sea el que tiene el monopolio legal, que es la patente. Hoy hay ministerios, obras sociales, prepagas, que están jaqueados por esos medicamentos. Si bien el acceso es uno de los objetivos del Gobierno, lo es también que tenga alguna racionalidad. Esa es la discusión con los jueces. Uno piensa en el derecho colectivo y los jueces piensan en el derecho individual. Estamos formando un grupo de expertos para que se expida, que testimonie cada producto, y la Justicia tenga un apoyo para que cuando viene un amparo tenga un soporte para tomar una decisión, porque si no la Justicia dice: "Bueno, si lo prescribió un médico, dénselo", y, a veces, no en todos los casos, hay una relación inmoral de los laboratorios con los médicos y la prescripción de medicamentos.
-¿Habrá una agencia de evaluación que analice si corresponden o no los tratamientos?
-Sí, es un proyecto que va a demorar y que voy a buscar consensuarlo de manera que no tenga los problemas que tuvo la anterior administración. Intentaron hacer un trueque con la agencia versus la flexibilidad laboral. Fue una negociación con los gremios porque estaban y están desesperados con sus obras sociales, porque no pueden pagar. Se lo tomó como una moneda de cambio y terminamos mal. No hubo ni ley laboral ni agencia. Voy a tratar de que sea en el primer semestre.
-¿Qué pasará el 1° de febrero cuando venza el acuerdo de precios? ¿Habló con los laboratorios?
-No. Voy a hablar con la industria para que entienda cuál es la situación del país, pero no depende de mí. Acá no hay control de precios, así que ellos sabrán. Estoy hablando con todos, es un esfuerzo de todos.
-¿Preguntó por qué habían subido tanto después de las PASO?
-Sí. Dijeron que tenían miedo de que hubiera control de precios, que había especulaciones, idea de que venía el lobo, no sé que dijeron.
-¿Podría irse hacia un esquema de ajustes pactados?
-Sí. En el momento en el que estamos en la Argentina el Gobierno lo que quiere es que haya una mesa de diálogo, de negociación. El ministerio es muy abierto y estoy recibiendo a todo el mundo. Tenemos que hacer como una suma de debilidades, porque no creo que haya ningún sector con fortalezas, para tener una misma orientación. Antes de fin de mes los voy a convocar. En la primera semana de enero no hay nadie (se ríe).
-Pero se quedó conforme
-Y... uno siempre quiere el acceso al medicamento y el uso racional. El medicamento es siempre un impacto enorme sobre el bolsillo. Buscamos acceso franco para los sectores que pueden ir a la farmacia y luego hicimos un programa para los que no pueden ir a la farmacia, que fue el plan Remediar, de acceso gratuito en los centros de atención primaria del país a los medicamentos esenciales, que es un listado de 70, 80 productos que cubren el 90 y pico por ciento de las patologías. Ese programa Remediar va a ser puesto en funciones de nuevo en 45 días. El sistema tiene cobertura para 15 millones de personas y probablemente ahora sean un poco más. Va a tener todos los medicamentos que tenía antes, más ocho remedios más, con distintos botiquines según la región del país y una mayor frecuencia de distribución. Los medicamentos se compran mediante licitaciones internacionales, pero le damos preponderancia a la industria local.
-¿El Estado pagará en pesos o en dólares? La industria siempre se queja de los atrasos en los pagos y de que la alta inflación les hace perder rentabilidad.
-Es una buena pregunta. No sé qué decirle; ahora cambiaron las reglas de juego. Tratamos siempre de mantener la estabilidad de precios y de que no haya especulación por miedo al cambio del valor de la moneda, pero me tengo que adecuar a lo que sea la regla general.
-¿Con los precios de los medicamentos del PAMI qué va a pasar? Porque para mantenerlos más bajos la industria compensa con el resto del mercado.
-Eso no lo sé. Es una negociación del PAMI, que tiene una cuota de mercado brutal. Hablé con la responsable del PAMI [Luana Volnovich] y me dijo que están empezando a conversar. Son cinco millones de personas, pero generan casi la mitad del consumo de medicamentos de la Argentina. El otro tema es el mal uso del medicamento, que genera muchas muertes, sobre todo en las personas grandes. Hay un año de stock de producción de la industria farmacéutica en los botiquines. Es un tema delicado y vamos a hacer campaña con esto.
-El gobierno de Macri aumentó los requisitos para acceder a la medicación totalmente gratuita en PAMI y obligó a 600.000 jubilados a abonar copagos. ¿Van a dar marcha atrás con eso?
-Lo va a hacer la directora del PAMI. La idea es que no haya ningún acceso que esté vedado por cuestiones económicas. Que los medicamentos sean todos gratuitos que no lo piensen, porque eso es una locura, no lo tiene ningún sistema del mundo y puede ser para una intoxicación masiva y colectiva.
Relación pasional
-¿Eso no contradice la promesa de campaña de Alberto Fernández, que habló de "remedios gratuitos para todos los jubilados"?
-¿Eso dijo? Si eso fuera así, yo me opondría incluso al presidente de la Nación. Por razones vinculadas con la seguridad de los jubilados, que tienen una relación pasional con los medicamentos. A veces creen que más es mejor y toman y toman. La Argentina es uno de los países en los que hay menos respeto por el uso de los medicamentos. Yo a veces hago una prueba. Entro a una oficina y simulo un síntoma, y una me aconseja, otro me prescribe y otro me convida. Nunca vi un país donde se conviden medicamentos. Pero se van a ampliar derechos por respeto a la voluntad del Presidente. Nadie se va a quedar sin medicamentos por una decisión económica.
-¿Congelarán la cuotas de las prepagas?
-Ahora los recibo la semana que viene, creo que el jueves. Lamentablemente lo que está pasando en la Argentina es que están todos mal. Si usted mira los ejercicios al 31 de diciembre, las prepagas terminaron empatadas o en rojo. Y si no están en rojo es porque las salvó el sistema financiero. Hay un problema grave en el mundo que es que la inflación de la salud es muy superior a la general por la innovación tecnológica, las patentes. Yo voy a trabajar con ellos porque algunas cosas dicen que tienen razón. Yo creo que las prepagas no van a subir, primero por alguna conciencia social, pero sobre todo porque tienen mucha sensibilidad al precio. No me parece que si suben se queden con los clientes que tienen. Trataremos de encontrar alguna estrategia conjunta. Hay que entender que estamos en una situación crítica, de la que vamos a salir bien, pero este año todos tenemos que tener una actitud distinta porque así como veníamos terminamos en esto.
-¿Qué le parece la inclusión de Coca-Cola como producto estrella de Precios Cuidados?
-Precios Cuidados es un esquema contra la inflación, pero también creo que tenemos razón. O sea yo no puedo dejar de mirar el mayor enemigo que tenemos hoy, que es el sobrepeso y la obesidad. De hecho estamos buscando lanzar un programa de alimentación saludable. Vamos a salir con campañas y la tarjeta alimentaria, que estamos trabajando junto con el ministro Arroyo, tendrá un listado positivo para orientar la compra a productos saludables. Creo que lo que quisieron [en el Ministerio de Producción] es dar la imagen de primeras marcas, no pensaron esto, no puedo decir otra cosa.
Más leídas de Economía
Por el cambio de política. La Argentina rompió con la carne un récord de hace 57 años
Aumento de la luz. El Gobierno revirtió parcialmente un cambio en las tarifas para reducir el impacto del ajuste
“Un antes y un después”. Las empresas anticipan sus planes frente al inesperado ataque de la chicharrita