Hacer negocios más allá de los "octubres", la premisa de la superliga de emprendedores

Hay un " octubre " que siempre sirve de excusa. Con esa premisa, relacionada con el mes electoral, se estructuró la Experiencia Endeavor, un evento de la organización global de emprendedurismo al que asistieron más de 4200 personas. El mensaje fue claro: para la superliga de emprendedores no hay comicios que frenen proyectos (aunque quizás los modifiquen).

Quien habló de las elecciones como una excusa es Guibert Englebienne, uno de los fundadores de la compañía de software Globant y presidente de Endeavor. "Tenemos un octubre por delante, pero siempre hay un octubre que nos sirve de excusa para no emprender. Nosotros vemos más allá de octubre porque descubrimos que lo que nos hace seguir es la fortaleza que está dentro de nuestros equipos", dijo.

Con más foco en la micro que en la macro, la liga de emprendedores pasó una jornada con más historias inspiradoras -y visitas internacionales incluidas- que referencias al contexto. Hubo charlas, talleres y entrevistas. Entre los invitados a subir al escenario estuvieron Julián Gurfinkel (Turismocity), Agustina Fainguersch (Wolox), Cris Morena, el basquetbolista Juan Ignacio Sánchez y una liga de microemprendedores que presentaron sus proyectos entrevistados por José del Rio (LA NACION).

La Argentina necesita de todos ustedes -arengaba en la apertura Julia Bearzi, directora ejecutiva de la organización, al inicio del día-, desde los más pequeños hasta los más grandes unicornios; todos somos responsables de construir el país que queremos".

Mientras tanto, los emprendedores que forman parte de la organización se referían a la coyuntura cuando estaban lejos de los escenarios y circulaban entre los asistentes en el Centro de Exposiciones y Convenciones de la Ciudad. En diálogo con LA NACION, algunos de los presentes se animaron a describir sus recetas "anticrisis".

Por ejemplo, Fernando Storchi, creador de la red de gimnasios Megatlon, prefirió resignar márgenes: explicó que, en el último año, su compañía aumentó sus precios 20 puntos porcentuales por debajo de la inflación. "Vamos a ir recuperando en la medida en que el poder adquisitivo gane", dijo. Aseguró que no perdió clientes, y que la otra compañía que fundó, Fiter, una versión low cost de su negocio: a menos de un año de su apertura, ya tiene 16.000 clientes activos y crece a tasas de dos dígitos.

Otros pusieron un freno a sus planes de expansión. "El dinero que teníamos destinado a ese fin, se lo llevaron los intereses de deuda por la suba de tasas", admitió Martín Castelli, presidente de Blue Star Group (Todomoda e Isadora). No obstante, aseguró que la firma aprovechó su presencia internacional (tiene locales en cinco países) para poder "planificar mejor sus próximos pasos".

También congeló algunos planes Andrés Gorostiaga, cofundador de los helados Guapaletas. Pero, en cambio, prefirió optimizar su capacidad instalada para lanzar nuevos productos, como bombones o postres, que espera que ayuden a los números de la compañía.

A las compañías de servicios, que podrían estar en un mejor posición que las que producen bienes, las retenciones las obligaron a recalcular. La compañía de software Wolox tuvo querepensar sus planes de contratación de recursos humanos, admitió Agustina Fainguersch, su CEO. En el mismo sentido, Sally Buberman, de Wormhole, indicó que hizo ajustes de costos a través del cambio de proveedores y que entró en modo "economía de guerra".

Más allá del reajuste de variables, los emprendedores dejaron claro que son parte de una liga de privilegiados que todavía puede proyectar por arriba del contexto en un país donde no es tarea fácil. Los mismos datos históricos de la macro lo demuestran: según el economista Santiago Bulat, quien también pasó por el escenario, desde 2007 hasta 2017 se crearon 70.000 empresas, pero cerraron 69.000. Según las definiciones de la jornada, entonces, emprender en esta coyuntura es un acto que excede a los comicios, pero también de las estadísticas.